Pueblos 36 - Marzo2009

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Revista de Información y Debate ● Marzo de 2009 Nº 36
www.revistapueblos.org
Dossier: Crisis – Progresar y morir en el intento > Entrevista a Ángel Martínez
González-Tablas - Un futuro predecible dentro de cuatro años - Gestionar la crisis
en España: la inmigración como pretexto - Una mirada crítica al concepto de progreso –
Decrecimiento y biomímesis
República Democrática del Congo: Las claves del conflicto > El retorno
del patronazgo blanco - Perspectivas y posibles soluciones - Congo exhausto
Miradas: Mujer y derechos > Derechos de las mujeres en femenino singular - En pie
de lucha: experiencias de participación internacional de las mujeres indígenas -
Las mujeres nicaragüenses entre la situación de pobreza y los reclamos de ciudadanía -
Entrevista a Fatoumata Coulibaly, activista maliense contra la mutilación genital femenina
Pueblos
Nº 36 (II época)
Marzo de 2009
Periodicidad trimestral
Fundada en 1995
Segunda época● 2002
Editada por
Pueblos
C/Gran Vía, 40● 5º ● oficina 2
28013● Madrid
Coordinador
Luis Nieto Pereira
Responsable
Aloia Álvarez Feáns
Consejo Editorial
Asociación Paz con Dignidad ● Centro de
Iniciativas para la Cooperación batá (CIC-batá)
● Centro de Asesoría y Estudios Sociales
(CAES) ● Entrepueblos ● Instituto de
Promoción de Estudios Sociales - Navarra
(IPES-Navarra) ● Mugarik Gabe - Euskadi ●
Ángeles Díez ● J aume Botey ● Carlos Gómez
Gil ● Adolfo Rodríguez Gil ● Carlos Taibo
● OCSI (Organización de Cooperación
y Solidaridad Internacional)
Consejo de Redacción
Luis Nieto Pereira, AloiaÁlvarez Feáns, AndreaGago
Menor, Belén Cuadrado, Miguel Ángel Morales, Isabel
Duque

(redacció[email protected])
Diseño: Amani Konan
Maquetación: Manuel Ponce
Fotografía
MªJ osé Comendeiro
Ilustración
Paula Cabildo
Colaboración gráfica
Victoria Vinuesa Cambra, Urke Leshen, Julien Harneis,
Cédric Gerbehaye/Agence VU, Aránzazu Mateo,
Tomas Fano, Jherlyn López, Christi Nielsen, Begoña
Dorronsoro, Archivo de la FEM, Rasgo.
Entidades colaboradoras
J usticia i Pau de Cataluña, Instituto Galego de
Análise e Documentación Internacional
Agradecimientos
Mila Almarza, Mireia Gallardo Avellán, José Lucas,
José García Botía, Fernando Calero, Ibone Álvarez,
Eugenia García, Justa Montero, Patrick Ulmer y todas
aquellas entidades y personas que han hecho posible la
elaboración de este número.
Impresión
Imgraf Impresores, S.L.
Depósito legal
M.47.658-1999
ISSN
1577-4376
Administración
Tel./Fax: 91 523 38 24
www.revistapueblos.org / [email protected]
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Esta publicación sólo incluirá publicidad de entidades públicas
y privadas cuyo contenido no esté en contradicción con la línea
editorial de PUEBLOS. La publicidad no superará el 5% del
espacio físico de la revista.
Derechos (copyleft)
Cualquier parte de esta publicación puede ser reproducida de
cualquier forma siempre que se cite la fuente y el autor.
Nací en Jaca, aunque mi procedencia es de Zaragoza y llevo muchos años viviendo
en Guadalajara. Siempre me ha gustado expresarme de una manera plástica, desde
que tengo uso de razón. Estudié en la facultad de Bellas Artes en Madrid donde es-
cogí la especialidad de grabado; me gusta muchísimo la expresividad de la línea, el
blanco y negro pero también el color fuerte. Ahora trabajo sobre todo con el papel
y sus transparencias.... Después de dar vueltas haciendo exposiciones y trabajos vo-
luntarios empecé mi carrera como profesora, lo que me encanta. Disfruto mucho
dando clase y con los alumnos puedo poner en práctica mi parte más expresiva...
AECID •Ajuntament d’Artà •Ajuntament d’Eivissa •Ayuntamiento de Collado
Villalba •Ayuntamiento de Córdoba •Ayuntamiento de Granada •Ayuntamiento
de Rivas-Vaciamadrid •Ayuntamiento de Valladolid •Ayuntamientu de Xixón •Bilboko
Udala/Ayuntamiento de Bilbao •Diputación de Córdoba •Diputación
de Cádiz •Eusko J aularitza/Gobierno Vasco •Fondo Andaluz de Municipios para la
Solidaridad Internacional •Gobierno de Cantabria •Gobiernu del Principáu d’Asturies •
Govern de les Illes Balears •J unta de Comunidades de Castilla la Mancha •
J unta de Extremadura
Portada
Victoria Vinuesa Cambra
Pueblos se realiza con el apoyo de las siguientes instituciones:
Información y debate● PUEBLOS ● Marzo ● 2009● 3
Sumario
Editorial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .4
Opinión
El nuevo Gobierno de Israel tampoco querrá la paz (Marcos Rebollo) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .5
República Democrática del Congo:
Las claves del conflicto
El retorno del patronazgo blanco en la República Democrática del Congo
(Antoine Roger Lokongo) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .6
Perspectivas y posibles soluciones al conflicto (Juan Carrero Saralegui) . . . . . . . . . . . . . . . . . . .9
Congo exhausto (Paula Farias) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .15
Comunicación
Un reto: la gestión horizontal del conocimiento en organizaciones
sin ánimo de lucro (Alberto Gómez) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .18
La propaganda: qué es, y cómo defenderse de ella (Antonio Pineda Cachero) . . . . . . . . . . .21
Entrevista
Andrés Rábago, El Roto: "Si no nos hacemos preguntas es porque
hay demasiado ruido" (Aloia Álvarez Feáns) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .24
Dossier: Crisis – Progresar y morir en el intento
(Entrevista a Ángel Martínez González-Tablas y artículos de Santiago González Vallejo, Javier de Lucas,
Yayo Herrero y Luis González Reyes)
Miradas: Mujer y derechos
Derechos de las mujeres en femenino singular (Begoña Zabala González) . . . . . . . . . . . . . . . .43
En pie de lucha: experiencias de participación internacional
de las mujeres indígenas (Begoña Dorronsorro) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .46
Las mujeres nicaragüenses entre la situación de pobreza y los reclamos
de ciudadanía (María Teresa Blandón Gadea) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .49
Entrevista a Fatoumata Coulibaly, activista maliense contra la mutilación
genital femenina: "Hay que atreverse, y las africanas se atreven" (Aloia Álvarez Feáns) . . .52
Cooperación
Sobre las relaciones de las ONG con las multinacionales en el marco
de la RSC (Pedro Ramiro y Luis Nieto) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .54
EITI-Guinea Ecuatorial: ¿pasos hacia un desarrollo sostenible?
(Mario Tallos González) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .57
Entrevista a Joaquín Rivas Rubiales, Director de la Agencia Andaluza
de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AACID) (Belén Cuadrado Ortiz) . . . . . . . . . .60
Cultura
Libros: Leer a... Vandana Shiva (Clara Alonso) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .61
Reseñas de Nacionalización de los hidrocarburos en Bolivia,
de M. Gandarillas, M. Tahbub y G. Rodríguez (Erika González) y El teatro
de la libre elección, de Rodrigo Fernández Miranda (Clara Alonso) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .62
Nuevas publicaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .63
Música: Un repaso al 2008 (Fernando Blanco) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .64
Cine: Si Mendes fuese el Tío Sam… (Alejandro Pedregal) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .66
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4 ● 2009● Marzo ● PUEBLOS ● Información y debate
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Editorial
De doble uso
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sta vez no se veían esas luces
verdes, como fuegos artificia-
les, propias de las fechas en los
que toca representar la guerra en algún
lugar de Oriente Próximo. No, esta
vez, del televisor sólo salía humo; co-
mo de costumbre. Lo que lo distinguía
de cualquier otro día era el grado de
contaminación de los gases emanados,
la densidad de la nube tóxica. Gracias
a ella, los espectadores no sufrimos
"daños colaterales" por los "atentados"
de uno de los "bandos enfrentados", ni
por las "medidas desproporcionadas"
del otro. De todos modos, podíamos
estar tranquilos igualmente, pues nos
decían que detrás de toda esa humare-
da, este último sólo estaba "haciendo
todo lo que cualquier país que quiera
sobrevivir debe a sus ciudadanos: pro-
tección". Mejor para ellos; y menos
mal que a nosotros nos obligaron a
quedarnos del otro lado del muro para
(no) ver el espectáculo desde una dis-
tancia prudencial, y mantener protegi-
das también así nuestras sensibilidades.
"Hoy la guerra no es la continua-
ción de la política por otros medios. En
una guerra de bombardeo no hay ven-
cedores ni vencidos". Esta corrección
a la célebre frase de Clausewitz se la
debemos al Nobel de Química del año
1944, el alemán Otto Hahn, experto en
radiactividad y firme opositor a las ar-
mas nucleares, devorado por su inven-
to. Sesenta años y unas cuantas guerras
después no podemos estar más de
acuerdo, en una guerra de bombardeo
no suele haber vencedores ni vencidos,
sólo genocidas legitimados internacio-
nalmente y civiles masacrados.
Durante la reciente invasión a la
franja de Gaza por parte del Estado de
Israel, el presidente del Gobierno es-
pañol, en un arranque de diplomacia,
acabó por denunciar, "desde la amis-
tad", las "reacciones absolutamente
desproporcionadas y contrarias al de-
recho internacional humanitario por
parte del ejecutivo israelí frente a los
ataques con cohetes lanzados por Ha-
más". También llegó a afirmar que Es-
paña "no ahorrará esfuerzos ni políti-
cos, ni diplomáticos, ni humanitarios,
ni financieros para avanzar en la di-
rección de la paz". Este compromiso
de nuestro Gobierno con la "paz" ema-
na de la Directiva Nacional de Defen-
sa vigente, que asegura que la acción
exterior española "hará hincapié en una
utilización más eficaz de todos los ins-
trumentos políticos, diplomáticos, eco-
nómicos y sociales para el arreglo pa-
cífico de controversias y la prevención
de conflictos, de modo que la acción
militar sólo se contemple como un úl-
timo recurso".
Desde el año 2001 las exportacio-
nes españolas de material militar se
han multiplicado por cuatro. El primer
informe sobre el control del comercio
exterior de material de defensa y de
doble uso (civil y militar) remitido por
el Ministerio de Industria al Congreso
de los Diputados admite la exporta-
ción de material bélico por un valor de
unos 250 millones de euros en el pri-
mer semestre del año 2008, de los cua-
les 1.550.000 fueron a parar a las fuer-
zas armadas israelíes. El pasado mes
de febrero, cuatro organizaciones
(Amnistía Internacional, Intermón Ox-
fam, Greenpeace y Fundació per la
Pau) respondieron a este informe de-
nunciando al Gobierno español por se-
guir exportando armas a destinos cali-
ficados como "preocupantes", países
"en los que no hay garantías de que no
será utilizado para violaciones de de-
rechos humanos o represión interna",
como Colombia, Israel, Marruecos y
Pakistán; por no hablar de los Estados
Unidos. Esta denuncia partía del aná-
lisis de las primeras estadísticas ofi-
ciales tras la entrada en vigor de la
nueva ley sobre venta de armamento.
Cifras que ponen de manifiesto que en
los primeros seis meses del año 2008
el Estado español incrementó su ven-
ta de material de defensa a Israel, su-
perando el valor de lo exportado a es-
te país en todo el año 2007. Así que en
Gaza, detrás de todo aquel humo que
salía del televisor, también caía paz
made in Spain.
Decía Alfonso Armada en un artí-
culo que "si el negocio del bombero es
el fuego, mejor que no falten nunca lla-
mas"
1
. "Paz", "esfuerzos humanita-
rios", "prevención de conflictos"... Es-
tas palabras deberían empezar a darnos
miedo porque, al igual que las armas,
también tienen doble uso, depende de
quién las use y para qué.❑
1 Armada, Alfonso: "España, potencia en venta
de armas", Diario ABC, 30 de enero de 2008.
que probable llave del próximo Gobier-
no (el líder de extrema derecha) durante
la campaña, en la que apenas se habló de
medidas económicas o sociales. La ex
ministra de Exteriores señaló (mientras
tendía una mano a Obama hablando de
paz y con la otra amenazaba a la pobla-
ción de Gaza con "nuevas medidas des-
proporcionadas") que Lieberman y ella
coincidían en asuntos como lapetición de
matrimonio civil, en un país de mayoría
laica que suele irse a Chipre, no de luna
de miel sino a celebrar las nupcias. Y el
líder del Likud, al que hablar de paz le da
urticaria, le prometió una cartera genero-
sa si volvía a ser primer ministro (ya lo
fue de 1996 a 1999).
Y Lieberman, mientras tanto, desho-
jando la margarita. Muchos analistas po-
líticos vaticinan tres posibles escenarios,
que, en principio, no tendrían un color
ideológico homogéneo (aquí nunca pa-
sa). Un gobierno deunidad entreLikud y
Kadima, bendecido por la Administra-
ción norteamericana. O un más probable
bloque de la derecha laica (Likud), la ex-
tremaderechalaica(Israel Beitainu) y los
ultraortodoxos sefardíes (Shas), cuyo lí-
der, el rabino Yosef, aseguró que votar a
Lieberman sería "como ayudar a Satán".
O, por último, unaimprobablealianzaen-
tre el centro vencedor (Kadima), el labo-
rismo y el extremista moldavo. Sea cual
sea el próximo primer ministro elegido
por el presidenteSimon Peres, no será un
ejecutivo estable el que afronte los retos
difíciles de la próxima legislatura, debi-
do, en parte, a la tradicional atomización
del Parlamento israelí, causadapor el mé-
todo de elección proporcional y distrito
único, que siempre requiere coaliciones
complicadas, y que suele formar gobier-
nos precarios o forzar elecciones antici-
padas como esta última.❑
Información y debate● PUEBLOS ● Marzo ● 2009● 5
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El nuevo Gobierno de Israel
tampoco querrá la paz
Opinión
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os son las consecuencias más no-
tables que se pueden sacar de las
últimas elecciones israelíes, cele-
bradas un año antes por la dimisión, hace
cinco meses, del centrista primer minis-
tro Ehud Olmert, investigado por corrup-
ción. En primer lugar, la defunción defi-
nitiva, como motor político, de la iz-
quierda sionista, que ya andaba mori-
bundadesdeOslo, pues en los últimos 18
años, desde que comenzó la farsa de los
procesos de paz, ha perdido 37 escaños.
La no sionista (o sea, la árabe, con la que
nunca se cuenta en coaliciones) se ha
mantenido, pero los laboristas han pasa-
do de41 diputados a13. Y Meretz, el par-
tido en el que se apuntó para darle lustre
intelectual el escritor Amos Oz (que no
ha dicho ni múdesde el 30 de diciembre,
cuando pidió "contención" en la ofensiva
a Gaza), casi se queda a las puertas de la
Knesset: de 12 a 3. Es lógico que hayan
perdido casi un tercio del Parlamento. Di-
fícil debe de ser hacer acrobacias entre el
pacifismo y lacontención en las acciones
bélicas, caso deMeretz, o entrecondenar
la ocupación y, en el caso de los laboris-
tas, favorecerla (en 2008 las colonias en
Cisjordania crecieron un 60 por ciento
más que en 2007).
La muerte de la izquierda entronca
con unaprácticainteresada: decir unaco-
sa (paz) y hacer la contraria (guerra),
mientras, pasito a paso, la ocupación co-
memás y más terreno deunaCisjordania
cadavez más menguaday cantonizada. Y
tantaesquizofreniapasafactura. El cadá-
ver más visible de esta paradoja política
andantees el líder laborista Ehud Barak,
perpetrador principal delamasacreen la
Franja, con la que quiso desviar el foco
mediático/electoral de la Palestina dócil
(Cisjordania) a ladiabólica (Gaza); el
hombre que prometió no revalidar su
puesto frente a Defensa (ni que lo deci-
dieraél) si no llegabaalos 20 escaños (se
quedó en 13); el hombre cuya gran pro-
puesta pacifista durante la rápida y sosa
campaña electoral fueproponer un túnel
(bajo soberaníaisraelí) queunaCisjorda-
niacon Gaza("así tendrán libertad demo-
vimiento"); el único delaternaquesebur-
ló de Lieberman, mostrando su izquier-
dismo al afirmar que "por mucha fuerza
queexhiba, nuncahamatado anadie".
Y llegamos, con el fiero moldavo, ala
segundaconsecuenciadeestas elecciones
en tiempos de confusión y crisis econó-
mica: el imparableascenso delaultrade-
rechaisraelí, un hecho totalmenteanuda-
do con el fracaso de los objetivos políti-
cos delaofensivaen Gaza(derrotar aHa-
más, detener los cohetes, no negociar con
ellos) y, también, con la caída en picado
delos queunen lo imposible(pacifismo y
sionismo). ¿Quién quiere fotocopias de
ruda fiereza cuando el original estáal al-
cance de la mano? Lieberman, el único
que entiende árabe(ésefuesu eslogan) ha
conseguido paralos suyos (Israeli Beitei-
nu) 12 escaños más queen 2003. Normal.
No hace tantos malabares. Dice lo que
piensay, si ledejan, harálo quedice: trans-
ferir aun cadavez más imposibleEstado
palestino a los árabe-israelíes que no de-
muestren lealtad al Estado hebreo, sin ex-
plicar demasiado bien lo queeso signifi-
ca. ¿Quehagan lamili y ocupen asus her-
manos de Cisjordania? ¿Un examen de
buenaconductasionista? Jurar laConsti-
tución no, queIsrael no tiene.
El resto de tendencias electorales
también han sido de lo más previsibles.
Kadima y Likud, que eran el mismo par-
tido hace cinco años, casi empatan (28 y
27) y se reúnen estos días para ver quién
forma gobierno. Kadima (centro, por de-
cir algo), unaescisión deLikud (derecha),
consiguió el mismo apoyo que hace tres
años, pero la derecha ha doblado sus vo-
tos. Sus líderes, Livni y Netanyahu, se
cuidaron mucho de meterse con la más *Marcos Rebollo es periodista.
Marcos Rebollo*
6 ● 2009● Marzo ● PUEBLOS ● Información y debate
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Las claves del conflicto
secuencia, Congo está pagando 800 mi-
llones de dólares al año de intereses
cuando al mismo tiempo, el Gobierno
provisional americano constituido en
Bagdad, pisoteó este mismo principio y
rehusó respetar los contratos petrolífe-
ros que SadamHussein había firmado
con Francia, China y Rusia… ¡ni ha-
blemos de reconocer la deuda que Sa-
damHussein había contraído!
Así, los regímenes tutsis de Ruanda
y Uganda que apoyan las insurgencias
tutsis en el Este de Congo están siendo
utilizados como piezas con la MONUC
como instrumento. Por eso, todas las
potencias occidentales han abierto un
consulado en Goma, la capital provin-
cial de la provincia congolesa de Kivu
Norte, a un tiro de piedra de Ruanda.
Los insurgentes tutsis siguen conquis-
tando territorios en el Este de Congo en
sus narices.
El retorno del patronazgo
blanco en la República
Democrática del Congo
Antoine Roger Lokongo*
"
E
s como si los países occiden-
tales fueran los padres adop-
tivos del Congo", dice, "pero
la tarea no será fácil". La idea planea-
da por los gobiernos occidentales "es
que ciertos políticos africanos, como Jo-
aquimChissano, el anterior presidente
de Mozambique, o Nicephore Soglo, su
homólogo en Benín, transformen las
políticas manufacturadas en el Norte y
las hagan más agradables al gusto de los
ciudadanos de Congo", añade. "El éxi-
to del proyecto dependerá finalmente de
que los ‘Estados y las instituciones oc-
cidentales actúen de manera unificada’.
Pero estos cimientos son inestables." EE
UU tiene poco interés en reconstruir
Congo. Por otro lado, Bélgica, su anti-
gua metrópoli, teme perder oportunida-
des financieras ante otros competidores
europeos en el momento en que la si-
tuación del país se haga más transpa-
rente. La creciente potencia mundial
china también puede causar problemas,
prestando millones de dólares sin im-
poner condiciones a cambio de tener ac-
ceso a los recursos naturales del país.
En un momento de crisis mundial,
el señor de la guerra tutsi conocido co-
mo general Nkunda, está totalmente en
¿Cómo pueden explicarse los conflictos cíclicos de Ruanda en el
Este de la República Democrática del Congo? ¡Simple! Los
insurgentes tutsis son alentados por el "retorno del patronazgo
blanco" en ese país tan rico en minerales. Albretcht Conze, el
jefe político de la MONUC, la misión de mantenimiento de la paz
de la ONU en Congo, tiene su propia versión. En una entrevista
concedida al Spiegel Online, el 17 de agosto de 2006, Conze
predecía el retorno del patronazgo blanco en esta antigua
colonia belga.
contra del acuerdo que la
República Democrática
del Congo (RDC) ha fir-
mado con China, que in-
vertirá 9 mil millones de
dólares para reconstruir las
infraestructuras del país a
cambio de sus recursos na-
turales. ¿Quién le da a él poder para ve-
tar un acuerdo firmado por un Gobier-
no soberano, legítimo y democrática-
mente elegido con un socio de su libre
elección?
El trato proporcionará a la RDC 6
mil millones de dólares en infraestruc-
turas. A cambio, China podrá obtener
una parte de los recursos naturales de
Congo para alimentar su floreciente in-
dustria. Después de años esperando en
vano las ayudas prometidas por el FMI,
el BM y los países occidentales a través
de acuerdos bilaterales, Congo se ha
vuelto hacia China. Después de años pi-
diendo que le fueran perdonados los 14
billones de dólares de deuda heredada
de Mobutu y de varios gobiernos tran-
sitorios, Congo se ha vuelto hacia Chi-
na porque a Kinshasa se le ha pedido
atenerse al "principio de continuidad del
Estado" y ¡pagar su deuda! Como con-
Soldados de la MONUC en Goma, República Democrática del Congo.
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Información y debate● PUEBLOS ● Marzo ● 2009● 7
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Congo, estaban matando, violando y
secuestrando civiles. Esta vez el resur-
gimiento de la guerra en el Este de
Congo coincide con el momento en que
se revisan los contratos mineros y la
atención de la comunidad internacional
está enfocada en la campaña electoral
en EE UU y la crisis financiera global.
Los renovados combates han oca-
sionado un gran efecto en los precios
del aluminio. Los precios de referen-
cia del aluminio en la Bolsa de Meta-
les de Londres (LME) cerraron un 31
por ciento más que el 27 de octubre de
2008, el día después de que las tropas
rebeldes iniciaran su marcha hacia el
centro del comercio de aluminio, Go-
ma. La actual producción minera en
Congo representa cerca de un 4 por
ciento de la producción mundial. Por
lo tanto, lo que los rebeldes tutsis sa-
quean en Congo, acaba en Londres.
"Se ha producido una escalada de
los precios al principio de esta sema-
na", declaraba a Reuters Nicholas Ga-
rret, un experto de la consultoría Re-
source Consulting Services. ¿Dónde?
En la capital provincial de Kivu Nor-
te. Paul Kagame había lanzado preci-
samente un paquete de acciones de re-
cursos minerales y naturales en Kiga-
li, pero Ruanda no tiene minerales…
Es aquí donde acaban todos los mine-
rales saqueados en Congo. De hecho,
según Colette Braeckman de Le Soir,
el FDLR basado en Congo también
vende en Ruanda los minerales sa-
queados en territorio congoleño
1
y Ka-
game lo sabe y lo ve. Durante la gue-
rra anterior, Kagame utilizó a los pri-
sioneros hutus para extraer minerales
del Congo. Los llamaba los Rastas. Pe-
ro éstos también mataban y violaban.
Según David Barouski, investigador
norteamericano de asuntos africanos:
"La verdadera identidad de los Rastas
es un secreto. Según fuentes locales,
los Rastas fueron creados cuando el
presidente ruandés Paul Kagame libe-
ró a algunos prisioneros hutus en Ki-
gali con la condición de que actuaran
como los Interhammwe en 2001. El
112 soldados tutsis ruandeses en Ton-
go, cerca de la frontera con Ruanda, la
RDC entregó al Consejo de Seguridad
de la ONU cerca de tres docenas de fo-
tografías que apoyaban su acusación
de que soldados del Gobierno ruandés
habían invadido y atacado el Este del
Congo. Las fotografías mostraban ar-
mas, municiones, dinero ruandés, una
tarjeta del seguro sanitario militar de
Ruanda y una mochila militar etique-
tada con ‘Fuerzas de Defensa de Ruan-
da’ entre otros. Después de varias
muertes ruandesas, Kagame envió dos
batallones que fueron avistados cru-
zando al Congo a través de un puesto
fronterizo controlado por Nkunda, se-
gún reveló Le Monde el 26 de octubre
de 2008. Tomaron una base militar
congoleña del Este y los cuarteles ge-
nerales del Parque de Virunga tras in-
¿Quién es Nkunda?
La principal insurgencia tutsi, cuyo
"brazo político" es el Congreso Nacio-
nal por la Defensa del Pueblo (CNDP),
está dirigida por Laurent Nkunda, di-
minutivo de Nkundabatware Mihigo,
descrito por los medios de comunica-
ción occidentales ¡como el líder rebel-
de congoleño! ¡Falso! Nkundabatwa-
re no es congoleño, periodistas de in-
vestigación británicos lo confirman.
Tomando la palabra en una reunión or-
ganizada por la Asociación de las Na-
ciones Unidas, Reino Unido, en el Par-
lamento en Londres, en abril de 2008
Sam Kiley (Channel Four) reveló que
Nkundabatware es un oficial tutsi del
Ejército Patriótico Ruandés (RPA en
sus siglas en inglés) que vino al Con-
go como uno de los 3.000 oficiales tut-
sis ruandeses que estaban apoyando a
los 47.000 soldados congoleños de
Laurent Kabila en su intento de derro-
car al entonces dictador zaireño Mo-
butu Sese Seko.
Jonathan Clayton (The Times) co-
rroboró esta información. En un artícu-
lo publicado por The Times de Londres
el 31 de octubre de 2008 escribió: "El
general Nkunda cuyas milicias están
bien entrenadas, organizadas y abaste-
cidas por Kigali nació en Ruanda pero
creció en el lado congolés de la fronte-
ra. ¡Sin el apoyo de Kigali no sobrevi-
viría mucho tiempo!" Nkunda recluta
en Ruanda, Uganda y Burundi. Dirige
las tropas ruandesas y ugandesas para
luchar contra el Gobierno de J oseph
Kabila quien, según él, está armando y
protegiendo a las Fuerzas de Liberación
de Ruanda (FDLR en sus siglas ingle-
sas) o a lo que queda del ejército del
Gobierno hutu que fue derrocado tras
el genocidio de 1994; y que por lo tan-
to amenaza no sólo la seguridad de
Ruanda sino la de la minoría tutsi con-
goleña del Este del Congo. Nkunda se
ha confiado a sí mismo la divina misión
(por cierto, es sacerdote) de proteger a
todos los tutsis de Congo, arrebatando
tal rol al democráticamente elegido Go-
bierno en Kinshasa.
Sin embargo, los apoyos de Nkun-
da han sido documentados. Cuando las
fuerzas armadas congoleñas mataron a
tensos combates durantes los cuales el
ejército congoleño fue superado en
número. Los insurgentes tutsis se asen-
taron en el umbral de la capital de la
provincia de Kivu Norte.
La cuestión es si Nkunda, según se
había informado, ya había enviado sus
tropas para el proceso de mezcla (de to-
das las facciones congoleñas en un só-
lo ejército), ¿de dónde venían las tropas
que bajo su comando atacaron a las tro-
pas gubernamentales? ¿Quién le sumi-
nistra las armas? ¿Qué tipo de armas
son? Fue el presidente ruandés Kaga-
me quien respondió a todas esas cues-
tiones, cuando en una entrevista para el
diario belga Le Soir, el 6 de septiembre
de 2008, enumeró el tipo de armamen-
to que Nkunda tenía a su disposición.
Cohetes, ametralladoras… Al mismo
tiempo, Uganda apoyaba a los insur-
gentes que, en el extremo noreste del
Los regímenes tutsis de Ruanda
y Uganda que apoyan las insurgencias
tutsis en el Este de Congo están siendo
utilizados como piezas con la MONUC
como instrumento


1 Ver "Guerra en el Este: Ruanda al descubierto",
digitalcongo.net, 31 de octubre de 2008.
8 ● 2009● Marzo ● PUEBLOS ● Información y debate
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*Antoine Roger Lokongo es un periodista
congolés afincado en Londres. Este artículo,
que nos fue remitido el pasado 11 de diciembre,
ha sido traducido del inglés y adaptado al
formato de nuestra publicación por Belén
Cuadrado.
Las claves del conflicto
propósito era doble. Primero, la ma-
tanza de civiles por parte de los hutus
le dio a Kagame el pretexto de enviar
soldados ruandeses al Congo para neu-
tralizar a los ‘genocidas’. Segundo la
huida de los habitantes permitió a
Ruanda extraer minerales ilegalmente
en el territorio."
Los hutus del Este de Congo deben
ser desmovilizados, desmilitarizados,
repatriados a Ruanda, reeducados y
reinsertados. Ahí, otra vez la MONUC
está fallando en su tarea. Hasta ahora,
muchos han retornado voluntariamen-
te a Ruanda (ancianos, mujeres y ni-
ños), pero el grupo principal pide un
diálogo inter-ruandés como condición
nar a Kagame y discutir con él una vía
realista para desbloquear los acuerdos
de Nairobi entre Ruanda y la RDC, so-
bre todo después de que Kagame de-
clarara que todos los hutus del Este del
Congo son genocidas.
La complicidad de la misión
de la ONU en el Congo
La complicidad de la MONUC con los
insurgentes tutsis en el Este de Congo
no es un secreto. Abusos sexuales, ven-
ta ilegal de oro y diamantes, han sido
difundidos internacionalmente. La
MONUC (17.000 hombres y un pre-
supuesto de 1 billón de dólares al año)
es la mayor misión de la ONU en el
expulsarlos de sus tierras. Un millón de
ellos han sido desplazados a la fuerza.
La violación se ha convertido en un ar-
ma de guerra, hasta el punto de que
Karel de Gucht, ministro de Asuntos
Exteriores belga, ha declarado que lo
que está ocurriendo en el Este de Con-
go es un "genocidio sexual" o "femini-
cidio". El último informe del Interna-
tional Rescue Committee (IRC) reve-
laba que 5,6 millones de congoleños
habían sido asesinados desde que los
regímenes tutsis de Ruanda y Uganda
invadieron Congo en 1998.
Los hechos hablan por sí solos: el
Consejo de Seguridad de la ONU ha
renovado el embargo de armas a la Re-
pública Democrática del Congo justo
cuando EE UU reforzaba los efectivos
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El resurgimiento de la guerra en el Este
de Congo coincide con el momento en
que se revisan los contratos mineros
y la atención de la comunidad internacional
está enfocada en la campaña electoral
en EE UU y la crisis financiera global


sine qua non antes de aventurarse a
volver a Ruanda. Forman parte de la
oposición política y niegan haber to-
mado parte en el genocidio.
En la Conferencia de los Grandes
Lagos celebrada en Nairobi en di-
ciembre de 2006, Kinshasa presentó un
plan en el que explicaba claramente có-
mo manejar al FDLR y pidió a Kigali
que le facilitara la lista con los hutus en
busca y captura que se habían escon-
dido en el Congo, entre los 6.000 que
están viviendo allí en total. Congo es-
tá interesado en que el FDLR y el LRA
vuelvan a sus lugares de origen. El bel-
ga Alain Hutchinson, miembro del Par-
lamento Europeo, cuando visitó Goma
en marzo de 2008, declaró que la co-
munidad internacional debería presio-
mundo. Podría acabar con los rebeldes
y arrestar a Nkundabatware y a Bosco
Ntaganda si hubiera voluntad política
(sólo recordar que EE UU es el mayor
financiador de la misión). Según la re-
solución 1565 del Consejo de Seguri-
dad de la ONU, la MONUC debe coo-
perar con las autoridades congoleñas
para asegurar que los responsables de
haber cometido crímenes contra la hu-
manidad sean juzgados. Sin embargo
Nkundabatware y Ntangada en di-
ciembre de 2008 seguían en libertad.
La MONUC ha fallado, ya que los
tutsis insurgentes han cometido masa-
cres y violaciones contra civiles delan-
te de sus ojos. Los congoleños autóc-
tonos son sistemáticamente asesinados
y violados por las milicias tutsis para
militares de Ruanda con un presu-
puesto militar extra de 7 millones de
dólares. Ruanda, ahora conocida como
"una base militar americana" se ha
convertido en "el puesto de escucha de
la CIA" en África, con una estación
más que preparada para albergar el
Comando Africano de Washington
(AFRICOM) y con un aeropuerto mi-
litar cerca de Kigali.
La democratización de los regíme-
nes tutsis de Ruanda, Uganda y Bu-
rundi es la clave para una paz durade-
ra en la Región de los Grandes Lagos
en África Central. ¡El pueblo congole-
ño ha pagado un alto precio por su hos-
pitalidad y ya ha tenido bastante!❑
De vuelta a Kiwanja, República Democrática del Congo.
Información y debate● PUEBLOS ● Marzo ● 2009● 9
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Por más que en nuestra pasada gue-
rra todos cometiesen crímenes, no creo
que se pueda dar carpetazo a aquel terri-
ble episodio nacional afirmando, sin
más, que todos eran igual de criminales.
Pero eso mismo es lo que él nos dice, sin
el menor reparo, respecto a lo que él lla-
ma "El galimatías congoleño":
"No tengo la menor simpatía por el re-
beldeLaurent Nkunda, y probablemente
es falso quelarazón deser desu rebeldía
seasólo ladefensadelos tutsis congole-
ños, paraquienes los hutus ruandeses, ar-
mados y asociados con el Gobierno [con-
goleño, sesupone], constituyen unaame-
Perspectivas y posibles soluciones
al conflicto
Juan Carrero Saralegui*
E
l reconocido escritor peruano
nos hace una estremecedora
crónica de los síntomas de es-
ta enorme debacle: violaciones, crí-
menes, secuestros de niños que serán
forzados a convertirse en asesinos, y
Cualquier pronóstico, en el ámbito que sea, viene siempre
condicionado por el acierto o el error en el diagnóstico.
También sucede así en este análisis que se me ha
propuesto. Ysuele ser frecuente, a la vez que
peligroso, el confundir los síntomas con el verdadero
problema. En mi opinión, otro personaje público que
acaba de caer en este error ha sido Mario Vargas
Llosa. Creo que se ha atrevido a enfrentarse con un conflicto
tan complejo como es éste, sin tener suficiente conocimiento de
él
1
. Me referiré a su último reportaje escrito desde el Congo,
publicado en El País Semanal del
pasado domingo 11 de enero, ya
que se trata de un auténtico
compendio de la versión
oficial de este conflicto, un
auténtico arquetipo de los
análisis políticamente
correctos sobre el
momento en que se
encuentra éste.
todo tipo de barbaries. Barbaries de las
que, según él, son responsables por
igual todos los agentes de este con-
flicto. Tras leer su reportaje no se sa-
be quiénes son los agresores y quiénes
los agredidos, o incluso, si estas cate-
gorías pueden ser aplicadas en este
conflicto. Si nos hubiese explicado la
guerra civil española al estilo de lo que
acaba de escribir respecto al actual
conflicto del Congo, aún no sabríamos
si todo empezó porque la República de
rojos y anarquistas criminales se "al-
zaron" contra las fuerzas "nacionales"
o qué diablos pasó.
Agosto de 2008. Refugio improvisado en un campo de desplazados internos de Nyanzale, Kivu Norte.
1 Dado el formato y el tamaño de este artículo se-
ría difícil documentar cada una de las afirma-
ciones que iré haciendo a lo largo de él, las no-
tas al pie de página serían excesivas. Sólo uti-
lizaré estas notas al pie para conducir a los links
con los principales documentos a los que me
referiré. Quien desee profundizar más en la ver-
sión de este conflicto que aquí expongo puede
ver: www.veritasrwandaforum.org
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naza potencial. Pero ¿representan las
Fuerzas Armadas del presidente Kabila
unaalternativamás respetable? Lagente
común y corriente les tiene tanto o más
miedo que a las bandas de milicianos y
rebeldes, porque los soldados del Go-
bierno los atracan, violan, secuestran y
matan, al igual quelas facciones rebeldes
y los invasores extranjeros. Tomar parti-
do por cualquieradeestos adversarios es
privilegiar unainjusticiasobreotra. Y lo
mismo se podría decir de casi todas las
oposiciones, rivalidades y banderías por
las queseentrematan los congoleños."
El mensaje está bien claro, "no hay
que tomar partido", dice Vargas Llosa
junto aotros analistas. Los quetoman par-
tido "están simplificando el conflicto", di-
cen los expertos de algunas ONG que se
consideran los depositarios de la recta y
sólidadoctrina. Incluso seatreven air más
allá, "las simplificaciones llevan a la gue-
rra", llegan a decir. "Tampoco los judíos
son ningunos santos", decían algunos en
la Alemania nazi mientras miraban para
otro lado cuando se los llevaban. "Algo
habrán hecho", oí yo mismo decir a al-
gunos en la Argentina de Videla cuando
miles de personas desaparecían.
En honor a la verdad hay que decir
que Vargas Llosa llega a dar un paso más
allá de la mera crónica de calamidades y
se atreve a hablar de política, de gobier-
nos. Pero sólo de los gobiernos de aque-
lla región. Sólo ellos, al parecer, tienen
responsabilidad sobre lo que sucede allí:
"Las guerras que lo sacuden han dejado
hace tiempo de ser ideológicas (si alguna
vez lo fueron) y sólo se explican por ri-
validades étnicas y codicia de poder de
caudillos y jefezuelos regionales o la avi-
dez delos países vecinos (Ruanda, Ugan-
da, Angola, Burundi, Zambia) por apo-
derarse de un pedazo del pastel minero
congoleño." Incluso se atreve a poner el
dedo en la llaga, en la llaga de los intere-
nesis y la prolongación de esta tragedia.
Ya todo es demasiado descarado. Ya to-
do el mundo ha oído hablar del coltán y
otros minerales excepcionales indispen-
sables para nuestros teléfonos móviles y
ordenadores portátiles, que no llegan a
nuestras manos, unos y otros, por arte de
magia, sino a través de compañías mine-
ras y de empresas de alta tecnología. Son
ellas las que desde octubre de 1996 fi-
nancian las agresiones al Congo.
Ahora nuestro mundo se está empe-
zando a enterar de ello, pero las denun-
cias vienen de lejos. Yo mismo, al igual
que algunos otros, denuncié los intere-
ses estadounidenses bien al inicio, ya en
enero de 1997, en una carta que, en mi-
tad de un ayuno que duraría 42 días, di-
rigí desde Bruselas a Bill Clinton. La fir-
marían 19 premios Nobel y la práctica
totalidad de los presidentes de los diver-
sos grupos políticos del Parlamento Eu-
ropeo. También, un poco más tarde, la
que era congresista y enviada especial
del mismo Clinton a aquella región,
Cynthia McKinney, levantó su voz in-
equívocamente y con energía. Al viajar
allí, descubrió horrorizada a los altos eje-
cutivos de esas multinacionales firman-
do contratos mineros con los agresores
y financiando su avance militar. Desde
entonces, con pleno y directo conoci-
miento de causa, viene llamando "gol-
pes militares promovidos por su presi-
dente Clinton, con resultado de millones
de muertos", a aquel conjunto de agre-
siones que la doctrina oficial sólo quie-
Las claves del conflicto
ses mineros. Pero aquí hace una sorpren-
dente pirueta: "Muchas minas están aho-
raen manos deesas bandas, milicias o del
propio ejército del Congo". Es decir, que
el Gobierno legítimo del Congo se atre-
veaexplotar sus propios yacimientos mi-
neros, en plan de igualdad con rebeldes,
bandas y demás agresores exteriores, ¡qué
desvergüenza de Gobierno!
¿Silencio consciente?
Pero es más grave aún lo que se calla en
esereportajequelo quesediceen él: nin-
guna multinacional o gobierno "Occi-
dental" es ni tan siquiera citado en su ar-
tículo. Al parecer, según Vargas Llosa, to-
do lo que en el Congo sucede nada tiene
que ver con las grandes multinacionales
o las grandes potencias de nuestro mun-
do. Parece olvidar que las intromisiones
de las grandes potencias no se hacen ne-
cesariamentecon intervenciones directas
como en Irak, sino que muchas veces se
realizan a través de gendarmes regiona-
les, de "amigos" interpuestos.
Pero el señor Vargas Llosa llega de-
masiado tarde, se incorpora con dema-
siado retraso aesaselectaelitedegrandes
firmas quehan puesto su maravillosaplu-
ma al servicio de una versión sobre el
conflicto del Áfricadelos Grandes Lagos
que ya ni cuadra ni cuela. Aparece en es-
cena, salvaguardando el honor de "Occi-
dente", cuando yaincluso lamás quemo-
derada ONU ha alzado su voz y ha pu-
blicado listas de decenas de multinacio-
nales implicadas hasta el cuello en la gé-
Al parecer, según Vargas Llosa, todo lo
que en el Congo sucede nada tiene que
ver con las grandes multinacionales o las
grandes potencias de nuestro mundo


Agosto de 2008, RDC. Vista del campo de desplazados de Nyanzale,
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re designar como el genocidio ruandés
de los tutsi y la ulterior persecución de
los genocidas hutu en el Congo.
En el reportajedeVargas Llosano po-
día faltar, por supuesto, el leitmotiv deto-
do artículo que se precie, de todo artícu-
lo "serio" sobreesteconflicto, detodo ar-
tículo sin "simplificaciones" ni "partidis-
mos": el leitmotiv de los hutu genocidas.
Pero, a diferencia de otros expertos más
astutos y documentados, Vargas Llosadi-
ce de estos hutu algo insólito, que hará
sonreír incluso a los defensores de esa
versión oficial. En un momento de su ar-
tículo se refiere a ellos como el "Ejército
ruandés hutu que invadió el Congo des-
pués de perpetrar la matanza de cientos
demiles detutsis en el vecino país". Cual-
quier persona que tenga un conocimien-
to elemental del conflicto sabe que los
únicos ruandeses que han invadido reite-
radamente el Congo son los tutsis del
FPR (Frente Patriótico Ruandés) lidera-
dos por Paul Kagame, actual presidente,
quearrebataron el poder a los hutu-geno-
cidas (así, siempre unido, como le gusta
a la doctrina oficial) en julio de 1994. In-
vadieron el Congo directamente en octu-
bre de 1996 y en agosto de 1998 causan-
do millones devíctimas mortales. Lo han
continuado haciendo por medio de per-
sonajes interpuestos. Las últimas agre-
siones son las que vienen realizando sir-
viéndose de Laurent Nkunda.
Vargas Llosa, al hablar de esa inva-
sión, se debe referir a los miles de sol-
dados hutus que, derrotados y desmora-
Tampoco nos explicaquelas pagas delos
militares son ridículas y que los mismos
que impiden que el Congo repunte eco-
nómicamente, están encantados con esa
imagen internacional deunas tropas con-
golesas que se dedican al pillaje.
Jugando al despiste
Todo esto es la antesala de la "solución"
que Occidente dará a este caos. Una so-
lución que dará legalidad y estabilidad al
pillaje que Ruanda, sobre todo, realiza a
favor de la "comunidad internacional".
Pillaje que debe ser asegurado frente a
China y otros gobiernos no "occidenta-
les" que pretenden también una impor-
tante parte del pastel de todas estas mate-
rias primas para cubrir su creciente de-
manda de ellas. Lo último en este pro-
yecto, que sigue su curso, es la entusias-
ta incorporación de la Francia conserva-
dora, el Plan Sarkozy, queretomalo esen-
cial del Plan Cohen: el Congo, país desu-
perficie inmensa y extraña organización
de riquezas fronterizas, debe realizar con
Ruanda, de demografía dinámica y su-
perficie pequeña, un diálogo. Pero Sar-
kozy tieneladesvergüenzadeaclarar que
tal diálogo no debeser sólo un diálogo co-
yuntural, sino estructural… Y aclara qué
significa esto: el Congo, en buena vecin-
dad, "debe compartir con Ruanda su es-
pacio y sus riquezas".
Por todo esto, en esta fase, la propa-
ganda apunta precisamente a equiparar a
agresores y agredidos. La anterior, la de
laocultación y negación delos hechos, ya
pasó. Ahora es la etapa de la creación de
confusión. Ésta es igualmente efectiva.
Una sociedad confusa es una sociedad
desmovilizada. Esto es lo queexplicaque
las mismas sociedades que, como lanues-
tra, se manifiestan enérgicamente contra
la agresión a Gaza, que en varias sema-
lizados huyeron (que no invadieron) al
Zaire, perdidos en una inmensa marea
humana de más de dos millones de re-
fugiados, que fueron establecidos en
campos bajo la bandera de la ONU. Cer-
ca de 600.000 de estos refugiados serí-
an sacrificados, de una manera increí-
blemente descarada y bárbara, tras ser
atacados y bombardeados esos campos
con armas pesadas por el FPR, una vez
que la Administración estadounidense
dio luz verde para ello. Se suele usar el
hecho de la presencia de estos hutus en
el Este del Congo para mantener vivo el
fantasma de un posible nuevo ataque de
su parte a Ruanda y para justificar las
continuas agresiones del FPR al Congo.
Pero hasta la fecha jamás había leído ni
oído calificar esa presencia de miembros
de las antiguas FAR en el Congo como
invasión de este país por parte del "Ejér-
cito ruandés hutu".
Creo que el reportaje de Vargas Llo-
sa es bien aleccionador. Por lo quemi co-
mentario algo extenso no es accidental.
Es el modo de desenmascarar tanto la
nueva fase en la que ha entrado el gran
proyecto para el control de los excepcio-
nales recursos del Congo como las nue-
vas directrices propagandistas de "aque-
llos que cuentan", específicas para este
momento del proceso. Sin este diagnós-
tico, no tendríamos base para hablar de
perspectivas y posibles soluciones. El ob-
jetivo de la actual etapa es el de seguir
manteniendo debilitado al Gobierno de
Joseph Kabila en un permanente estado
de impotencia real en el ejercicio del go-
bierno (como antes aLaurent Kabilahas-
taasesinarlo), alavez queel Congo es ca-
lificado como "Estado fallido". De quien
la propaganda no nos habla es de quien,
precisamente, está logrando hacer de él
un Estado fallido. Vargas Llosa, desde
luego, no nos cuenta que las actuales
Fuerzas Armadas del Congo que, como
explica con todo lujo de detalles, come-
ten tantos crímenes, son el resultado de
unaimposición forzadapor algunas gran-
des potencias. Son un reagrupamiento en
el quehan sido incorporados los antiguos
agresores, según la fórmula 1 (presiden-
te) +4 (vicepresidentes) de los Acuerdos
de Paz de Sun City. Las dificultades del
Gobierno para controlarlas son enormes.
Ya incluso la más que moderada ONU
ha alzado su voz y ha publicado listas
de decenas de multinacionales implicadas
hasta el cuello en la génesis
y la prolongación de esta tragedia


, Kivu Norte.
12 ● 2009● Marzo ● PUEBLOS ● Información y debate
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Las claves del conflicto
nas ha provocado unas 1.300 víctimas,
permanezca silenciosa frente a las 1.200
diarias del Congo. Han sido necesarios
demasiados años para que salgan a la luz
y sean reconocidas la agresión y el pilla-
je, que algunos venimos denunciando
desde el comienzo. Para nosotros han si-
do años de menosprecio y de desacredi-
tación sistemática de nuestras tesis por
partedelos oráculos deladoctrinaoficial.
Pero para los africanos han sido incom-
parablemente peores,
han sido años de deso-
lación y muerte.
Ahora los hechos
son innegables, lamon-
taña de más de 5 millo-
nes de muertos y la de
miles de toneladas de
materias preciosas y es-
tratégicas expoliadas no
pueden ser ocultadas, ni
son ya, de hecho, nega-
das por nadie. Ahorato-
ca deslegitimar al Go-
bierno de Joseph Kabi-
la equiparándolo con
los agresores. Un Go-
bierno que, aunquesele
puedan criticar muchas
cosas, ha surgido con casi el 60 por cien-
to de los votos en unas incuestionables
elecciones, frente al escaso 2 por ciento
de Azarías Ruberwa, el representante de
los intereses ruandeses. Un Gobierno, el
de Kabila, que se ha atrevido a diversifi-
car sus relaciones con otros gobiernos y
a firmar hace más de un año unos acuer-
dos comerciales y de cooperación muy
importantes con China. Un Gobierno le-
gítimo, surgido por fin deunas elecciones
incontestables después de casi 50 años,
justamente los que han trascurrido desde
la independencia y el asesinato de Patri-
ceLumumba, el líder anticolonialistaase-
sinado también por Estados Unidos y
Bélgica. Demasiados problemas para los
dos tímidos intentos deliberación del yu-
go delacolonización y el neoesclavismo.
Demasiadas coincidencias. Demasiado
descaro por parte de los analistas que en
sus crónicas de la historia reciente del
Congo no hablan de estos intereses inter-
nacionales. Es muy fácil hablar delos crí-
menes del rey Leopoldo II siglos después.
Y en cada fase de este gran proyecto,
queseinició en octubrede1990 con lain-
vasión de Ruanda por parte de Uganda y
del FPR, ha habido siempre las corres-
pondientes estrellas mediáticas "invita-
das". En unacuriosasincronicidad con las
actuaciones que deciden en cada mo-
mento aquellos que realmente conducen
todo este proceso, estas estrellas han sido
el rostro, la pluma y la voz de la propa-
ganda, consciente o inconscientemente.
Termino mis referencias a Vargas Llosa
recordando una entrevista que, justo una
semana después de su reportaje, publicó
también El País. Es una entrevista de
Juan Cruz a Jean Daniel, Fundador deLe
Nouvel Observateur. Lleva este título:
"La capacidad de hacer el mal que tiene
el periodista es devastadora". Y tras esa
afirmación continúa: "En un día o en una
hora se puede deshacer una reputación,
se puede transformar a alguien que tiene
fama de ser honesto en un terrible mal-
hechor. Es un poder terrible."
Las cosas por su
nombre
Con las mentiras de
unos y la inconsciencia
de otros se provocó el
acoso y derribo del Go-
bierno de Ruanda, que
fueel inicio deestagran
desestabilización regio-
nal que aún sigue su
curso. Con las mentiras
de unos y la incons-
ciencia de otros se está
prolongando el martirio
del Congo. Son ya más
de 3 millones de vícti-
mas las habidas en
Ruanda y más de 5 en
el Congo, ¿no es ya su-
ficiente? Hagamos de una vez el diag-
nóstico correcto, empecemos a especifi-
car ya el tipo de conflicto ante el que nos
encontramos. Llamémoslo por su autén-
tico nombre. Y ese no es otro que el de
agresión. Al igual que la de Irak. Y, tam-
bién como en ese caso, se trata de una
agresión promovida por "aquellos que
cuentan". Están muy preocupados por la
creciente influencia de aquellos gobier-
nos que, como el de China, quieren em-
pezar a contar. Por ello EE UU acaba de
poner en marcha su AFRICOM. Aunque
en realidad, en el África de los Grandes
Lagos, le bastan de momento sus gen-
darmes ruandeses para la ejecución desu
proyecto neocolonial.
En el momento en que este artículo
sea publicado, una delegación mallor-
quina de la que formo parte estará vol-
viendo del Congo, por invitación de su
Gobierno. Nos encontraremos con el
presidente Joseph Kabila y los más im-
portantes actores en todo lo relaciona-
do con la superación de este conflicto.
El objetivo de la actual etapa es el de
seguir manteniendo debilitado al Gobierno
de J oseph Kabila en un permanente
estado de impotencia real en el ejercicio
del gobierno a la vez que el Congo es
calificado como Estado fallido


Los mismos que impiden que el Congo
repunte económicamente, están
encantados con esa imagen internacional
de unas tropas congolesas que se
dedican al pillaje


Agosto de 2008. Registro de una familia de desplazados en el campo de Lushebere, Kivu Norte.
Esta familia, de 8 miembros, tendrá que alojarse en una sola choza.
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Información y debate● PUEBLOS ● Marzo ● 2009● 13
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Frente a las graves y permanentes agre-
siones que sufre su pueblo desde hace
años, les manifestaremos todo nuestro
apoyo y el de todos aquellos a los que
representamos. Los responsables últi-
mos regionales de estas agresiones son
fundamentalmente los mismos contra
los que el juez Fernando Andreu Mera-
lles de la Sala Cuarta de la Audiencia
Nacional ha dictado orden internacio-
nal de arresto, como resultado de la que-
rella presentada por nuestro Forum: de-
cenas de máximos cargos del actual
Gobierno de Ruanda.
Precisamente uno de los últimos tes-
tigos presentados ha testificado, con ple-
no y directo conocimiento de causa, que
fue Paul Kagame quien ordenó el ase-
E
l pasado 10 de noviembre, las principales coordinadoras y
campañas de ONG y movimientos sociales españolas
enviaron una carta al Gobierno y al representante español ante
Naciones Unidas, en la que se expresaba la extrema preocupa-
ción por la alarmante escalada de violencia en la República De-
mocrática del Congo (RDC); uno de los conflictos más sangrien-
tos de las últimas décadas con más de 5 millones de muertos.
En dicha carta, las organizaciones instan a una acción enér-
gica e inmediata de la comunidad internacional para proteger
a la población civil y asistir a las más de 1.600.000 personas
desplazadas.
Asimismo, denuncian el incumplimiento del mandato de
la Misión de Naciones Unidas para Congo (MONUC), la ma-
yor misión de paz de la ONU con 17.000 efectivos que, paradóji-
camente, no son capaces de impedir las atrocidades contra la po-
blación civil de los 6.000 combatientes de las tropas rebeldes del
general Nkunda. La MONUC viene siendo denunciada por su in-
diferencia e incluso implicación en operativos de los diferentes
grupos armados que han causado la muerte de civiles y despla-
zamientos de la población. En la carta se señala que la respon-
sabilidad española ejercida al asumir el mando de las tropas de
la MONUC en septiembre pasado no puede acabar con la dimi-
sión del general Vicente Díaz de Villegas a los escasos dos me-
ses de asumir el cargo. Por ello, se solicita una investigación in-
mediata e independiente sobre la actuación de la MONUC.
Por último, las organizaciones denuncian que la verdadera
causa del conflicto está en el control de la explotación de las ri-
quezas mineras del Congo (coltán, oro, diamantes, cobre, cobal-
to, uranio, estaño..), así como en el negocio del tráfico de armas.
En dicho comercio están implicadas empresas multinacionales
estadounidenses y europeas que actúan con la complicidad de
las potencias internacionales. Por ello instan al Gobierno a ejer-
cer toda la diplomacia necesaria para que la comunidad in-
ternacional apoye la reactivación del proceso de paz, tratan-
do con prioridad la relación entre la explotación de recursos
naturales y la violación de Derechos Humanos, garantizando
la soberanía del Estado congoleño sobre sus recursos naturales
de acuerdo con el derecho internacional.
Al mismo tiempo, el 11 de noviembre de 2008, el Pleno del
Senado Español aprobó una moción en la que se insta al Go-
bierno español, entre otras cosas, a reforzar la cooperación con
todos los organismos internacionales para proteger a la población
civil agredida y garantizar la independencia del Estado soberano
de la República Democrática del Congo para que pueda gestio-
nar y controlar sus recursos naturales de acuerdo con el derecho
internacional y establecer libremente convenios comerciales con
cualquier Estado
I
.
A este respecto, algunas de las organizaciones firman-
tes de la carta han recibido una respuesta por parte del
Gabinete de la Presidencia del Gobierno en la que se rei-
tera el apoyo a la MONUC y se hace referencia a los proce-
sos de Goma y Nairobi como el ¨marco apropiado para lo-
grar la estabilidad en el Este de la República democrática
del Congo¨. Las Coordinadoras y Campañas de ONG fir-
mantes consideran que esta contestación hace oídos
sordos a sus demandas en cuanto a la necesidad de una
revisión a fondo de la presencia de Naciones Unidas en el
territorio, así como la urgencia de activar un proceso de paz
que aborde con prioridad la verdadera causa del conflicto:
el control de los recursos naturales por parte de intereses
económicos de multinacionales y potencias internacionales;
así como el tráfico de armas internacionales que llegan con-
tinuamente a la región.
Por todo ello, las organizaciones denuncian la falta de res-
puesta del Gobierno español a sus demandas, así como la
falta de evidencias concretas que muestren acciones com-
prometidas con la defensa de los Derechos Humanos y la
promoción de la paz; conforme a las obligaciones internacio-
nales y los ejes prioritarios proclamados para la política exte-
rior de España y de la Unión Europea en África, y en concreto
en la República Democrática del Congo.
Firmado
Campaña ¿Quién debe a Quién?

Coordinadora de
ONG para el Desarrollo – España

Forum Internacional
para la Verdad y la Justicia en el África de los Grandes
Lagos

Federación de Comités de Solidaridad con
África Negra - UMOYA

Federació Catalana d'ONG per
al Desenvolupament

Coordinadora de ONGD de
Euskadi - Euskadiko GGKEen Koordinakundea

Coordinadora ONGD Extremadura

Coordinadora
Andaluza de Organizaciones No Gubernamentales para
el desarrollo

Coordinadora de ONGD La Rioja

Coordinadora d'ONG Solidàries de les comarques
gironines i l'Alt Maresme

Coordinadora d´ONG pel
desenvolupament, la defensa dels drets humans i la Pau
de Tarragona

Federació Catalana d'ONG pels Drets
Humans

Federació Catalana d'ONG per la Pau

Agora Nord-Sud

Plataforma per la Pau Lloret

Drets
Humans de Mallorca
Contactos:

Jordi Palou (Forum Internacional para la Verdad y la Justicia
en el África de los Grandes Lagos): 93 459 09 51

María García (Campaña ¿Quién debe a Quién?): 616462249
- Carles Soler : 93 423 70 31 / 654 66 27 87
ONGs denuncian la falta de respuesta del Gobierno español a sus demandas
para una acción inmediata y efectiva ante la tragedia humanitaria en el Congo
4 de diciembre de 2008
I Ver la resolución en: www.veritasrwandaforum.org/dosier/resol_senado_es.pdf
14 ● 2009● Marzo ● PUEBLOS ● Información y debate
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Las claves del conflicto
*Juan Carrero Saralegui es presidente del
Forum Internacional para el África de los
Grandes Lagos.
sinato de Laurent Kabila. Según tal tes-
timonio, se logró así abortar las impor-
tantes relaciones comerciales que su
Gobierno estaba a punto de establecer
con China y Venezuela, países "indese-
ables" para aquellos gobiernos y lobbies
anglófonos y europeos que controlan y
explotan esos extraordinarios recursos
en condiciones de verdadero expolio.
Por ello, en dicha entrevista con el pre-
sidente Kabila, el senador del Bloc per
Mallorca, Pere Sampol i Mas, le entre-
gará la moción aprobada en el Senado
por unanimidad, en la que se insta al
Gobierno español y a las Naciones Uni-
das a "garantizar que un Gobierno so-
berano como el del Congo pueda ges-
tionar y controlar sus recursos naturales
de acuerdo con el derecho internacional
y establecer libremente convenios co-
merciales con cualquier Estado". Y tam-
bién a "que proteja a la población civil
agredida por elementos armados con-
goleses y ruandeses liderados por Lau-
rent Nkunda con el apoyo del ejército
de Rwanda y garanticen la independen-
cia de un Estado soberano como el de la
República Democrática del Congo, a la
vez que ejerza un control que evite que
en ambos bandos se produzcan masa-
cres indiscriminadas"
2
.
Asu vez, el director general de Coo-
peració Internacional de las Baleares, Jo-
séRamón Balanzat Torres, leentregarála
Proposición no de Ley, aprobada en el
Congreso por unanimidad, en la que se
insta al Gobierno a activar los mecanis-
mos necesarios paraqueseentregueaEs-
paña a los 40 altos mandos del FPR, acu-
sados del asesinato de 9 españoles y de
grandes masacres en Ruanda y el Congo,
contra los que el juez Andreu dictó orden
de arresto el 6 de febrero de 2008
3
. Tam-
bién Jordi Palou Loverdos, el represen-
tante legal de nuestro Forumy de las víc-
timas españolas, ruandesas y congolesas,
leentregaráun extracto del citado auto del
juez Andreu
4
, que tanto está ayudando a
modificar la imagen internacional del
FPR y su líder Paul Kagame.
Y finalmente, yo mismo le haré en-
trega de la carta que, el pasado 10 de no-
viembre, las principales coordinadoras y
campañas de ONG y movimientos so-
ciales españolas enviamos al Gobierno
español y a su representante ante Nacio-
nes Unidas, expresando nuestra extrema
preocupación por la alarmante escalada
de violencia en el Congo. En dicha carta,
las organizaciones instamos a una acción
enérgica einmediata dela comunidad in-
ternacional para proteger a la población
civil y asistir a las más de 1.600.000 per-
sonas desplazadas. También denuncia-
mos que la verdadera causa del conflicto
está en el control de la explotación de las
riquezas mineras del Congo. Por ello ins-
tamos al Gobierno a ejercer toda la di-
plomacia necesaria para que la comuni-
dad internacional apoye la reactivación
del proceso de paz, tratando con priori-
dad la relación entrela explotación dere-
cursos naturales y la violación de Dere-
chos Humanos, garantizando la sobera-
nía del Estado congoleño sobre sus re-
cursos naturales de acuerdo con el dere-
cho internacional.
Hay que tener también en cuenta los
lazos afectivos que, cada vez más, se van
estableciendo entre el pueblo del Congo
y el de España. En especial, no hay que
olvidar que 4 maristas españoles, cuyas
familias están personadas en la querella
criminal de nuestro Forum, fueron tam-
bién asesinados el 31 de octubre de 1996
por las tropas ruandesas y, más concreta-
mente, por orden de Paul Kagame, en el
Este del Congo. En los mismos lugares
en los que recientemente Ruanda, por
medio de Laurent Nkunda, ha cometido
otra vez sus crímenes. Para detener sus
ataques, éste exigió, de nuevo, que el
Congo rescindieselos importantes acuer-
dos ya firmados con China.
El pueblo del Congo, con sus 450
etnias históricamente pacíficas y hospi-
talarias, no se merecen lo que desde ha-
ce siglos se está haciendo con él. En es-
pecial, la gran tragedia que ha sufrido
esta última década debería avergonzar
a cualquier ser humano con sensibilidad
y movilizar toda su solidaridad. En prin-
cipio, las perspectivas de futuro no son
demasiado alentadoras para este pueblo
criminalizado, asolado y abandonado
por casi todo el mundo. Dada la impor-
tancia de los intereses que están en jue-
go, la naturaleza inmisericorde de tan-
tos responsables de las grandes decisio-
nes que marcan el futuro de nuestro
mundo, las inexorables dinámicas de los
sistemas que lo rigen, la fuerza con la
que es desplegada la propaganda, la
confusión aún reinante en la sociedad y
la consiguiente desmovilización, no nos
permiten ser demasiado optimistas.
Pero la resiliencia de estos pueblos
africanos y su capacidad deregeneración
fundamentan la esperanza de que las cir-
cunstancias puedan ir conduciéndonos
hacia el fin de la impunidad. La expe-
riencia del día a día de la lucha de nues-
tro Forumpara dejar en evidencia a los
criminales, me ha dado la convicción in-
terna de que "no se puede engañar a todo
el mundo durante todo el tiempo", como
afirmabaGandhi. Y alavez, lacertezade
que el hacer emerger la verdad es un pa-
so trascendental paragenerar cambios re-
ales. De hecho, a medida que va afloran-
do la verdad, se están empezando a pro-
ducir cambios. Así, y sólo a título de
ejemplo, podemos referirnos al hecho de
que, en estos últimos días, Holanda y
Suecia hayan cancelado sus ayudas a
Ruanda
5
. Ha sido el resultado del recien-
te informe de la ONU, en el que se de-
nuncia que es el Gobierno de Kagame el
que financia y sostiene la "rebelión" has-
ta ahora liderada por Nkunda.❑
Con las mentiras de unos y la
inconsciencia de otros se provocó el
acoso y derribo del Gobierno de Ruanda,
que fue el inicio de esta gran
desestabilización regional que aún sigue
su curso


2 Ver: www.veritasrwandaforum.org/dosier/re
sol_senado_es.pdf
3 Ver: www.veritasrwandaforum.org/dosier/
28.11.08_plural_congreso.pdf
4 En: www.veritasrwandaforum.org/dosier/re
sol_auto_esp_06022008.pdf
5 En: www.veritasrwandaforum.org/dosier/
18.12.08_economist_subvencion_es.pdf
Información y debate● PUEBLOS ● Marzo ● 2009● 15
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ha permanecido hasta hoy. Y es que el
Este sigue en pie de guerra, como lo
constatan los equipos de Médicos Sin
Fronteras que trabajan en la zona,
pues pese a los discursos oficiales so-
bre la progresiva pacificación del pa-
Paula Farias*
D
ieciséis años de guerra. ¿Dón-
de estábamos nosotros hace
dieciséis años? ¿Dónde está-
bamos cuando Sudáfrica estaba a pun-
to de acabar con la vergüenza de su
Apartheid, Bill Clinton tomaba el rele-
vo de George Bush padre y Barcelona
andaba de Olimpiadas? Si esta misma
pregunta se la hiciéramos a un congo-
lés, la respuesta sería muy fácil, pues
hace dieciséis años el Congo estaba en
el mismo lugar y en el mismo tiempo
violento en el que hoy continúa.
En la década de los noventa, el
Congo, llamado entonces Zaire y pre-
sidido por Mobutu ‘Sese’ Seko y su
cleptocrático sistema de gobierno, es-
taba plenamente sumergido en su pro-
ceso de desintegración; con un ejérci-
to descontento que se financiaba me-
diante el saqueo y con un pillaje siste-
mático de los recursos naturales con
nulo beneficio para las arcas estatales
y el consiguiente colapso del sector pú-
blico y de los servicios básicos.
Desde entonces, y con tan propicio
caldo de cultivo de fondo, los conflic-
tos en Congo han sido un continuo
"suma y sigue". En 1992, las etnias
Banyarwanda y Hunde se enfrentaron
en los Kivus por las tierras y el control
político provocando los primeros des-
plazamientos masivos de población.
Apenas dos años después, la violencia
del genocidio ruandés cruzó la fronte-
ra siguiendo a la llegada de refugiados,
entre quienes se escondían los respon-
sables de las matanzas en el país veci-
no. Y dos años más tarde Laurent Ka-
bila, con su levantamiento, extendió la
violencia desde el Este a todo el país,
marcando el inicio de la guerra del
Congo e implicando, en una segunda
"ronda" a partir de 1998, a las poten-
cias regionales en apoyo de uno u otro
bando, en lo que dio en llamarse la
primera guerra mundial africana.
Terminada ésta, la violencia retor-
nó a su lugar de origen, el Este, y allí
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La última crisis en el Este de la República Democrática del Congo
le ha hecho recuperar al país la atención internacional y le ha
vuelto a dar esa visibilidad que se tiene cuando se está bajo los
focos. Sin embargo, el revuelo mediático resulta poco explicable
cuando en el Congo la guerra se desarrolla desde hace ya dieciséis
años. Un tiempo lo suficientemente largo como para que las tres
cuartas partes de los habitantes de los Kivus, un lugar donde la
esperanza de vida apenas llega a los 45 años, hayan nacido
bajo las balas y no hayan conocido otra cosa que no sea el
vivir en guerra. Un tiempo lo suficientemente largo como
para que un chaval llamado Louis, de 18 años, pueda
decir algo así de terrible: "cuando nací, ya había guerra.
Yaún sigue… Tengo 18 años. El futuro es morir".
Congo exhausto
Agosto de 2008. Una niña y su abuelo esperan consulta en el hospital de Mueso, Kivu Norte.
16 ● 2009● Marzo ● PUEBLOS ● Información y debate
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Las claves del conflicto
ís tras la elección de J oseph Kabila, y
pese a los acuerdos de paz (los últi-
mos en enero de 2008), los grupos ar-
mados no bajan las armas, sucedién-
dose en un permanente baile de siglas,
FDLR, CNDP, LRA... que tienen la
fácil traducción de que la paz y la pre-
tendida estabilidad del Este son me-
ros espejismos.
Y así nos encontramos ante cientos
de miles de personas que han estado
huyendo de un lugar a otro desde que
la guerra se dio oficialmente por ter-
minada en 2003, pues las escaramuzas
entre el ejército y las distintas rebelio-
nes nunca han parado. La del ahora de-
tenido general Laurent Nkunda, si bien
no encajaba en la definición de escara-
muza por el uso de artillería pesada y
los grados de violencia alcanzados, ha
sido sólo la última.
La de los Kivus es una población
que huye, y que con cada nuevo des-
plazamiento va dejando más cosas
atrás. Cada vez más precarios, cada vez
más vulnerables. Una población que al
comienzo cargaba colchón, comida y
ropa, y que ha ido dejándolo todo por
el camino para desplazarse ahora tan
sólo con lo puesto. Según la ONU, a fi-
nales de 2008, en tan sólo cuatro me-
ses casi 135.000 desplazados se unie-
ron a los más de 850.000 con que ya
contaba la región. Es decir, uno de ca-
da tres habitantes de Kivu Norte es
desplazado. Y en el Este del Congo,
uno es desplazado no una ni dos, sino
muchas veces, tantas como su pueblo,
sus tierras, su casa, se encuentren en el
punto de mira de los grupos armados.
Van y vienen. Desaparecen.
En Nyanzale y Kabizo, los equipos
de MSF atendían en octubre a 250.000
desplazados, algunos recién llegados,
otros menos: todos ellos huyeron de
nuevo en apenas unas semanas. Su ras-
tro se perdió por completo. Huyeron
como todos los demás, con lo puesto,
perdiendo a sus familiares por el ca-
mino, a veces viéndose obligados a es-
conderse en los bosques en improvisa-
dos refugios de ramas, o en agujeros, y
comiendo lo poco que podían recoger
allí mismo. Son decenas de miles de
personas a las que ninguna organiza-
ción de ayuda puede acceder, porque
la de los Kivus es, además, una pobla-
ción que a menudo se ve obligada a vi-
vir escondida donde nadie más llega.
Resulta difícil explicar las condi-
ciones en que se producen estas huidas
a la desesperada. "Nuestros hijos co-
rrieron en todas direcciones y aún no
les hemos encontrado", "nos vimos
atrapados en un tiroteo", "una bala al-
canzó a mi mujer por la espalda e hirió
también a mi hijo" o "destruyeron
nuestra casa" son algunos de los testi-
monios habituales que apenas alcanzan
a expresar la brutal violencia directa-
mente ejercida contra los civiles en
Congo. Uno de los pacientes, que se
había visto forzado a huir de un pueblo
a otro, explicaba a nuestros equipos
que tenía la sensación de que la guerra
le perseguía.
Para quienes llegan a los campos
de desplazados, cerca del lago Kivu, la
vida quizás sea algo más segura pero
no más fácil. Lejos de sus cultivos y
sus trabajos, hacinados en chozas, con
condiciones inadecuadas de agua y sa-
neamiento y completamente depen-
dientes de una ayuda externa que llega
de forma insuficiente, los desplazados
viven en unas condiciones de extrema
vulnerabilidad. Que llegó incluso a fi-
nales de 2008 a volver a ver, tras el au-
mento de los casos de diarrea, al fan-
tasma del cólera, evocando la terrible
epidemia de 1994 y señalándose como
un preocupante síntoma de que las co-
sas están lejos de estar controladas.
Una de las pruebas más sangrantes
de esta realidad es la violencia sexual,
que se ha convertido en una práctica
habitual de los grupos armados. Porque
la violación, que durante los picos de
violencia alcanza siempre en este país
proporciones epidémicas, es un arma
de guerra utilizada por todos los grupos
armados sin excepción para aterrorizar
a la población. Y así, al hospital de
MSF en Nyanzale, por poner un ejem-
plo, llegan todas las semanas una me-
dia de 30 víctimas, mujeres y niñas, al-
gunas de apenas 5 años, agredidas con
una crueldad que quiebra el ánimo a los
equipos sanitarios más curtidos en es-
tas lides. Ramas, cuchillos, palos. La
barbarie en estado puro. Y sumado a to-
do ello, el peligro de los contagios, el
estigma, y finalmente la escandalosa
impunidad de los violadores.
Ineficacia y olvido
El enquistamiento de la crisis congo-
leña tiene tintes de causa perdida. De
hecho, hasta hace apenas dos años, la
comunidad internacional, representa-
da en la ONU, la había dado por zan-
jada tras las elecciones en las que J o-
seph Kabila se confirmó en la presi-
dencia. J ugando la baza de una pre-
tendida normalidad, los países donan-
tes se apresuraron a destinar fondos a
programas de rehabilitación, cuando
la realidad que se vivía en gran parte
del país exigía una intervención de
emergencia. Una emergencia desaten-
dida como lo sigue siendo a día de
hoy, con algunas regiones con las ta-
sas de mortalidad y morbilidad inclu-
so superiores a las de los peores mo-
mentos de la guerra, y con unos hos-
pitales a los que no han dejado de lle-
gar heridos, enfermos y víctimas de la
violencia sexual.
Por otro lado, la ofensiva de las
fuerzas de Nkunda el pasado otoño pu-
so de manifiesto la ineficacia de la
MONUC que, a pesar de su esfuerzo
financiero y humano –17.000 efecti-
vos para cubrir una extensión cuatro
veces más grande que España–, no ha
conseguido cumplir con su doble man-
dato de estabilización del país y pro-
tección de la población. Y no sólo eso,
Según la ONU, a finales de 2008, en tan
sólo cuatro meses casi 135.000
desplazados se unieron a los más de
850.000 con que ya contaba la región


Hace dieciséis años el Congo estaba en el
mismo lugar y en el mismo tiempo violento
en el que hoy continúa


Información y debate● PUEBLOS ● Marzo ● 2009● 17
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*Paula Farias es presidenta
de Médicos Sin Fronteras (MSF) España.
pues acciones discu-
tibles adoptadas du-
rante los últimos
combates, como la
escolta armada de
los convoyes de
ayuda humanitaria
de algunas organiza-
ciones, han puesto
en peligro el acceso
de ésta a las pobla-
ciones aisladas.
La MONUC tie-
ne una misión políti-
ca y militar, que ha
cumplido a menudo
participando junto al
Ejército congoleño
en los combates
contra las fuerzas de
Nkunda, y antes
contra otros grupos
rebeldes. No es por
tanto un actor neu-
tral ni es percibido
como tal. En estas
circunstancias, de-
jarse escoltar por la
MONUC para in-
tentar llevar ayuda a una zona contro-
lada por la rebelión es peligroso, pri-
mero por convertir el convoy en blan-
co de los ataques armados, y segundo
por el riesgo de ser asociado, por par-
te de la población, a una de las partes
en conflicto. Convoyes del Programa
Mundial de Alimentos (PAM) y del
Alto Comisionado de la ONU para los
Refugiados (ACNUR) ya han sido
apedreados por civiles indignados por
la insuficiente protección que, consi-
deran, reciben de la MONUC.
La República Democrática del
Congo (RDC) se confirma así como
otro escenario en el que la confusión
entre actores armados y actores huma-
nitarios tiene implicaciones más allá de
las sólo dialécticas. Cierto que son po-
cas las organizaciones que a día de hoy
se aventuran a trabajar fuera de Goma,
pero sin duda la solución a la inseguri-
dad no pasa por una escolta militar. El
objetivo de estas últimas es acceder a
zonas poco seguras, pero de hecho só-
lo llegan a las principales zonas urba-
nas y no a los bosques donde se en-
cuentran los desplazados, y además sus
itinerarios dependen finalmente de los
intereses de la MONUC y no de las ne-
cesidades humanitarias. Por tanto la
pérdida de la independencia ni siquie-
ra tiene un claro impacto en la eficacia
de esa ayuda.
Para MSF, la solución ha sido
siempre sólo una: llegar a los centros
de salud en zona rebelde requiere ha-
blar continuamente con los diferentes
grupos armados, a veces con hasta
cuatro o cinco representantes distintos
para garantizar la
seguridad del paso.
Esta ha sido la úni-
ca forma de mante-
ner en funciona-
miento los puestos
de salud durante los
últimos combates y
la clave para haber
podido seguir traba-
jando todos estos
años, incluso cuan-
do el foco de la
atención internacio-
nal estaba en otra
parte.
Tras quince años
de guerra, la pobla-
ción de los Kivus
está al límite, está en
estado crítico. Pero
también lo están la
de Katanga o la de
la Provincia Orien-
tal... En esta última,
a la inestabilidad in-
terna se han suma-
do a finales de 2008
los asaltos de la
guerrilla ugandesa, el Ejército de Li-
beración del Señor (LRA), que se han
saldado con más de un millar de
muertos y 130.000 desplazados, y la
campaña conjunta lanzada en su con-
tra por los Ejércitos de RDC, Uganda
y Sudán.
Congo está exhausto y necesita
ayuda, como también necesita una paz
urgente. Pero lamentablemente con es-
to no bastaría pues necesita mucho
más. Necesita recuperar su futuro. Ne-
cesita una generación que nazca en
paz, que crezca con acceso a la educa-
ción y la salud y sin secuelas psicoló-
gicas por el horror en el que ha vivido.
Una generación sin niños soldado, que
recupere la confianza perdida en las
instituciones y en las fuerzas de segu-
ridad. Congo está exhausto, sí, pero si
algo necesita con urgencia es una ge-
neración de chavales que hayan deja-
do de pensar, como Louis, que "el fu-
turo es morir".❑
La República Democrática del Congo
se confirma así como otro escenario en
el que la confusión entre actores armados
y actores humanitarios tiene
implicaciones más allá de las sólo
dialécticas


Agosto de 2008. Ngarambe Rukambika, de 49 años de edad, acompaña a su hijo de nueve meses en el hospital
de Masisi (Kivu Norte). El pequeño fue herido de un disparo en la pierna, en el mismo ataque en el que su madre,
que cargaba con él a la espalda, resultó muerta. Toda su familia se ha dispersado.
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18 ● 2009● Marzo ● PUEBLOS ● Información y debate
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Un reto: la gestión horizontal
del conocimiento en organizaciones
sin ánimo de lucro
Alberto Gómez*
Cada día es más evidente que los
procesos de aprendizaje se
desbordan de los límites que los
reducían al espacio de las aulas.
Cualquiera que haya participado en
este tipo de procesos de instrucción
sabe que, por activo/a que se
procure ser, la transferencia
unidireccional de información no va
siempre unida a un aprendizaje
significativo. Muchos de nuestros
conocimientos –sin querer devaluar
los que obtenemos en las aulas– los
adquirimos en el ámbito de nuestro
mundo de vida, es decir, a través de
nuestra participación en el mundo
1
.
Somos seres sociales, por lo que el
aprendizaje se produce en las idas y
venidas de nuestra interacción con
otros. Cuando asistimos a clases o
estudiamos, pero también cuando
hacemos nuestro trabajo, cuando
compartimos opiniones o maneras
de hacer, cuando algo nos desafía,
cuando nos equivocamos, cuando
nos enfrentamos a distintos puntos
de vista, cuando tratamos de
comprender qué hay de verdad en
afirmaciones contradictorias, etc.
Comunicación
D
ebemos entonces dar unos pasos
más allá del concepto de apren-
dizajecomo adiestramientopara
afirmar que la adquisición y la produc-
ción denuevos conocimientos va unida a
un estar involucrado en el mundo. El co-
nocimiento no está ahí, grabado en pie-
dra desde el principio de los tiempos, pa-
raquealguien nos lo trasmitaen unachar-
la magistral, sino que lo inventamos y
reinventamos continuamente a través de
nuestras prácticas cotidianas.
¿Qué ocurriría si adoptáramos una perspectiva
diferente que colocara el aprendizaje
en el contexto de nuestra propia experiencia
de participación en el mundo?
(Etienne Wenger)
1 Wenger , Etienne (1998): Comunidades de
Práctica: Aprendizaje, significado e identidad,
Barcelona, Ed. Paidós.
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a los nuevos desafíos del entorno (nue-
vas problemáticas, nuevos aliados,
nuevos enfoques y maneras de hacer,
etc.), y también para afrontar las ten-
siones al interior de nuestras organiza-
ciones y gestionar las transformacio-
nes necesarias
3
.
Es primordial para las organiza-
ciones en general, tengan o no ánimo
de lucro. Aunque, a diferencia del
sector empresarial, que más bien ha-
blaría de un estar en el mercado, las
organizaciones sin ánimo de lucro
trabajamos inmersas en una realidad
aún más compleja, movidas, además,
por proyectos ético-políticos que pre-
tenden la transformación de esa rea-
lidad. Por ello, también a diferencia
de aquel, nuestra manera de gestionar
el conocimiento no puede limitarse a
Información y debate● PUEBLOS ● Marzo ● 2009● 19
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Qué nos reta
Todos nosotros/as somos sujetos de
conocimiento, es cuestión de generar
mecanismos y dinámicas que nos per-
mitan exteriorizar y compartir lo que
sabemos y construir nuevos saberes.
Saberes que, por otra parte, estén es-
critos realmente en piedra o en gran-
des tomos enciclopédicos o galardo-
nados con un Nobel, siempre pueden
ser matizados, enmendados e, inclu-
so, negados en su totalidad. No hay
recetas y fórmulas infalibles, no hay
maneras unívocas de percibir o inter-
pretar el mundo, y mucho menos de
hacer las cosas. Esto lo saben bien
quienes trabajan en organizaciones de
Cooperación para el Desarrollo o de
defensa de los Derechos Humanos, y
en general los que han podido com-
probar –tras esa primera ojeada sedu-
cida por lo diferente y lo exótico– la
evidencia de la diversidad humana en
sus distintas dimensiones, así como
la multiplicidad de factores con los
que esas dimensiones interaccionan.
El mundo es incognoscible en su
totalidad
2
, aunque cierta soberbia cien-
tificista haya querido –y a veces con-
seguido– hacernos creer lo contrario.
Sin embargo, nos aventuramos, y lo
hacemos con algunos valores, criterios,
teorías comprobadas en mayor o me-
nor medida, y nuestro bagaje personal.
Nos organizamos, le damos un signifi-
cado a las cosas –lo justo y lo injusto,
lo conveniente e inconveniente, la ma-
nera correcta e incorrecta de hacer las
cosas, etc.– y definimos políticas, nor-
mas y procedimientos para orientar
nuestro quehacer de acuerdo a esos sig-
nificados y valores. Lo hacemos en un
mundo que cambia constantemente,
provocando desajustes al interior de
nuestras organizaciones y entre éstas y
su entorno. Y este estar en un mundo
que cambia nos llama –o debería lla-
mar– a comprender que la gestión del
conocimiento es fundamental y urgen-
te de abordar. Para conocer mejor dón-
de, con quién y cómo trabajamos y ha-
cerlo cada vez mejor, para adecuarnos
Podemos señalar tres factores
fundamentales: voluntad institucio-
nal, cultura organizacional y meto-
dología. Un buen sistema de gestión
del conocimiento organizacional re-
quiere del apoyo activo de los direc-
tivos de una organización. Sin él, se-
rá difícil –o imposible– que se con-
solide. La dirección es responsable
de promover al interior de su organi-
zación una cultura de aprendizaje.
Procurando regularmente espacios
para llevar a cabo procesos de refle-
xión participativa que contribuyan a
la mejora de las prácticas; valorando
positivamente las opiniones y apor-
taciones de los miembros de la orga-
nización, estando abierta a posibles
innovaciones, asumiendo sus riesgos.
Siempre existe la posibilidad de
equivocarse, pero también de apren-
der de los errores. Éxitos y errores
son igual de importantes para el
aprendizaje y la mejora, siempre que
existan dinámicas de reflexión al
respecto y no de culpabilización e
imposición de sanciones.
Pero no todo depende de la direc-
ción de la organización. El interés de-
be también emerger y expandirse des-
de y por abajo, sin atender a los or-
ganigramas. La gestión del conoci-
miento organizacional pertenece, o
debería pertenecer, a las lógicas de lo
colectivo y lo funcional, no a las de
lo jerárquico. Son todos los involu-
crados en los distintos procesos lle-
vados a cabo –independientemente
del cargo que detenten– quienes, a
través de sus prácticas, aprenden, tan-
to para seguir haciendo lo que hacen
como para mejorar la calidad de lo
que hacen.
La finalidad de un sistema de ges-
tión del conocimiento es asegurar el
paso del conocimiento tácito de los in-
volucrados en los distintos procesos de
la organización a conocimiento explí-
cito, y su intercambio con los demás
interesados
4
. Es al hacer explícito y
compartir el conocimiento tácito cuan-
do, por una parte, se reafirma e inte-
sistemas impuestos verticalmente y
sostenidos casi únicamente sobre cri-
terios de rentabilidad. Ni tampoco de-
bemos confundir la gestión del cono-
cimiento con la simple (que por otro
lado nunca suele ser simple) instala-
ción de costosas plataformas tecno-
lógicas para gestionar la información.
Sin querer afirmar con ello que este
tipo de herramientas sean poco útiles
o innecesarias, dependiendo del ta-
maño y dispersión de la organización,
pueden llegar a ser imprescindibles.
Cómo afrontar el reto
¿Cuáles son los factores claveparalaim-
plantación y éxito de un sistema de ges-
tión del conocimiento organizacional?
Debemos dar unos pasos más allá
del concepto de aprendizaje como
adiestramiento para afirmar que la
adquisición y la producción de nuevos
conocimientos va unida a un estar
involucrado en el mundo


2 Morin, Edgar (1995): Introducción al pensa-
miento complejo, Barcelona, Ed. Gedisa .
3 Argyris, Chris (1993): Conocimiento para la ac-
ción, Barcelona, Ed Granica.
4 Nonaka y Takeuchi (1995): The Knowledge Cre-
ating Company, Oxford University Press.
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Comunicación
rioriza lo aprendido y, por otra, se con-
trasta con visiones distintas, generan-
do así nuevo conocimiento. El interés
y el hábito de las personas que confor-
man una organización en llevar a cabo
este tipo de procesos, unido a su pro-
moción y valoración por la dirección,
irá generando una cultura organizacio-
nal de aprendizaje. Una vez se conso-
lide esa cultura podremos implantar
con éxito tecnologías que nos faciliten
las cosas.
¿Con quéinstrumentos contamos pa-
ra empezar a introducir en nuestra orga-
nización una gestión del conocimiento
horizontal sin incurrir en grandes costes
tecnológicos o de consultoría?. Propo-
nemos aquí dos metodologías que pue-
den ser complementarias: las Comuni-
dades de Aprendizaje y la Sistematiza-
ción de Experiencias.
Una Comunidad de Aprendizaje
es un grupo de trabajo unido por un
interés y compromiso común en una
o varias temáticas, destinado a des-
arrollar las capacidades de sus miem-
bros y a compartir y generar conoci-
miento desde su experiencia. Los
miembros del grupo comparten infor-
mación, debaten en torno a contro-
versias, identifican problemas y apor-
tan soluciones, proponen nuevas ide-
as y prácticas, experimentan y evalú-
an sus innovaciones y difunden lo
aprendido durante el proceso.
Las pautas metodológicas del gru-
po serían, más o menos, las siguientes:
Identificar las temáticas o asuntos con-
cretos acerca de los cuales queremos
mejorar. Compartir con los otros
miembros del grupo las propias teorí-
as y modos de acción al respecto; es
decir: cómo procedemos y cuáles son
las suposiciones de causa–efecto en las
que nos basamos. Discutir acerca de
ello, en función de las distintas expe-
riencias de los miembros del grupo.
Identificar debilidades y riesgos en
los propios modos y teorías de acción,
así como fortalezas y oportunidades
para afrontarlos. Documentar y di-
fundir conclusiones y lecciones apren-
didas, buenas prácticas o prácticas fa-
llidas. En definitiva, se trata de hacer
explícitos los conocimientos, valora-
• Definición del Objetivo: para qué
queremos sistematizar. Cuál es el
sentido y la utilidad de sistematizar
esta experiencia en concreto.
• Definición del Objeto de la siste-
matización: Qué proceso quere-
mos sistematizar. Dónde y cuán-
do tuvo lugar. Quiénes estuvieron
involucrados.
• Definición del Eje de la sistemati-
zación: Cuáles son los aspectos
concretos del proceso que más nos
interesan.
• Reconstrucción histórica de la ex-
periencia: Cuáles son los hitos
principales, las acciones empren-
didas, las decisiones y personas in-
volucradas en ellas.
• Reflexión crítica: Cuáles son nues-
tros errores y aciertos al participar
en el proceso. Cómo podríamos
haber evitado los errores y poten-
ciado los aciertos.
• Elaboración de Lecciones Apren-
didas y Recomendaciones: Qué
principios y criterios podemos ex-
traer de nuestra reflexión que serí-
an útiles para mejorar nuestra ma-
nera de hacer las cosas y gestionar
procesos similares.
• Socialización: Cuándo y cómo se
darán a conocer los resultados,
Lecciones Aprendidas y Recomen-
daciones de la sistematización.
Desde aquí, animamos a los lec-
tores a profundizar en ambas meto-
dologías, a tratar de aplicarlas y ade-
cuarlas a sus realidades organizacio-
nales, ya sea para la mejora de sus
procesos de gestión o de sus procesos
de intervención. Son un buen camino
para asegurar la generación de cono-
cimiento de manera colectiva, hori-
zontal y crítica. Son por ello espacios
de empoderamiento, de generación
de capacidades
6
, de construcción de
identidad y sentido organizacional.❑
*Alberto Gómez es responsable de la Unidad de
Aprendizajes Compartidos de la Fundación
Ayuda en Acción.
ciones y sugerencias acerca de las
propias experiencias y compartirlos
con otros para llegar a conclusiones
útiles en la consecución de los retos
de la organización.
La Sistematización de Experien-
cias
5
es la reconstrucción e interpreta-
ción de un proceso por parte de los in-
volucrados. Adquiere su principal sen-
tido en su participación y en su refle-
xión crítica, consideradas por diferen-
tes enfoques como criterios funda-
mentales para el aprendizaje y la pro-
ducción colectivas de conocimiento.
Se trata de identificar y deliberar so-
bre los momentos o aspectos más sig-
nificativos de un proceso, los proble-
mas y conflictos surgidos, las solucio-
nes dadas, las debilidades y fortalezas
detectadas. Qué pasó, por qué pasó lo
qué pasó.
Aunque podemos encontrarnos con
diferentes enfoques y metodologías pa-
ra llevar a cabo una sistematización de
experiencias, casi todos coinciden en
una serie de pasos clave que señalamos
a continuación.
5 J ara, Oscar (1994): Para Sistematizar Expe-
riencias: una propuesta teórica y práctica, Cen-
tro de Estudios y Publicaciones – Alforja.
6 J ara, Oscar (2002): “El Desafío Político de
Aprender de Nuestras Prácticas”. Ponencia pre-
sentada en el “Encuentro de la Red Internacio-
nal de Educación para el Desarrollo y Educa-
ción Popular Polygone”.
Tampoco debemos confundir
la gestión del conocimiento con la
simple –que por otro lado nunca suele
ser simple– instalación de costosas
plataformas tecnológicas para gestionar
la información


La gestión del conocimiento
organizacional pertenece,
o debería pertenecer, a las lógicas
de lo colectivo y lo funcional, no a las
de lo jerárquico


Información y debate● PUEBLOS ● Marzo ● 2009● 21
La propaganda:
qué es, y cómo defenderse de ella
La propaganda es un fenómeno que tiene milenios de antigüedad, aunque
sólo se ha estudiado como tal de manera específica y sistemática en el mundo
contemporáneo, y como consecuencia sobre todo del interés despertado por
los medios de comunicación de masas. Como suele ocurrir con todo lo que
rodea al mundo de la comunicación, la propaganda puede analizarse de
formas muy distintas: estudios sociológicos sobre las audiencias, análisis de
contenido de los mensajes, aproximaciones a la psicología del receptor,
estudios históricos sobre los medios utilizados… Pero, paradójicamente, si nos
preguntamos qué es la propaganda, cuál es su esencia en tanto que
fenómeno, entramos en el ámbito de lo discutido y lo discutible.
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xisten, por ejemplo, muchas
definiciones distintas del vo-
cablo propaganda, formula-
das desde criterios distintos. A lo que
se podrían añadir las confusiones
que en ocasiones se producen en el
ámbito del lenguaje cotidiano, cuan-
do se utiliza el términopropaganda
para referirse a comunicaciones de
tipo comercial que, en rigor, deberí-
an llamarse "publicidad".
Consideramos que la propagan-
da es un fenómeno relevante por su
propia naturaleza, y que debería ser
objeto de atención para cualquier
ciudadano interesado en cuestiones
políticas (en el sentido más amplio
del término política). Pero, al mismo
Antonio Pineda Cachero*
tiempo, la propaganda está envuelta
en cierta oscuridad. ¿Cómo podría-
mos definir este fenómeno?
Propaganda, poder
e i deol ogía
Desde nuestro punto de vista, lo
esencial de la propaganda no tiene
nada que ver con el uso de medios
de comunicación (prensa, radio, te-
levisión, etc.), ni con formatos co-
municativos (spots de televisión, cu-
ñas de radio, etc.), ni siquiera con
determinadas "técnicas" o procedi-
mientos de comunicación (como por
ejemplo la simplificación de los
mensajes). Todo eso son cuestiones
accesorias. Una forma de explicar
qué es la propaganda consiste en
preguntarse por su naturaleza en tan-
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Comunicación
to que fenómeno comunicativo. Una
reflexión muy superficial nos per-
mite ver que, efectivamente, la "pro-
paganda" consiste en mensajes que
alguien envía a alguien para con-
vencerlo de algo o lograr que reali-
ce una determinada conducta. Exis-
ten, por consiguiente, emisores,
mensajes y receptores de propagan-
da, y se dan los elementos básicos de
una comunicación. Y dado que la co-
municación es una forma de relacio-
nar al emisor y al receptor, podría-
mos preguntarnos cuál es la natura-
leza específica de la relación que im-
plica la comunicación propagandís-
tica. En esta línea, y si consideramos
la historia de la propaganda, no es
demasiado aventurado afirmar que
la propaganda es una relación co-
municativa generada en función de
los intereses de poder que persigue
el emisor.
En la frase anterior hay un tér-
mino clave: poder. Definir el poder
puede ser problemático, pero en lo
relativo al problema que nos intere-
sa partimos de algo que considera-
mos un hecho obvio: en las agrupa-
ciones humanas existen organiza-
ciones que poseen un determinado
grado de control sobre el funciona-
miento de la estructura social, y cu-
yas decisiones pueden ser realmen-
te trascendentes para determinados
individuos o grupos. Esas organiza-
ciones son instancias de poder: ins-
tancias de poder político, como los
partidos; instancias de poder reli-
gioso, como las iglesias organizadas;
etc. Este tipo de instancias son los
emisores de propaganda. La historia
de la propaganda es la historia de có-
mo tales instancias han perseguido
sus objetivos mediante la comunica-
ción; es la historia de la justificación
de las guerras, de la promoción de
los candidatos electorales, de la
"venta" de políticas económicas, etc.
El poder es, por consiguiente, la
causa de que se produzca propagan-
da. El objetivo de un mensaje de
propaganda es conseguir, mantener
o reforzar una posición de poder en
la sociedad por parte del emisor. Lo
explica que la propaganda sea un fe-
nómeno tan antiguo, como eviden-
cian los historiadores del tema. Más
o menos permisiva y tolerante, más
o menos explícita, más o menos bru-
tal, la intención de poder es esen-
cialmente la misma en un sistema
feudal, un Estado totalitario o una
democracia capitalista.
El poder es uno de los grandes
conceptos que sirven para definir la
propaganda. Otro de esos conceptos
es la ideología, que proporciona el
contenido de los mensajes propa-
gandísticos. Pero hay que aclarar
que la ideología no es tan determi-
nante como el poder en el tipo de co-
municación que nos ocupa, ya que,
por lo general, el contenido ideoló-
gico de los mensajes de propaganda
siempre va a estar supeditado a los
intereses prácticos del emisor. En el
contexto de la crisis económica ac-
tual (escribimos a finales de 2008),
estamos asistiendo a un ejemplo al
respecto: la propaganda estatal-em-
presarial, que desde la Era de Rea-
gan había consagrado como dogma
el anti-intervencionismo en la eco-
nomía, no ha tenido problema algu-
no en cambiar de la noche a la ma-
ñana su discurso ideológico, y co-
menzar a justificar la intervención
pública con el fin de salvar el siste-
ma. Y nos atrevemos a predecir que
en cuanto las circunstancias econó-
micas sean más favorables para el
sistema de empresa privada, con to-
da naturalidad se demonizará de
nuevo la intervención del Estado, so-
bre todo en aspectos como el gasto
social. En cualquier caso, esta flexi-
bilidad respecto al cambio en el dis-
curso ideológico no es exclusiva de
las democracias capitalistas, pues
también se daba, por ejemplo, en el
estalinismo. La cuestión es que en
todo momento el contenido de los
mensajes esté al servicio de las ne-
cesidades puntuales del poder.
Apuntes sobre l a autodefensa
i ntel ectual
Una forma de estudiar la propagan-
da consiste en prescribir procedi-
cual nos lleva a la relación que esta-
blece el emisor propagandista con el
receptor, pues ese poder que se quie-
re conseguir, mantener o reforzar, es
un poder que se ejerce sobre alguien.
Normalmente, el receptor de la pro-
paganda es ese "alguien", y va a ser
habitualmente el sujeto sometido a
las directrices del propagandista: su
fe religiosa, sus opiniones sobre el
sistema económico, sus creencias
sobre las minorías socioculturales,
van a estar subordinadas a los inte-
reses de los poderosos. Y esto expli-
ca muchas cosas sobre la relación
comunicativa establecida entre emi-
sores y receptores en la propaganda.
Esta relación esasimétrica, pues los
intereses del emisor siempre son los
Más o menos permisiva y tolerante, más o
menos explícita, más o menos brutal, la
intención de poder es esencialmente la
misma en un sistema feudal, un Estado
totalitario o una democracia capitalista


prioritarios; y además es unilateral
y antidialógica, pues la "voz can-
tante" pertenece al propagandista.
En épocas como la nuestra, cuan-
do palabras como "democracia" y
"libertad" están en boca de todo el
mundo, exponer una relación comu-
nicativa como la anterior puede ser
algo extraño. Pero no hay que enga-
ñarse al respecto. Por supuesto, la
asimetría y la unilateralidad son más
explícitas y extremas en Estados de
tipo autoritario, pero no son exclusi-
vas de este tipo de Estado. Una de-
mocracia liberal también presenta
instancias organizadas de poder que
pretenden imponer sus intereses y su
discurso. Estas analogías políticas se
deben a que, en los términos en que
lo venimos presentando, el poder
que se encuentra tras la propaganda
es un fenómeno universal. Lo cual
Información y debate● PUEBLOS ● Marzo ● 2009● 23
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mientos, digamos, "profilácticos",
de forma que los ciudadanos dis-
pongan de herramientas para criticar
y defenderse del discurso de los po-
derosos. Por poner un caso, los es-
critos sobre propaganda de Noam
Chomsky suelen seguir una línea de
denuncia de la propaganda estadou-
nidense.
La profilaxis anti-propagandísti-
ca puede ensayarse estudiando los
recursos que utilizan los propagan-
distas para manipular a los recepto-
res. Por ejemplo, el Institute for Pro-
paganda Analysis (Instituto para el
Análisis de la Propaganda) de Esta-
dos Unidos expuso hace décadas una
lista de siete "recursos de propagan-
da" que permiten reconocer un men-
saje propagandístico:
• "Forma de llamar" (Name-Ca-
lling). La forma de llamar o de-
nominar a alguien puede ser un
recurso para evitar profundizar
en las implicaciones de algo.
• "Generalidades brillantes" (Glit-
tering generalities). El propa-
gandista identifica su programa
con algo virtuoso, ideal.
• "Transferencia" (Transfer). Es la
transmisión del prestigio o auto-
ridad de una institución al obje-
to propagado.
• "Testimonio" (Testimonial). Co-
mo indica el nombre del recurso,
se pretende conseguir apoyo a
través de testimonios.
• "Gente del pueblo" (Plain folks).
Tiene lugar cuando gente con po-
der se presenta como gente del
pueblo (por ejemplo, mezclán-
dose con ellos).
• "J uego sucio" (Card-stacking).
El propagandista usa todo tipo de
engaños para convencer a los re-
ceptores.
• "Imitación" (Band wagon). Es un
recurso que nos hace seguir a la
masa, hacer lo que todo el mun-
do hace.
Estos recursos pueden aportarle
al ciudadano herramientas para la
defensa contra la propaganda. Aho-
ra bien, el uso de unos determinados
procedimientos no agota el fenóme-
*Antonio Pineda Cachero es docente e
investigador en la Facultad de Comunicación de
la Universidad de Sevilla. Para una versión
extensa y más técnica de los presupuestos
teóricos expuestos en este artículo, véase el
libro del autor Elementos para una teoría
comunicacional de la propaganda (Ediciones
Alfar, Sevilla, 2006). Los recursos expuestos por
el Instituto para el Análisis de la Propaganda
están en Institute for Propaganda Analysis, "How
to Detect Propaganda" (en Robert Jackall, ed.,
Propaganda. Palgrave, 2005, pp. 217-224).
no de la propaganda, ni mucho me-
nos lo explica. La propaganda podría
utilizar recursos distintos a los que
acabamos de ver, y seguiría siendo
lo que es: una comunicación al ser-
vicio del poder. Y precisamente por
ahí debe empezar cualquier análisis
de la propaganda: por el factor del
poder. Consideramos más elemental
(y políticamente más necesario)
identificar y defenderse de la propa-
ganda conociendo sus auténticas
motivaciones y lo que implica. Por
ello, los ciudadanos preocupados por
los mensajes que intentan manipu-
larles deberían, en primer lugar, pre-
guntarse a quién benefician esos
mensajes manipulativos, cuáles son
los intereses que hay en juego, o qué
implicaciones potenciales tiene para
la vida en común el hecho de apoyar
(o no) a los beneficiados por la pro-
paganda. Antes de saber qué puede
hacer un mensaje con nuestra mente
en tanto que receptores, deberíamos
preguntarnos qué es lo que quieren
de nosotros los emisores.
Ese tipo de preguntas son las que
nos conducen en tanto que indivi-
duos a optar por un compromiso po-
lítico básico, ya que estar a favor o
en contra de la propaganda supone
estar a favor o en contra del poder
organizado. Esto, por cierto, impli-
ca el paso de un análisis objetivo a
la actitud política subjetiva: en fun-
ción de la opinión que nos merezca
el poder (en tanto que realidad so-
cial) tendremos una opinión u otra
en relación a esa manifestación co-
municativa que es la propaganda.
Así, habrá personas que acepten sin
problemas el poder organizado y sus
mensajes, habrá otras personas mo-
tivadas por un espíritu libertario que
se opongan a cualquier sistema de
control, y habrá también activistas
políticos que verán bien (o no) el po-
der según convenga a sus objetivos
estratégicos. En cualquier caso, con-
sideramos que una autodefensa real-
mente radical frente a la propaganda
debe implicar un rechazo también
radical del poder, precisándose para
ello una actitud dispuesta a someter
a análisis cualquier mensaje de pro-
paganda, proceda de donde proceda,
y a ser crítica contoda instancia de
poder. Lo cual es muchas veces di-
fícil de encontrar, incluso dentro de
la izquierda. Lenin, por ejemplo, cri-
ticaba ciertos aspectos de la propa-
ganda capitalista, pero protagonizó
la instauración de un sistema de po-
der alternativo y un generador for-
midable de propaganda.
De este tipo de planteamientos
respecto al poder depende que, en el
futuro, la especie humana evolucio-
ne hacia mayores cotas de libertad e
igualdad, escapando por fin de la mi-
noría de edad intelectual y de los fal-
sos mesías de la propaganda.❑
En el contexto de la crisis económica
actual la propaganda estatal-empresarial,
que desde la Era de Reagan había
consagrado como dogma el anti-
intervencionismo en la economía, no ha
tenido problema alguno en cambiar de la
noche a la mañana su discurso ideológico


Una autodefensa realmente radical frente
a la propaganda debe implicar un rechazo
también radical del poder, precisándose
para ello una actitud dispuesta a someter
a análisis cualquier mensaje de
propaganda, proceda de donde proceda


24 ● 2009● Marzo ● PUEBLOS ● Información y debate
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momento apareció esesegundo heteróni-
mo, El Roto, con un lenguaje más políti-
co, más abierto, y con lapretensión dein-
dagar más en el terreno delo social, lo ex-
terno, lo cotidiano.
-De todos modos, hoy El Roto emplea
las dos fórmulas, sigues usando el di-
bujo sin palabras.
-Me interesa mucho el dibujo, por lo tan-
to meinteresaqueel dibujo tengaunaca-
lidad plástica. Por eso, y también porque
creo que el dibujo sin palabras es muy ri-
co, una vez por semana utilizo el dibujo
sin texto, sólo con un título. Quizás como
ejercicio, y paramantener vivo un tipo de
plástica que me interesa.
-Rechazas el término de humor gráfi-
co, para insistir en que lo que tú haces
se enmarca en el terreno de la sátira
política...
-No exactamente, yo prefiero llamarlaso-
cial, porquesedirigeal terreno delas ide-
as, lo político me interesa menos, en el
sentido de que el lenguaje político en sí
es un lenguajemuerto, no meinteresa. El
humor puedeser un componentedelasá-
tira pero no es su núcleo esencial. El nú-
cleo esencial de la sátira es poner de ma-
nifiesto aquello que consideras que son
falsificaciones o mentiras, las formas en
Entrevista
T
eníamos la intención de entre-
vistar a El Roto y nos encontra-
mos con que no viene solo. OPS,
Jonás, Ubú... ¿Quién es quién?
-Para empezar, no es fácil decir quién es
quién porqueel núcleo quealimentaato-
dos ellos tampoco sé quién es. Esa inda-
gación meestállevando todalavida... En
cualquier caso, cualquiera de ellos no es
Dos hombres anónimos en una ciudad
cualquiera una tarde de tantas. Uno
afirma ufano: "Me he insonorizado el
despacho", a lo que el otro responde
con cierta ironía: "Es poco eficaz, es
mucho mejor insonorizarse la
conciencia". No es un chiste, aunque
despierte una sonrisa a medias; es
sátira social. Su autor, un conocido
dibujante, se deja mecer en su estudio
madrileño por un silencio casi místico
una mañana de marzo. No es un
humorista gráfico, aunque a veces nos
haga reír; es un pensador, un hombre
que no está encantado de conocerse
pero cuyo principal ejercicio es
practicar el autoconocimiento. Cada
palabra que escribe, cada trazo que
dibuja, es una bofetada cariñosa a la
conciencia del lector. Conversamos
con Andrés Rábago, El Roto, filósofo
de la cotidianeidad.
Andrés Rábago, El Roto
"Si no nos hacemos
preguntas
es porque hay
demasiado ruido"
Aloia Álvarez Feáns*
más que un lenguaje, un nivel de comu-
nicación y de indagación sobre lo que yo
considero real. Son también distintas fa-
ses de ese intento de comprensión y, a la
vez, decomunicación deesos resultados.
-¿YAndrés Rábago?
-No es más que el amanuense, el que lle-
va a cabo la labor de plasmar desde el
punto devista plástico esas ideas quehan
ido sobreviviendo.
-¿Qué necesidad viste de comunicarte
a través de El Roto? ¿Cuándo nació es-
te heterónimo y por qué?
-Uno delos primeros fueOPS, quenació
en la época del tardofranquismo, cuando
me pareció muy interesante un tipo de
lenguaje de indagación personal, de in-
trospección y deaperturaal contenido in-
terior, a la zona de la psique más del te-
rreno del inconsciente. Ese fue el campo
debúsquedadeOPS. Cuando llegó lade-
mocracia este lenguaje se quedó un poco
obsoleto, porqueyo insistía en no utilizar
palabras, sino sólo imágenes, que tenían
un mayor contenido simbólico y eran más
legibles en distintos estratos. Llegó un
momento en que esto ya no era útil, por-
que el lector ya no tenía capacidad de in-
terpretar, sino que quería que las cosas
fuesen dichas más abiertamente. En ese
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a
las quesepresentan las cosas paraser más
digeribles. Arrancar esa careta es justa-
mente lo que hace la sátira.
-Goya, Daumiery Grosz son algunos de
los grandes referentes de este género. El
régimen nazi decía de Grosz que era el
"bolchevique cultural número uno". A
ti el poder podría llamarte fácilmente
"terrorista gráfico número uno"...
-No les des ideas...
-¿Incomodar al poder? ¿Remover
conciencias? ¿Aquién se dirigen tus
"bofetadas"?
-El poder, de la misma manera que la po-
lítica, no me interesa. Lo que me interesa
es la conciencia, y creo que es a través de
la conciencia de las personas a través de
la que se puede llegar a modificar la rea-
lidad. Estoy bastante harto de los lengua-
jes revolucionarios quealo único quelle-
van es a más destrucción. En cierto mo-
do, todo tipo de sátira es moralista, se
mueve dentro de la idea que tenemos de
la moral. Las posibilidades de modifica-
ción o movilización delas conciencias es
el terreno en el que se emplea la sátira; la
búsquedadeesaconexión con esas zonas
más próximas a lo vivo dentro del "otro".
El intento decomunicar y deestar asu la-
do, el clarificar lacomprensión delos lec-
tores, esa es la función básica de toda co-
municación, y la sátira en sí es un meca-
nismo más de la comunicación.
-He leído en algún lugarque crees que
no se puede aportar nada a la trans-
formación social sin un paso previo de
autoconocimiento...
-Creo que sí, que el autoconocimiento es
la base de toda transformación. El auto-
conocimiento es el quepuedetransformar
lo real, eso es algo en lo que creo.
-Uno de los personajes de El Rotoafir-
ma: "Creía que el odio que sentía era
mío hasta que descubrí que procedía
de los auriculares". ¿Eres de los que es-
cucha cada mañana a Jiménez Losan-
tos para encenderse? ¿Qué te inspira?
-Bueno, yo soy un lector de prensa, los
otros medios meparecen más deentrete-
nimiento quedeinformación. Existen mu-
chas canales de información pero donde
pezaron a surgir unas publicaciones, con
las que yo trabajé, como Cuadernos pa-
ra el Diálogo, Triunfo, Hermano Lobo,
que trataban de abrir el espectro político.
De algún modo fueron las parteras de la
democracia, esas publicaciones hoy olvi-
dadas que fueron muy importantes para
la sociedad. Recuerdo que entonces la
gente llevaba como bandera las revistas
y los periódicos en los que creía.
-Más allá de que tu género sea la sáti-
ra. ¿Haces arte? ¿Comunicación?
¿Existen fronteras definidas?
-Lapalabraarteestábastanteechadaaper-
der... Lo quesí busco es quelo quehago
tengaunacalidad formal. Tedas cuentade
quelo queresistemás el paso del tiempo
es lo formal, curiosamente. Las ideas, los
textos, pueden quedar olvidados, obsole-
tos, porque las modificaciones en las si-
tuaciones políticas pueden hacerles per-
der lautilidad. Sin embargo, el soportefor-
mal siempretendráunaciertafuerza.
-¿Puede el arte servir como arma de
transformación social?
-Tengo dudas, sobre todo cuando se uti-
liza el término arma, en ese momento ya
me echo para atrás. No me interesan las
armas, no es el tipo de lenguaje que me
interesa. Sin embargo, yo creo queel gran
arte, hablando seriamente, es aquel que
reflejael nivel quehaalcanzando el hom-
bre en ciertos momentos. Yo creo mucho
en la pintura, creo que las artes plásticas
son instrumentos ya probados, que han
atravesado milenios y que todavía nos
conmueven, y esas son las artes que me
interesan. En ese sentido creo que estos
instrumentos son envoltorios que sirven
para atravesar el tiempo y llegar a aque-
llas personas que después de muchos
años pueden llegar a entender cómo era
el hombre en esa época.
-En ese sentido, ¿debe tener el arte un
sentido de universalidad?
-Efectivamente, el arte debe tender hacia
la universalidad, no buscar dirigirse a lo
inmediato y al quetienedelante, sino que
debe buscar la abstracción, una forma
abstracta de entender al hombre. Pero es
verdad que tipos de arte que fueron reali-
zados por una necesidad de explicarse lo
estéun buen periódico... Si existieseel pe-
riódico ideal, sería el que te da la infor-
mación estructurada, porque sino lo que
ocurrees el caos informativo quetenemos.
Un buen periódico es el quetedaunain-
formación estructuradaparaquedespués
tú elijas lo queteparezcaconveniente. Lo
demás es una cacofonía, un ruido am-
biental queno facilitalacomprensión.
-¿Crees que es posible la objetividad en
la información? ¿Ese periódico ideal
no podría ser el que dice de modo
transparente "aquí me sitúo yo"?
-Hay que diferenciar entre opinión e in-
formación. Es cierto que en la propia se-
lección de la información hay una opi-
nión, pero aun así, creo en el periodismo,
y creo que hay periodistas que tratan de
ver las cosas lo más objetivamente posi-
ble. Siempre hay ese tamiz de lo perso-
nal, de lo individual, pero esto es inevita-
ble en toda actividad humana.
-¿Cómo ves el panorama mediático del
Estado español?
-No lo veo mucho... pero la prensa cada
vez estámás volcadaen dirigir laopinión
y eso no me gusta. Aun así creo que es el
único medio en el que todavía, sabiendo
leer, puedes enterarte de algo.
-¿Ycon respecto a tus comienzos?
-Desdeentonces hemos ganado muchísi-
mo. En ese momento es cierto que em-
El núcleo esencial de la sátira es poner
de manifiesto aquello que consideras
que son falsificaciones o mentiras, las formas
en las que se presentan las cosas
para ser más digeribles


No me interesa la política como estructura
de poder. Me puede interesar como forma
de intentar resolver problemas, como
instrumento, pero no como fin en sí mismo


26 ● 2009● Marzo ● PUEBLOS ● Información y debate
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que estaba pasando es gran arte también.
Depende de la dimensión, de la profun-
didad del contenido y deladimensión hu-
mana de quien lo hace.
-Me sorprende que digas que no te in-
teresa la política cuando mucha gente
en este país considera que eres uno de
los grandes analistas políticos de nues-
tro tiempo. ¿Qué es exactamente lo que
no te interesa?
-Las palabras se nos escurren siempre...
¿Qué no me interesa? No me interesa la
política como estructura de poder. Me
puede interesar como forma de intentar
siado ruido. Creo que lo que tenemos
que hacer es practicar una cierta asce-
sis, vivimos en un mundo en el que nos
sobran demasiadas cosas. Hay dema-
siado ruido ambiental. El silenciar un
poco el entorno es básico, lo que pare-
ce cada vez más difícil.
-En ciertos momentos El Roto amplía
nuestro diccionario y nos cuenta, por
ejemplo, que una frontera es aquel "lu-
gardonde termina una locura y empie-
za la otra". ¿Cuáles son estas fronteras?
-Todo lo que nos fragmenta, nos divi-
de... Las fronteras no sólo son las físi-
cas, también hay las personales. Todo
eso que nos separa del otro, o incluso de
nosotros mismos, aquello que nos frag-
ges a muchos. La voluntad de comuni-
cación debe ser la misma.
-¿Cómo es tu proceso creativo? ¿Pri-
mero la idea? ¿El dibujo?
-Es bastante sencillo. Normalmente las
ideas sobrelas quequiero trabajar surgen
delapropiaprensa. Menutro delaprensa
parasaber lo queestápasando y cuáles son
las cosas que me inquietan en ese mo-
mento. Las dejo estar ahí y después decier-
to tiempo vuelvo aellas. Esedejar quela
espuma suba y buscar lo queestá debajo
es lo quehago. Meinteresatrabajar con las
corrientes profundas, no con las zonas su-
perficiales del mar. Después decido hacer
un dibujo concreto porqueveo bien como
puedo realizarlo. Las ideas son como las
simientes, no selas puedeacelerar. Hay al-
gunas quetardan años en florecer y otras
querápidamentelas puedes cosechar.
-¿Tienes personajes tipo?
-Sí, son personajes anónimos, arquetipos.
Muy pocas veces se les ve la cara, si se
les ve busco qué imagen puede decir se-
gún quecosa. Hay caras queno sirven pa-
ra lo que quieres decir. Generalmente me
interesa quelo diga alguien anónimo, co-
mo cualquiera de nosotros.
-Una de tus obsesiones es la sociedad
espectáculo. En El Rotohay a menudo
televisiones devorando cerebros...
-Sí, la televisión es mi bicha negra. Creo
que la televisión es el auténtico enemigo
del pueblo. Es el auténtico instrumento de
dominio de la sociedad. Es un medio tan
penetrante que es imposible tomar dis-
tancia frente a él, y eso lo sabe el poder y
lo instrumentaliza.
-Antes de hablarcontigo intuía mucha
rabia detrás de El Roto, pero te veo ab-
solutamente pacificado, sereno...
-Es que la rabia no te permite ver, lo mis-
mo quelaideología, queno tepermitever
nada. Todo lo queacabas por ver es un re-
flejo de tu furia. Si el agua está muy tur-
bulenta no puedes ver lo que está debajo,
sólo cuando está calmada ves los peces,
las plantas, las piedras... Creo que es ne-
cesaria una cierta calma y eso requiere,
sobre todo, desearla.❑
Entrevista
*Redacción Pueblos.
Lo que tenemos que hacer es practicar una
cierta ascesis, vivimos en un mundo
en el que nos sobran demasiadas cosas.
Hay demasiado ruido ambiental. El silenciar
un poco el entorno es básico


resolver problemas, como instrumento,
pero no como fin en sí mismo.
-¿Que le gustaría romper a El Roto?
-¿Romper? Creo quesimplementeinten-
tar entender mejor las cosas, no se puede
ir mucho mas allá queeso. Eseintento de
saber un poco más de ti mismo, y buscar
lo quetú crees queen estavidaes más en-
riquecedor. Eseestar simplementeen paz,
sin queteestén perturbando. Esees el ide-
al al que aspiro.
-¿Yentiendes algo?
-La verdad es que no. Me hago más bien
preguntas que respuestas...
-Pero quizás ahí esté la dificultad, en sa-
berhacerse las preguntas adecuadas...
-Es posible. Es verdad que si no nos ha-
cemos preguntas es porque hay dema-
menta, son formas de locura. El proce-
so de reunificación es largo, y no sé si
alguna vez lo llevaremos a cabo... Los
mitos antiguos ya lo decían, de esa frag-
mentación no nos damos cuenta porque
es imposible verlo, siempre estamos en
uno de esos fragmentos. Si te distancias
puedes ver todos los fragmentos y em-
pezar a quitar algunas de las fronteras
interiores, pero no es fácil.
-Eres un filósofo...
-No, simplemente tengo bastante tiem-
po... e intento pensar.
-¿Te compromete trabajar en un me-
dio como El País?
-En todos los lugares donde he trabaja-
do he intentado hacer lo que sé. Y el úni-
co límite que tengo soy yo mismo. Des-
pués, el lugar en el que lo haces... cuan-
ta más difusión tenga, pues mejor. De to-
dos modos, si simplemente tienes un
oyente o un lector, te comunicas con la
misma intensidad como cuando te diri-
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Especial Dossier
Progresar y morir en el intento
L
a realidad económica
actual, lejos de haber
sido analizada críti-
camente, se va convirtien-
do, con la llegada de nuevos
datos negativos en lo relati-
vo al trabajo, en la posible
pérdida de conquistas so-
ciales o en el olvido de re-
cetas de orden ecológico, en
un ente que lo envuelve to-
do y del que debemos za-
farnos para que todo siga
como estaba. Lejos de con-
siderar los errores cometi-
dos, se culpabiliza a bancos
y entidades financieras de
una crisis que, por el con-
trario, es reflejo de una bre-
cha más profunda entre lo
que debería ser y lo que es.
La Revista Pueblos ha
intentado llevar a cabo un
análisis sobre la crisis que
poco tiene que ver con los
manidos argumentos que se
vienen exponiendo. Lo cier-
to es que la llamada sociedad de la opulencia, o sociedad
del bienestar si se quiere ser más impreciso, promotora de
la evolución crítica de los acontecimientos, hace girar en
su derredor prácticamente todos los acontecimientos so-
ciales, políticos, culturales… del mundo, alimentando la
necesidad de imitación de gran parte de la sociedad inter-
nacional e impidiendo, a su vez, que esta necesidad sea
satisfecha.
La idea de progreso lo do-
mina todo. Una sociedad que
no progresa es una sociedad
inservible, fracasada. Una so-
ciedad que no progresa, o lo
hace con lentitud, expulsa con
regularidad a sus ciudadanos a
Estados que sí lo hacen. Estos
ciudadanos son recibidos con
los brazos abiertos en las so-
ciedades del bienestar. Vienen
a encargarse de puestos de tra-
bajo poco opulentos, pero ga-
narán el suficiente dinero co-
mo para seguir alimentando la
idea de progreso, para exponer
las bondades del bienestar en
sus Estados originarios. En
cambio, cuando la sociedad de
la opulencia fuerza demasiado
la máquina, tanto ellos como
su fuerza de trabajo dejan de
ser bienvenidos, ya no son ne-
cesarios, son expulsables.
El sistema demuestra que
no funciona. Sufre de espas-
mos, se lanza y se contrae, se
envalentona y pierde la fe constantemente, acelera y retro-
cede. Es un sistema histérico de consumo desenfrenado, un
sistema inconsecuente con la naturaleza, un sistema antina-
tural. Los siguientes artículos dan buen ejemplo de ello y las
recetas que proporcionan están al alcance de la mano. Úni-
camente hay que aprender a desligarse del sinsentido de la
idea de progreso tal como hoy la conocemos.
Miguel Ángel Morales*
*Redacción Pueblos.
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Especial Dossier
28 ● 2009● Marzo ● PUEBLOS ● Información y debate
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l Movimiento de Economía
Crítica del que formas parte
lleva décadas cuestionando
el modelo económico vigente y, qui-
zás precisamente por eso, se ha vis-
to relegado a los márgenes...
Las primeras jornadas de Economía
Crítica las organizamos en la Com-
estos últimos 20 años quienes se han
llevado el gato al agua han sido otros
discursos, incluido el neoliberal, a pe-
sar de su endeblez teórica y práctica.
-Háblanos de esa endeblez.
-La base del pensamiento económico
neoliberal sostiene que el mercado es
autosuficiente, que puede solucionar
todos los problemas, que puede pro-
porcionar asignaciones de recursos
eficientes y óptimas por sí sólo. Eso,
desde el punto de vista teórico, es fal-
so. Primero, el mercado es una insti-
tución que no existiría sin la inter-
vención pública y, segundo, el
mercado sabe tratar determinados te-
mas eficientemente, pero hay muchí-
simos temas de la economía sobre los
que "no sabe no contesta"; como
En los dos tomos de su último libro, Economía Política Mundial (Ariel,
2007), analiza minuciosamente, y desde una perspectiva multidimensional, los
cambios que ésta ha sufrido en las últimas décadas. Es catedrático de
Economía Aplicada en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad
Complutense de Madrid y director de la Fundación de dicha universidad;
motivos más que suficientes para que nos acerquemos a él buscando
respuestas ante la actual coyuntura. Si a esto le sumamos que este apasionado
del saber es también uno de los principales impulsores del Movimiento de
Economía Crítica, no se nos ocurre nadie mejor Ángel Martínez González-
Tablas para abrir de su mano este dossier sobre la crisis.
Ángel Martínez González-Tablas, economista
"Haberles dejado
la crítica a los
neoliberales ha sido
un error"
Aloia Álvarez Feáns*
plutense hace 20 años. En ellas nos
reunimos docentes, investigadores,
economistas y gente de a pie, para de-
batir y hacer propuestas. Es un espa-
cio de encuentro que ha proporciona-
do vías de articulación, pero sí, nos
gustaría que su presencia en la socie-
dad fuera mucho más fuerte. Durante
Información y debate● PUEBLOS ● Marzo ● 2009● 29
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cuando aparecen bienes públicos, que
no entiende cómo tratarlos. Si hay in-
formación asimétrica, que es lo nor-
mal en economía, el mercado se mue-
ve mal. Desde el punto de vista
teórico eso no es discutible, pero eso
se tapa, y aparece la retórica de que el
mercado lo puede todo. Pero no es
cierto que el neoliberalismo no quie-
ra intervención pública, lo que no
quiere es que ésta se haga al servicio
de los intereses de las mayorías, de los
desposeídos, pero si es al servicio de
sus propios intereses está encantado.
La siguiente pata de su plantea-
miento es que la intervención pública
es por naturaleza perturbadora y dis-
torsionante, y eso es una falsedad ab-
soluta. Otra cosa es que la interven-
ción pública tenga fallos. Pero ellos
tienen una forma de razonar muy in-
teresante: también reconocen fallos en
el mercado y en la intervención pú-
blica, pero luego hacen una pirueta
dialéctica, dicen que los fallos en el
mercado son subsanables, pero los de
la intervención pública son esencial-
mente irreductibles y perversos. Eso
no tiene ninguna lógica, porque la in-
tervención pública también puede
aprender y perfeccionarse a través de
mecanismos de participación y de-
mocracia real. Incluso el propio dis-
curso de que el mercado vale no se
tiene en pie, porque hoy en la econo-
mía mundial un porcentaje muy ele-
vado de transacciones económicas no
va por el mercado, son operaciones
internas de grandes grupos transna-
cionales no reguladas por el mercado.
Lamentablemente, durante este tiem-
po su teoría ha ido calando, a pesar de
su endeblez. De hecho, los mayores
críticos de la intervención pública de-
beríamos ser nosotros, los que cree-
mos en ella. Somos los primeros que
tendríamos que decir que esto se ha
hecho mal, haberles dejado la crítica
a los neoliberales ha sido un error.
-Profundicemos en esa crítica aho-
ra. ¿Cuál es el origen de la crisis ac-
tual? ¿Qué la diferencia de otras
anteriores?
había poderosos intereses que gana-
ban mucho dinero así. Quizás en el
ámbito financiero mundial no estaba
tan claro, porque los mecanismos son
más retorcidos, aunque sí se sabía que
las nuevas finanzas estaban evolucio-
nando de un modo desmesurado y que
estaban absolutamente fuera de con-
trol; pero de eso vivía mucha gente.
Ha hecho falta que estalle y que toda
la porquería acumulada salga y per-
turbe, no sólo a la economía financie-
ra, lo que sería un placer, sino al fun-
cionamiento de la economía real...
Primero, ¿dónde nace la crisis? En
unas finanzas desbocadas, desrregu-
ladas, que se han creído que no tení-
an que estar al servicio de nadie. Ésta
fue la espoleta que prendió el fuego;
pero estuvieron operando tanto tiem-
po de esa manera que acabaron por
penetrar en todos los intersticios de la
economía real. Ese es el primer pun-
to. Segundo: ¿puede prescindir la eco-
nomía del subsistema financiero? No,
no nos podemos permitir decir: "ya
que la han provocado, que la paguen",
porque al pagarla ellos la pagamos to-
dos. Pero de ahí se deriva un riesgo:
¿tenemos que ayudar a que no se de-
rrumbe el sistema financiero? ¿Cual-
quier ayuda vale? No. El colmo del
despropósito es que pidan que el con-
junto de la sociedad ayude a través de
fondos públicos al sistema financiero,
no para que funcione bien, sino para
que quienes la han hecho solucionen
sus propios problemas. Se está ayu-
dando sin mecanismos de orientación
y control, y eso no tiene ningún senti-
do, estamos ante la culminación del
fraude, defraudan cuando crean el
problema y siguen haciéndolo cuan-
do la sociedad acude al rescate.
Luego, a partir del momento en
que eso sucede nos encontramos con
que ya no es problema de un país sino
del conjunto de la economía mundial,
que en las últimas décadas se ha glo-
balizado de forma muy intensa, y con
una cierta inspiración, la neoliberal. En
el ámbito de la economía mundial el
sistema carece de instituciones públi-
cas reguladoras, esas tan odiadas por
Especial Dossier
-Que esta vez ha tenido lugar en el co-
razón del sistema, en el país central
del conjunto de los países capitalistas.
Ha habido muchas crisis en la histo-
ria del capitalismo y ésta tiene ele-
mentos comunes con otras, pero tam-
bién particularidades. En el pasado las
crisis eran fruto de las contradiccio-
nes entre el capital y el trabajo, por
simplificar, pero en esta crisis ese
componente ha sido menos importan-
te. Aquí lo que sucede es que los pro-
blemas nacen del propio capital so-
cial: no es Saturno devorando a sus
hijos, sino sus hijos (los capitales in-
dividuales, financieros, libres) devo-
rando a Saturno, devorando al siste-
ma. El origen han sido las
contradicciones internas del propio
sistema y del capital; es decir, lo que
Los problemas nacen del propio capital
social: no es Saturno devorando a sus
hijos, sino sus hijos (los capitales
individuales, financieros, libres) devorando
a Saturno, devorando al sistema


ha pasado es que los chicos se le han
desmadrado y se han olvidado de que
las finanzas existen para que el siste-
ma capitalista pueda operar y ganar
dinero, tener excedente, explotar, acu-
mular... Pues esa función al servicio
del sistema capitalista la han olvida-
do, han sido muy malos capitalistas,
se han olvidado incluso de lo que son.
-¿Alguien puede creer hoy el argu-
mento de que esto no se veía venir?
-Sí se veía venir, hay cosas que se ven
venir pero hay poderosos intereses de-
trás que las mantienen. En España se
sabía que se estaba haciendo un nú-
mero de viviendas que no tenía nin-
guna relación con las que eran nece-
sarias para los habitantes del país. Lo
sabía todo el mundo, la gente de a pie,
los bancos, los economistas... Enton-
ces, ¿cómo ha sido posible? Porque
30 ● 2009● Marzo ● PUEBLOS ● Información y debate
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Especial Dossier
los neoliberales y por las que suspiran
cuando se crean los problemas. ¿Dón-
de tiene lugar el problema? ¿En países
concretos? No. Entonces actuemos en
la economía mundial, pero, ¿a través
de qué? ¿Del FMI? ¿Del BM? Son an-
tiguallas. Carecemos de las institucio-
nes necesarias para intervenir en la
economía mundial, que es donde se es-
tá produciendo la crisis.
-En el intento por buscar culpables
nos encontramos últimamente con
duras críticas hacia la comunidad
de economistas y a la propia ciencia
económica por su incapacidad para
predecir lo que iba a pasar.
-La ciencia económica no es homogé-
nea. Es una ciencia particular porque no
hay unanimidades, hay aspectos funda-
mentales sobre los que no hay consen-
so. Dentro de la comunidad de econo-
mistas ha habido durante este tiempo
voces que sí hacían análisis con antici-
paciones certeras. Pero es que los eco-
nomistas somos mejores forenses que
médicos de familia, es decir, analizamos
muy bien lo que ha pasado pero no te-
nemos bola de cristal para ver el futuro.
No se puede acusar a los economistas
en general, sino a los que han estado en
los puestos de mando y de control y que
han promovido enfoques que desde el
punto de vista de la política económica
y del discurso académico han sido do-
minantes durante este tiempo; esos sí
son responsables. El resto, sólo somos
responsables de no haber tenido más
voz para decidir...
Los políticos y los economistas no
están acostumbrados a pensar en térmi-
nos de una globalización controlada por
la sociedad, que es lo que necesitamos.
Hablan de libertad para los capitales, pe-
ro es eso lo que nos ha creado el proble-
ma. La que necesitamos es la otra y ni
siquiera tenemos los hábitos mentales
para pensarla. Ahora se dice que debido
a todo esto se pueden derivar tentacio-
nes proteccionistas. Sí pueden, pero el
proteccionismo ni siquiera podrá ser co-
mo el de los años 30 porque hoy tiene
que enfrentarse con un tejido producti-
vo empresarial ramificado hasta la mé- *Redacción Pueblos.
dula. Si las empresas españolas fueran
españolas, las francesas, francesas... ca-
bría el proteccionismo: producimos pa-
ra nosotros, pagamos nuestros salarios y
con esos salarios consumimos nuestras
mercancías. Pero ¿qué hacen las empre-
sas mundializadas? ¿Qué hacen en Bra-
sil? ¿Comerse las cajas de cambio de los
coches? Entendemos mal lo que está pa-
sando, hemos contado una historia dis-
tinta de la real. Se están aplicando crite-
rios analíticos inadecuados. Miren, el
enfermo tiene otra cosa, no le operen de
esa enfermedad, porque tiene otra cosa.
-¿Hablamos de un cambio de modelo?
-Vamos a verlo en dos grados de radi-
calidad. Uno: dentro del sistema capi-
talista hay gente que dice que los inte-
reses de todos (los capitalistas) deben
prevalecer sobre las veleidades y las hi-
joputeces que puedan hacer los capita-
listas individuales. Es decir, hay capi-
talistas que piensan que para seguir
ganando más dinero hay que funcionar
de una manera distinta a como se ha
funcionado hasta ahora. Existen mu-
chos que dicen: "podemos ganar mu-
cho dinero haciéndonos verdes, traba-
El colmo del despropósito es que pidan
que el conjunto de la sociedad ayude a
través de fondos públicos al sistema
financiero, no para que funcione bien, sino
para que quienes la han hecho solucionen
sus propios problemas


Hay que crear la lógica de funcionamiento
económico que permita reproducir,
distribuir, intercambiar, consumir... con
unos criterios distintos, subordinados a la
reproducción de los ecosistemas, y hace
falta una base social para eso


jando para esa sensibilidad". ¿Y sería
posible un capitalismo regulado y más
sensible ecológicamente? Quizás sí, pe-
ro luego están los del otro lado, que di-
cen que de ninguna manera. Es decir,
las soluciones pasan por los enfrenta-
mientos sociales y las correlaciones de
fuerzas. ¿Cabría una solución de labo-
ratorio que siguiera siendo capitalista
pero que pusiera coto a los excesos de
estos últimos años? Tal vez sí, pero ha-
cer el tránsito de lo que existe hacia eso
es difícil. La pregunta es: ¿la historia se
acaba con el capitalismo? No. No hay
nadie que tenga algo de cultura para sa-
ber que el capitalismo es un producto
histórico que nace en un momento y
que podemos asegurar con total con-
vicción que va a morir. El capitalismo
está en crisis, no sólo económica, sino
como sistema. ¿Quiere eso decir que
automáticamente va a emerger uno
nuevo? No, si no nos dotamos de los
elementos necesarios para que exista un
desarrollo alternativo, y éste hay que
forjarlo socialmente, no sólo desde la
teoría. Hay que saber qué debe inspi-
rarlo, hay que crear la lógica de fun-
cionamiento económico que permita
reproducir, distribuir, intercambiar,
consumir... con unos criterios distintos,
subordinados a la reproducción de los
ecosistemas, y hace falta una base so-
cial para eso. Aunque nos juntásemos
los economistas críticos a desarrollar
una teoría, si no hay una base social que
lo sustente no podrá ser. En la práctica
hay elementos, corrientes...
-Que quizás deban trascenderlo local...
-Claro, y no es fácil, porque trascender
lo local y articular lo mundial de una
forma consistente no es sencillo. No
soy pesimista, pero pretender que el
sujeto social capaz de tomar el relevo
del capitalismo esta ahí... La multitud
de la que habla Negri no es ese sujeto
histórico, y el movimiento antiglobali-
zación, que tiene una enorme riqueza,
no es un solo sujeto histórico consti-
tuido. No soy pesimista, pero no será
sencillo, no será sin dolor.❑
Información y debate● PUEBLOS ● Marzo ● 2009● 31
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Especial Dossier
Un futuro predecible dentro de cuatro años
L
a crisis de la economía española,
tanto por la insuficiencia de ca-
pacidad productiva (los servicios
turísticos son amortiguadores de lo an-
terior, pero no son suficientes), como por
la excesiva polarización inversora, pro-
ductiva y en empleo en la construcción
dentro del espacio euro
que, supuestamente, dilu-
ía esos problemas.
En todo caso, los
otros aspectos que pre-
juzgan un futuro cercano
han tenido una variación
levemente positiva, pero
como se ve por lo que es-
tá aconteciendo ahora, to-
talmente insuficientes pa-
ra el tsunami que se nos
viene encima. Nos referi-
mos a las inversiones
productivas diferentes a
la construcción: las in-
fraestructuras ligadas al
transporte de mercancías,
muy polarizadas en las
carreteras; las inversiones
ligadas a la mejora de la
eficiencia productiva
(ahorro energético y de
otros factores); la liviana
mejora de la productivi-
dad; la estabilidad de la
estructura empresarial
donde predomina la
pyme nacional y una relevante presen-
cia de medianas y grandes empresas fi-
liales de trasnacionales cuyos centros de
decisión son de fuera de nuestras fron-
teras; o las inversiones cuyos resultados
maduran a medio o largo plazo, como
la Investigación y Desarrollo. Pero tam-
bién se ha producido un incremento de
la proverbial dependencia financiera,
sólo hay que ver que dentro de los in-
gentes beneficios pasados, el sector fi-
nanciero ha ganado un porcentaje de di-
nero superior al de otros sectores.
Los economistas son
los seres que dan
razones cercanas a la
realidad sobre lo que
ocurrió hace unos
años y que
generalmente son
puros mortales porque
no saben cuándo se
producen los cambios
de ciclo. En la crisis
que estamos
padeciendo es cierto
que, en el caso de la
economía española, se
han incrementado las
opiniones sobre la
inviabilidad de haber
mantenido unos
patrones de
crecimiento
fundamentado en la
construcción
inmobiliaria, muchas
veces especulativa y
financiada en última
instancia a base de
créditos exteriores, dada la limitada
capacidad de ahorro, y una balanza
comercial y de pagos deficitaria (la
segunda del mundo).
inmobiliaria, estaba "cantada". Los eco-
nomistas se hacían cuestionamientos
desde principios de la década sobre la
duración de ese afán constructor. El
mantenimiento, o incluso incremento,
de los problemas estructurales (déficit
de ahorro interno y déficit en la balanza
comercial y de pagos) se explicaba por
una euforia colectiva, el incremento de
la población en el mercado laboral –de-
bido al boom de la inmigración– que
también tiraba del consumo, los bajos ti-
pos de interés real y por ser una "región"
Santiago González Vallejo*
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32 ● 2009● Marzo ● PUEBLOS ● Información y debate
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Especial Dossier
La actual coyuntura económica
Las expectativas se han truncado rápi-
damente. El globo especulador inmo-
biliario pincha en una coyuntura de ele-
vadas transferencias de rentas mundia-
les, como consecuencia de las alzas de
las materias primas, de los países occi-
dentales a los proveedores energéticos.
Pero no hay que olvidar que durante
décadas ha habido un desigual reparto
del crecimiento, disminuyendo en la
renta nacional el porcentaje dedicado a
los salarios a costa del crecimiento de
las rentas de los beneficios –tanto en los
gobiernos del PPcomo los del PSOE,
y en general en todos los países occi-
dentales– junto a una redistribución de
la carga fiscal (con aumento de la pre-
sión fiscal global, pero disminuyendo
los tipos de los impuestos directos). To-
do ello ha provocado un aumento es-
pectacular de las deudas de los particu-
lares con respecto a los bancos y las de
éstos con el resto del mundo, para fi-
nanciar esas hipotecas y esos déficits).
Esto ha originado, una vez que se tiene
conciencia de la crisis y un aumento de
la morosidad, una quiebra de confian-
za global (y específicamente en el sis-
tema financiero) y, sobre todo, un res-
quebrajamiento de la "autoridad moral"
de los gurús del capital por ser los que
dirigían las bridas de un capitalismo sin
control, abusivo y basado en las ga-
nancias especulativas.
Por supuesto, estetsunami ha re-
percutido en diferente medida según el
país, en función del origen y volumen
de sus rentas, siendo más grave sobre
todo en aquellos países donde el sector
financiero tiene una mayor significación
(el caso de Islandia o Reino Unido es
significativo). Pero la velocidad de tras-
lación a la economía real, a la pérdida
de confianza en los ciudadanos que han
restringido su consumo, la ha profundi-
zado y acelerado más. Y encima, ¡estos
economistas no tienen respuestas sobre
cuándo va a acabar la crisis!
La lógica económica señala que
tienen que bajar los precios de los ac-
tivos allí donde se haya producido una
sobreoferta, en función de la capacidad
de la demanda. Los poseedores de esos
Lisboa de una
tasa de activi-
dad del 66 por
ciento para
2010. Cuando
acababan de
bajar de los
dos dígitos las
cifras de des-
empleo en
pleno ciclo
expansivo, sin
práctica dis-
continuidad,
nos acerca-
mos hoy a los
4 millones de
desempleados
(sin contar la
aceleración de
las prejubila-
ciones). Dan-
do por buena
la medida de
mantener la
l egi sl aci ón
previsoria so-
bre acceso y duración del seguro de
desempleo y subsidios, ya hay una can-
tera, según la última Encuesta de Po-
blación Activa, de cerca de 827.000
personas en cuyas familias todos están
en desempleo, pero que todavía, en
muchos de los casos, tienen cobertura
de desempleo. Si se alarga la crisis en
el tiempo, habrá más número de para-
dos, y entre éstos, más personas a las
que se les haya agotado esta cobertura.
La atonía productiva está produ-
ciendo medidas como Expedientes de
Regulación de Empleo (ERE), en sus
dos variantes, de reducción de empleo
y de suspensión o reducción de jorna-
da. Los últimos suponen, en principio,
el mantenimiento en el puesto laboral,
y el dejar de percibir los salarios nor-
males y pasar a recibir provisional-
mente desempleo. Sólo en Cataluña, en
2008, se han producido 808 expedien-
tes de todo tipo, que han afectado a
más de 29.000 trabajadores.
La extensión de estos expedientes
(y ante las peticiones de garantía de
continuidad de la actividad productiva)
activos sufrirán una pérdida patrimo-
nial si los venden y, aunque no lo ha-
gan, su intención de consumo (efecto
riqueza) disminuirá, al ser conscientes
de su menor capacidad de generar in-
gresos. Esto les ha ocurrido a numero-
sos inversores de cualquier tamaño, in-
cluyendo a las familias.
Nuestro país, que tendría que su-
perar los errores económicos del pasa-
do reciente, al hilo de la crisis mundial,
se encuentra con demasiados frentes
abiertos. Una disminución del efecto
riqueza y la constatación de la crisis
económica, con el aumento del paro,
provoca una retracción al consumo que
profundiza en un círculo vicioso la pro-
pia crisis. Con el añadido de que, si
bien los activos pueden perder su va-
lor, la hipoteca es una deuda cuya ga-
rantía es el bien hipotecado. Pero ésta
es una deuda personal y, por lo tanto,
en caso de impago, se puede ejercer el
embargo sobre el bien hipotecado y la
diferencia entre el precio de la venta de
ese bien en el mercado (a un menor va-
lor que el de adquisición) se puede se-
guir reclamando. Es decir, el deudor
tendrá que hacer frente al resto de la
deuda no satisfecha tras desprenderse
del bien hipotecado. Este drama que
afecta a personas jóvenes e inmigran-
tes no ha alcanzado niveles escandalo-
sos, de alarma social, porque las enti-
dades financieras saben que es mejor
alargar el tiempo de pago de la hipote-
ca, reducir la cuota, que lanzar al mer-
cado actual invendibles viviendas. Pe-
ro eso no quita que sí se esté produ-
ciendo este fenómeno.
Tenemos en estos momentos una
población residente en edad de traba-
jar superior a la demanda de trabajo,
pero que no llega al objetivo fijado en
Una disminución del efecto riqueza
y la constatación de la crisis económica,
con el aumento del paro, provoca una
retracción al consumo que profundiza en un
círculo vicioso la propia crisis


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Información y debate● PUEBLOS ● Marzo ● 2009● 33
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Especial Dossier
*Santiago González Vallejo es economista.
puntos menor a la media europea) re-
duce el margen de provisión de servi-
cios públicos. De ahí que los grandes
retos sociales se vayan a ralentizar.
Retos sociales
Nuestro país sigue dedicando, como
corolario a la menor carga fiscal, me-
nores recursos medios al gasto social.
No sólo los objetivos de la ley de la
dependencia irán despacio, sino tam-
bién otros objetivos sociales de radi-
cal compromiso moral. La fragilidad
de las redes de atención social, de-
pendientes en muchos casos de enti-
dades locales, que no tienen capaci-
dad presupuestaria, es un hándicap
para que puedan cumplir su misión
convenientemente. Se seguirá sin re-
visar y tendrá escasa prioridad en la
agenda política, y por lo que parece
en la preocupación de la ciudadanía,
el evitar el fracaso escolar, causa de
que se mantenga la estratificación so-
cial, perpetuándose así unas diferen-
cias sociales y un clasismo social y
laboral evidente. Otro elemento pre-
ocupante lo configuran las diferen-
cias de atención sanitaria entre unos
lugares y otros.
Además, la pobreza se va a am-
pliar a inmigrantes recientes o a anti-
guos, en profesiones de intenso des-
empleo (con el peligro de que se ge-
neren fenómenos xenófobos por parte
de los mismos trabajadores, alimenta-
dos por una red ideológica de perso-
nas de toda condición), a jóvenes y a
familias monoparentales. La debilidad
de las redes asistenciales y la dilución
de núcleos familiares tradicionales
(que históricamente han servido de
colchón solidario) puede provocar
guetos nacionales en el caso de inmi-
ha hecho re-
visar la expe-
riencia espa-
ñola de la cri-
sis de los
años ochenta,
por lo que se
han desem-
polvado res-
puestas palia-
tivas como
las de "poner
el contador a
cero", lo que
significaría el
no considerar
el tiempo de
desempl eo
consumi do
en los expe-
dientes de
suspensión
en caso de
que tras los
mismos se
produzcan
despidos. La
práctica de externalizar las cuantías
que aseguren los complementos o los
convenios con la Seguridad Social de
las personas prejubiladas es ya una exi-
gencia lógica, nadie se fía de la forta-
leza empresarial de nadie. O la casuís-
tica de las prejubilaciones anticipadas.
Pero estas prácticas que afectan a
las grandes y medianas empresas son
fantasías cuando se va al terreno de la
microempresa, que simplemente des-
aparece y tiene que ser Fogasa –el or-
ganismo público de cobertura última
de las garantías salariales– la que cu-
bra las indemnizaciones de las empre-
sas quebradas. El año pasado se paga-
ron por este concepto 434 millones de
euros, un 14 por ciento más que en el
año 2007.
La disminución de ingresos públi-
cos, tanto la derivada de la lógica de
cambio de ciclo como la surgida de la
asunción de los planteamientos social
liberales de este Gobierno, con refor-
mas en los impuestos directos o la su-
presión de los mismos (cuando este pa-
ís tiene una carga fiscal general de 5
grantes recientes no integrados y bol-
sas de pobreza de nacionales.
En resumen, ha pasado demasia-
do tiempo en el que se ha querido ser
cigarra y se han desaprovechado re-
cursos. Ha habido mejoras evidentes,
mayor empleo y riqueza, aunque des-
equilibrada; se ha disminuido el volu-
men de la deuda pública, mejorando
el margen de maniobra. Ya en los al-
bores de la crisis, las actuaciones pú-
blicas españolas en un primer mo-
mento fueron diseñadas sin tener en
cuenta la gravedad de la misma, al
disminuir impuestos sólo a las perso-
nas con renta, no mejorar significati-
vamente el consumo y vaciar las ar-
cas públicas para medidas más acti-
vas. Los cambios normativos encami-
nados a reducir los impuestos en épo-
ca de vacas gordas han sido un des-
propósito con difícil solución.
Las actuales medidas keynesianas
de reparto de fondos a las entidades
locales tienen el efecto positivo de su
difusión espacial, pero también un
problemático resultado de mejora
económica estructural a medio y lar-
go plazo. Las medidas sectoriales tie-
nen más en cuenta la capacidad de
presión empresarial (y sindical) de
esas grandes empresas que el diseño
a medio y largo plazo de qué es lo que
se quiere en el país.
La necesaria inversión en educa-
ción, en evitar el fracaso escolar (ver-
dadera gangrena social), la formación
profesional o la investigación tiene
más la visión de ser el resto del presu-
puesto que una prioridad política. Se
puede recurrir al déficit y al aumento
de deuda (si la compran) durante un
tiempo y una proporción. Pero va a dis-
minuir globalmente el nivel de vida, y
en su reparto no está nada claro que
existan los mecanismos equitativos
adecuados, ni unas redes sociales que
puedan aguantar el volumen de nece-
sidades que eviten la marginación, la
pobreza y la creación de guetos socia-
les, frente a una sociedad integradora
y cohesionada.❑
Cuando acababan de bajar de los dos
dígitos las cifras de desempleo en pleno
ciclo expansivo, sin práctica
discontinuidad, nos acercamos hoy a
los 4 millones de desempleados


34 ● 2009● Marzo ● PUEBLOS ● Información y debate
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Especial Dossier
Gestionar la crisis en el
Estado español:
la inmigración como pretexto
Pero lo cierto es que son esas dos medi-
das las que se relacionan directamente
con el modo en quesevan agestionar los
efectos de la crisis en relación con la pre-
sencia de inmigrantes, y en particular la
segunda, de incidencia más general y en
cuya propia exposición de motivos se
aduce ese argumento para justificarla: el
primer argumento, la loable pretensión
de mejorar el estándar de derechos de la
actual ley; además, la necesidad de ade-
cuar nuestra legislación al marco euro-
peo. Finalmente, los cambios en la situa-
ción económica y en las características
de la inmigración. En realidad, la refor-
ma de la Ley, pese a que incorpora, co-
mo era obligado, el reconocimiento de
derechos exigido por varias sentencias
del Tribunal Constitucional, supone un
recortemás quepreocupantedederechos
básicos –fundamentales– de los inmi-
grantes y envía a la ciudadanía española
un mensaje que puede tener efectos es-
tigmatizadores.
Un lapsus cuasi freudiano: de
qué se trata con el "retorno"
El retorno voluntario no es una iniciati-
va de suyo criticable. Desde hace años,
y conforme a la propia Ley, diferentes
E
n efecto, vivimos en el caldo de
cultivo propicio para enviar men-
sajes simplistas. Esto es particu-
larmente fácil a propósito de la inmigra-
ción, mediante el argumento de la prefe-
rencia nacional, que sugiere que se ha
alcanzado el límite de la solidaridad y
hay que reordenar las prioridades en los
servicios y prestaciones. Cuando vuel-
ve a sonar el sálvese quien pueda, resur-
ge con fuerza el discurso instrumental
que reduce la presencia de los inmigran-
tes al cálculo más egoísta de costes y be-
neficios
1
. Así se propicia y fomenta el
principio demagógico y maniqueo de
"los nuestros, ante todo" en detrimento
de los de fuera, a los que ahora vemos
como carga cuando hasta ayer eran ad-
mitidos como factores imprescindibles
de prosperidad. Por cierto: los sindicatos
tienen aquí una tarea decisiva para dejar
las ideas claras.
En esecontexto, el Gobierno español
ha adoptado recientemente algunas ini-
ciativas queparecieran responder alapre-
gunta de cómo gestionar la inmigración
en período de vacas famélicas. El pro-
blema es que, más que ofrecer un mode-
lo quemuestrecuál debeser lapolíticade
inmigración adecuadaatiempos difíciles,
quizá se trata de cómo hacer política con
la inmigración en tiempos difíciles.
Me referiré a dos medidas concretas:
el denominado "plan de retorno (volun-
tario)" y la reforma de la conocida popu-
larmentecomo "Ley deextranjería" (Ley
orgánica de derechos y libertades de los
extranjeros en España y su integración
social), presentada en diciembre de
2008
2
. Podríamos referirnos a otras, que
cabría calificar como "positivas": los
convenios bilaterales con diferentes paí-
ses emisores de inmigrantes que permi-
tan el sufragio en el ámbito municipal de
los inmigrantes, o el Fondo de Ayudas
para la integración de los inmigrantes.
Javier de Lucas*
1 Afinales de 2008 el número de inmigrantes del
que daba cuenta el Ministerio de Trabajo e In-
migración era 4.275.000 personas. La pobla-
ción extranjera afiliada a la Seguridad Social es
de 2,1 millones. Los inmigrantes representan
una población activa de más de 3,5 millones de
personas. Y el número de parados registrados
entre esa población ha aumentado hasta las
623.000 personas en el último año. Su tasa de
paro supera el 17 por ciento, lo que significa
que se ha elevado en el último año un 64 por
ciento, y supone el 30 por ciento del aumento
total (241.100 desempleados más).
2 Supone la cuarta reforma –en ocho años– de
la LO 4/2000 de 11 de enero de 2000.
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Ni siquiera los más sacrificados panegiristas se atreven a negar el alcance
devastador en España de una crisis sin duda global, pero que ha desnudado
los defectos estructurales de un modelo de crecimiento económico que se
presumía ejemplar. Los datos de paro son los más duros desde hace veinte
años, los ERE se multiplican y la crisis de algunos de los grandes motores de
la producción y del empleo obliga a los trabajadores españoles a volver a
nichos abandonados hasta ayer a la mano de obra inmigrante: agricultura y,
en menor medida, servicios. La tentación de respuestas de repliegue –como
sucede a menudo en tiempos difíciles–, es enorme.
Información y debate● PUEBLOS ● Marzo ● 2009● 35
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Especial Dossier
respecto al momento en el que el inmi-
grante partió y respecto a la situación en
España, el plan está abocado al fracaso.
Pese al tópico, el inmigrante no piensa
necesariamente en volver, y menos aún
sus hijos. Pero un riesgo potencial del
Plan es fomentar el prejuicio xenófobo,
la idea de que "sobran".
La necesidad de la reforma legal
Respecto alareformadelaLey, laprime-
ra pregunta atañe a su necesidad y opor-
tunidad. ¿Estájustificada? ¿Es estasitua-
ción de crisis el momento y el procedi-
miento oportunos parallevarlaacabo?
Las justificaciones aducidas son de
tres órdenes. Ampliar el reconocimiento
de derechos, aunque, en realidad, no es
tanto una libre decisión política como la
ejecución del mandato del Tribunal Cons-
titucional (TC) que, en sentencias de2007
–como las STC 236/2007 de noviembre
y la STC 259/2007 de diciembre–, de-
claró inconstitucionales disposiciones de
la ley 8/2000 que negaban derechos fun-
damentales a los inmigrantes irregulares
(mal llamados sin papeles). Además, la
exigenciadeajustar lalegislación alas di-
rectivas europeas y a los postulados del
Pacto europeo deasilo einmigración, en-
caminados a crear un Sistema Europeo
Común de Asilo (SECA). Finalmente,
los cambios en el fenómeno migratorio y
las condiciones actuales del mercado de
trabajo, en medio de una profunda crisis.
Se trataría de una reforma positiva, pues
extendería derechos y nos homologaría
con la UE, sin hacer delos inmigrantes el
chivo expiatorio de nuestros problemas.
Pero las críticas son evidentes. Las
sentencias del TC obligan a reconocer
esos derechos. Su incorporación no supo-
nevoluntad dereconocimiento sino aca-
tamiento deun imperativo. Lapruebade
una voluntad política de igualdad en de-
rechos está en cómo se incorporan e in-
terpretan. Y aquí el reagrupamiento fami-
liar, como veremos, poneen entredicho tal
voluntad. Respecto al segundo argumen-
to, es preciso clarificar de qué se habla
cuando seinvocalanecesidad dearmoni-
zar nuestro ordenamiento con lanormati-
va europea. Lo cierto es que en esta ma-
teria, el criterio básico es el delaprioridad
nuestra concepción de fondo de la inmi-
gración. Sí: somos el país de la UE que
más inmigrantes ha recibido y en menos
tiempo. Sí, hablamos de políticas de in-
tegración y ciudadanía para los inmi-
grantes. Pero eso eraantes delacrisis. En
realidad, los recibimos porque no tenía-
mos más remedio y porque nos salía ba-
rato emplear esamano deobraen un mo-
mento de despegue económico. Pero
cuando escasea el trabajo, hay que de-
jarse de discursos bien pensantes. Es el
momento de que se vayan. Y no impor-
ta que así expongamos alto y claro que
no los consideramos iguales, que les ne-
gamos derechos elementales, en este ca-
so su condición de parados, con las obli-
gaciones legales que ello supone. Son
"expulsables", aunque –según la lengua
de trapo al uso– se hable de retornables.
Hay no pocos argumentos que des-
velan los presupuestos (¿prejuicios?) que
subyacen al Plan: el primero, la dificul-
tad para deslindar la zona gris entreel re-
torno voluntario y el forzado. La propa-
ganda del Plan parece enfatizar lo pri-
mero (el lema es "¿Estás pensando en
volver?"), pero en realidad no está lejos
de sugerir el "si eres inmigrante en paro,
¡márchate!". Además, el Plan generaliza
indebidamente, pues no distingue entre
la gran variedad de situaciones de los in-
migrantes "retornables", que afectan a
muy diversas modalidades deretorno se-
gún sea el tipo de permiso de trabajo y
residencia, o el modelo de familia que se
hayaconstituido o asentado (parejas mix-
tas, parejas en las que uno de los miem-
bros adquiere la nacionalidad española,
parejas con hijos nacidos en España, etc).
Finalmente, si la situación en el país de
origen no ha mejorado sensiblemente
ONG trabajan en programas de retorno
voluntario
3
. Lo que cambia ahora en el
Plan propuesto por el Gobierno es la vin-
culación con la crisis y la tesis subya-
cente de que hay que fomentar esta vía
para pinchar la bolsa de paro y aliviar las
dificultades de, no sólo los inmigrantes,
sino también las Administraciones: me-
nos a repartir.
Como ha ocurrido con otras explica-
ciones de la política de inmigración des-
de la llegada del ministro Corbacho
4
, es-
tePlan –quehastahoy constituyeun con-
siderable fracaso respecto a las despro-
porcionadas expectativas de las que el
propio ministro presumió–, desnuda
El problema es que, más que ofrecer un
modelo que muestre cuál debe ser la
política de inmigración adecuada a
tiempos difíciles, quizá se trata de cómo
hacer política con la inmigración en
tiempos difíciles


3 La disposición adicional octava de la Ley
14/2003 regula las ayudas al retorno volunta-
rio: "El Gobierno contemplará anualmente la fi-
nanciación de programas de retorno voluntario
de las personas que así lo soliciten y planteen
proyectos que supongan su reasentamiento en
la sociedad de la que partieron y siempre que
los mismos sean de interés para aquella co-
munidad".
4 Por ejemplo, la tristemente célebre metáfora de
"la escalera de vecinos" en la que, según el mi-
nistro, jamás el último que llega es quién para
decidir la norma que hay que seguir en esa co-
munidad, lo que contradice las exigencias más
elementales de la democracia.
36 ● 2009● Marzo ● PUEBLOS ● Información y debate
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Especial Dossier
delos principios desubsidiariedad y pro-
porcionalidad, y por eso la claúsula que
recuerda quelos Estados tienen compe-
tencia para aplicar la norma más favora-
ble: laaplicación delas directivas europe-
as sesupeditaalanormavigentemás fa-
vorablealos derechos. Como hainsistido
CEAR (Comisión Española deAyuda al
Refugiado) apropósito delareformadel
asilo, los cambios legales deben recoger
lo que es considerado como mínimo en
las directivas, cuando sea necesario y no
existanormanacional mejor queseaapli-
cable; por tanto la política de la UE no
obligaaningún recorte, si seapuestapor
estaopción seharádesdelaresponsabili-
dad decadagobierno.
Ya que no basta con afirmar que se
trata de reformas progresistas que amplí-
an derechos. Hay que examinar si los de-
rechos se ven ampliados en su reconoci-
miento y garantía. Y aquí el balance es
mucho menos positivo de lo que se pre-
tende, e incluso resulta seriamente preo-
cupante. Porquetodo sesupedita a lo que
parece constituir la prioridad de priorida-
des del Pacto europeo mencionado, laob-
sesión por "dominar" los flujos migrato-
rios en propio beneficio y el objetivo de
"controlar lainmigración ilegal y adecuar
todos esos movimientos depersonas alas
necesidades del mercado de trabajo eu-
ropeo y desu economíaproductiva". Así,
la justificación oficial de la reforma sos-
tiene literalmente que los poderes públi-
cos "deben ordenar y canalizar legal-
mente los flujos migratorios de tal mane-
raquelos mismos seajusten anuestraca-
pacidad deacogiday alas necesidades de
nuestro mercado detrabajo" (dos criterios
considerablementeindeterminados) y, en
particular, fomentar "la inmigración le-
gal y ordenada, orientada al ejercicio de
una actividad productiva".
Hablar de extensión de derechos
choca con la regulación que hace el pro-
yecto de, por ejemplo, el derecho a la
educación, tanto infantil como no obli-
gatoria
5
; el derecho de reagrupación fa-
miliar
6
; de la situación de los menores no
acompañados o del catálogo de sancio-
nes graves (cuyo número se incrementa)
así como del plazo de internamiento en
los CIE (Centros de Internamiento de
Extranjeros), quepasa de40 a 60 días sin
que se justifique en la actual realidad mi-
gratoria en España
7
y que posibilita pla-
zos más amplios cuando el extranjero in-
ternado solicite asilo
8
.
Particularmente llamativo es lo
que sucede con el derecho al reagru-
pamiento familiar, reconocido como
fundamental a nivel nacional e inter-
nacional
9
. Es difícilmente aceptable
que una reforma de ley para extender
los derechos no reconocidos y de
acuerdo con el mandato imperativo
del TC, se aproveche, paradójicamen-
te, para restringir el ámbito de los be-
neficiarios de ese derecho básico, y
someterlo a condiciones más gravosas.
Los ascendientes no podrán ser rea-
grupados hasta que no sean mayores
de 65 años, y además el reagrupante
debe tener 5 años de residencia legal
en España, cuando en la normativa vi-
gente sólo se requiere una autorización
de residencia renovada. No se entien-
de que la reforma hable del objetivo de
integración cuando un requisito ele-
mental como el respeto a la unidad fa-
miliar es deteriorado.
Podríamos añadir otros dos ele-
mentos de juicio: sorprende que la re-
forma no se aproveche para adecuar
la ley al estándar internacional básico
que es la Convención de la ONU de
1990 sobre derechos de los trabajado-
res inmigrantes y sus familias, que el
Estado español no ha ratificado ni
muestra voluntad de ratificar. Y éste
es el segundo argumento: ¿por qué no
es igualmente prioritaria para el Go-
bierno tal ratificación? ¿Cuáles son
las razones, si es evidente que dicho
estándar es superior al que hoy ofre-
cemos, por ejemplo, en reunificación
familiar?
La reforma no parece, por último,
una barrera eficaz frente al discurso
xenófobo. Al contrario, prosigue en la
vía de la estigmatización de la inmi-
gración irregular, o, por decirlo mejor,
de la culpabilización de los migrantes
en situación irregular al sostener que
"la inmigración irregular atenta con-
tra la cohesión social y contra la dig-
nidad de las personas y distorsiona y
precariza el mercado de trabajo".
Es de esperar que el esfuerzo que
realizan en este momento buena par-
te de los representantes de la sociedad
civil permita que, por vía de enmien-
das en la tramitación parlamentaria,
se corrijan al menos estas deficiencias
para acercarnos a uno de los elemen-
tos que definen una sociedad decen-
te, como recordara Péguy: una "ciu-
dad sin exilio".❑
*Javier de Lucas es Catedrático de Filosofía
del Derecho y Filosofía Política (Instituto
de Derechos Humanos de la Universidad
de Valencia) y Presidente de CEAR (Comisión
Española de Ayuda al Refugiado).
Es difícilmente aceptable que una reforma
de ley para extender los derechos
no reconocidos se aproveche,
paradójicamente, para restringir el ámbito
de los beneficiarios de ese derecho básico


5 Se elimina la obligación de las Administracio-
nes públicas de garantizar "la existencia de un
número de plazas suficientes para asegurar la
escolarización de la población que lo solicite".
En el apartado 9.3, el derecho a la educación
no obligatoria se restringe únicamente a los
"extranjeros residentes".
6 Sólo se habla del interés superior del menor pa-
ra decir que se respetará cuando se repatríe al
menor, bien a su familia, bien a los servicios de
protección de menores del país de origen. Y se
desprecia por completo ese interés prioritario
cuando se trata de un menor que haya come-
tido un delito (Artículo 57.2).
7 Nota informativa de CEAR: "CEAR rechaza la
ampliación del plazo de internamiento de ex-
tranjeros y el deterioro del derecho de asilo", 9
de mayo de 2008.
8 Pues el período de su tramitación suspende el
plazo anterior. Puesto que el plazo para la ad-
misión a trámite de una solicitud de asilo as-
ciende a 60 días tal como se aplica ahora en
los CIE, un demandante de asilo podría en la
práctica estar internado hasta 120 días. En la
práctica es una medida disuasoria ante el ya di-
fícil acceso al derecho de asilo.
9 Artículo 18 de la Constitución española, artícu-
lo 8 del Convenio Europeo de Derechos Hu-
manos y artículo 10 del Pacto Internacional de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
Información y debate● PUEBLOS ● Marzo ● 2009● 37
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Objeciones al desarrollo
Una mirada crítica al concepto de progreso
La mayor parte de la sociedad podría
estar de acuerdo con la idea de que en
los últimos dos siglos, y sobre todo en
las últimas décadas, el conocimiento
científico ha avanzado de una forma
impresionante. En todas las áreas del
pensamiento: física, matemáticas,
química, biología, economía,
sociología, etc. han sido descubiertas
nuevas teorías, leyes o postulados
cuya aplicación ha creado una
enorme variedad de artefactos,
máquinas, compuestos químicos,
medicamentos, instituciones, nuevos
negocios, etc. que han cambiado
aspectos sustanciales de la vida.
C
uriosamente, a la vez, vemos
cómo casi todo lo imprescin-
dible va a peor. Las reservas
pesqueras en todo el mundo disminu-
yen rápidamente debido a las extrac-
ciones masivas; los suelos pierden pau-
latinamente la capacidad de producir
alimentos; el petróleo, imprescindible
para mantener nuestra organización
productiva y económica, se agota; el
cemento y el hormigón fraccionan y
deterioran los ecosistemas; el agua, el
aire y el suelo se envenenan debido a
la contaminación química; las des-
igualdades sociales se profundizan por-
que existe una apropiación obscena de
bienes y riqueza por parte de una mi-
noría; la articulación social que garan-
tizaba los cuidados en la infancia, en la
vejez o a las personas enfermas se es-
tá destruyendo, entre otras cosas, por-
que hombres y mujeres dedican la ma-
yor parte de su tiempo a trabajar para
el mercado; lo que se llama democra-
cia se ha convertido en un sistema he-
gemónico que dispone de medios de
Yayo Herrero*
difusión masivos, y una enorme ma-
quinaria tecno-militar capaces de con-
vencer por las buenas o por las malas...
¿Cómo es posible que de forma pa-
ralela a la generación de tanto conoci-
miento, a la vez que se han ido descu-
briendo tantas cosas que antes perma-
necían ocultas, y al mismo tiempo que
nacían más y más universidades, labo-
ratorios o centros de investigación, las
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Especial Dossier
fragmentado, en muchas ocasiones ig-
noran la densa red de relaciones que
conecta todo lo vivo y la emergencia
de fenómenos que no tienen explica-
ción y ni siquiera son visibles para una
mirada reduccionista.
A pesar de que la propia ciencia
desautorizó hace muchos años la me-
cánica clásica o la separación entre cul-
tura y naturaleza como visiones que
pudiesen explicar la complejidad del
mundo, estas miradas siguen fuerte-
mente arraigadas en los esquemas
mentales de nuestra sociedad y conti-
núan estando presentes en muchas de
las aplicaciones tecnológicas e indus-
triales de vanguardia.
Una concepción del saber como
objetivo y universal, la oportunidad de
difundirlo que ofrecieron los procesos
colonizadores y la tecnología adecua-
da para poder hacerlo, han hecho de la
ciencia occidental el sistema de cono-
cimiento hegemónico, ante el que cual-
quier otro es considerado tradición o,
a lo peor, superstición. De este modo,
se olvida que ha habido, y hay, otras
muchas formas de aproximarse al co-
nocimiento que han demostrado su uti-
lidad y cuya validez es equiparable a la
de la ciencia "oficial" (pensemos en la
conservación de los bosques de mu-
chos pueblos indígenas o la eficacia
energética de muchos tipos de arqui-
tectura vernácula).
Un progreso lineal e ilimitado
La revolución científica e ideológica
que instaura el proyecto de la Moder-
nidad se amplía y se asienta en el Siglo
de Las Luces, momento en el que se
afianza la cultura occidental como vi-
sión generalizada del mundo. En este
período, por una parte aparecen los
ideales de la Ilustración basados en la
libertad intelectual y el desarrollo del
conocimiento emancipado de la Igle-
sia; por otro, surgen dos fenómenos
asociados: el capitalismo y la Revolu-
ción Industrial. Fundamentalmente en
manos de la economía liberal, la cien-
cia y su aplicación, desvinculadas de la
ética gracias a su halo de objetividad y
neutralidad, se ponen al servicio de la
variables que explican la vida se hayan
ido deteriorando progresivamente?
¿Por qué el agua, el aire, los territorios,
la fertilidad del suelo, los mares, la bio-
diversidad o la vida comunitaria se han
ido destruyendo al mismo ritmo acele-
rado con que aparentemente aprendía-
mos sobre ellos? ¿Por qué en esta si-
tuación de crisis global la ciudadanía
continúa creyendo firmemente que
nuestra sociedad sigue un camino li-
neal desde un pasado de atraso y su-
perstición hacia un futuro emancipador
de mayor bienestar?
Para virar esta trayectoria que con-
duce al colapso es preciso reflexionar
sobre la noción de progreso que tienen
las sociedades occidentales, una no-
ción que se basa en la separación entre
cultura y naturaleza, y que ha contri-
buido a construir una esfera social, tec-
nológica y económica que ignora el
funcionamiento de los sistemas natu-
rales y crece, como un tumor, a costa
de ellos.
Saber de dónde venimos para
poder cambiar
La génesis del modelo de pensamien-
to occidental hunde sus raíces en la
Modernidad. Este período, época de
indudables avances, en la que se con-
sigue desvincular el pensamiento del
poder religioso, se proclaman los De-
rechos del Hombre y el concepto de
ciudadanía (masculina) comienza a
abrirse paso, es también el momento
en el que se consolida el modo de rela-
ción entre los seres humanos y la natu-
raleza que han dado lugar a la actual
crisis ecológica.
En efecto, es en este momento his-
tórico cuando se ponen las bases del
actual sistema tecnocientífico que se
desarrolló a unas velocidades incom-
patibles con los procesos de la Biosfe-
ra que sostienen la vida, y al servicio
de un modelo socioeconómico que só-
lo considera riqueza lo traducible a va-
lor monetario y que necesitaba crecer
de forma exponencial.
La ciencia moderna se constituyó
en el supuesto de que el pensador po-
día sustraerse del mundo y contem-
plarlo como algo independiente de sí
mismo, siendo el conocimiento gene-
rado absolutamente objetivo y, su-
puestamente, neutral y universal. La
revolución científica condujo a con-
ceptuar la naturaleza como una enor-
me maquinaria que podía ser diseccio-
nada y estudiada en partes. La natura-
leza pasaba así a ser considerada un au-
tómata sujeto a unas leyes matemáti-
cas eternas e inmutables que determi-
nan su futuro y explican su pasado.
En la actualidad sabemos que este
modelo diseccionador, que ha sido tan
útil para aplicar en la industria, ha re-
sultado enormemente dañino para la
vida sobre la Tierra. La lógica de las
cosas muertas no sirve para entender el
mundo vivo. En un ecosistema, vege-
tales, animales y microorganismos co-
operan intensamente y, por ello, no
puede ser comprendido estudiando ca-
da parte por separado.
La visión atomizada y dispersa de
la realidad tiene importantes repercu-
siones en nuestro entorno. Muchas de-
cisiones en temas de ordenación del te-
rritorio, de creación de infraestructuras
o de lanzamiento de productos quími-
cos o transgénicos al medio, alteran
una compleja maraña de relaciones con
consecuencias imprevisibles. Estas ac-
tuaciones basadas en un conocimiento
El deterioro social y ambiental no son
subproductos del modelo de desarrollo,
sino que son una parte insoslayable de
ese tipo de desarrollo


¿Por qué en esta situación de crisis global
la ciudadanía continúa creyendo
firmemente que nuestra sociedad sigue un
camino lineal desde un pasado de atraso
y superstición hacia un futuro
emancipador de mayor bienestar?


Información y debate● PUEBLOS ● Marzo ● 2009● 39
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Especial Dossier
*Yayo Herrero forma parte de Ecologistas
en Acción.
industria incipiente y del capitalis-
mo, consiguiendo unos aumentos
enormes en las escalas de produc-
ción, gracias a la disponibilidad de
la energía fósil, primero el carbón,
y posteriormente, y hasta hoy, el pe-
tróleo. El capitalismo y la Revolu-
ción Industrial, con la poderosa tec-
nociencia a su servicio, terminaron
instrumentalizando los ideales de la
Ilustración e imponiendo unas rela-
ciones entre las personas y también
entre los seres humanos y la Natu-
raleza, guiadas por la utilidad y la
maximización de beneficios a cual-
quier coste.
El concepto de progreso huma-
no se fue construyendo, por tanto,
basado en el alejamiento de la natu-
raleza, de espaldas a sus límites y
dinámicas. El desarrollo tecnológi-
co fue considerado como el motor
del progreso, al servicio de una idea
simplificadora que asociaba consu-
mo con bienestar, sobre todo en las
últimas décadas, en las que la so-
ciedad de consumo se ha autopro-
clamado como la solución para to-
dos los problemas humanos. El le-
ma "si puede hacerse, hágase" se
impuso, sin que importasen los pa-
ra qué o para quién de las diferentes
aplicaciones. La ocultación de los
deterioros sociales y ambientales
que acompañaban a la creciente ex-
tracción de materiales y generación
de residuos, hicieron que se desea-
se aumentar indefinidamente la pro-
ducción industrial, creando el mito
del crecimiento continuo.
La palabra progreso dotaba de
un sentido de satisfacción moral a
esta tendencia de la evolución so-
ciocultural. Se consideró que todas
las sociedades, de una forma lineal,
evolucionaban de unos estadios de
mayor "atraso" –caza y recolección
o ausencia de propiedad privada–
hacia nuevas etapas más racionales
–civilización industrial o economía
de mercado– y que en esta evolu-
ción tan inexorable y universal co-
mo las leyes de la mecánica, las so-
ciedades europeas se encontraban
en el punto más avanzado. Al concebir
la historia de los pueblos como un hi-
lo de secuencias que transitaba del sal-
vajismo a la barbarie, para llegar final-
mente a la civilización, los europeos,
empapados de la convicción etnocén-
trica de constituir la "civilización por
excelencia", expoliaron los recursos de
los territorios colonizados para ali-
mentar su sistema económico basado
en el crecimiento. Sometieron me-
diante la violencia (posibilitada por la
aplicación científica a la tecnología mi-
litar) y el dominio cultural a los pue-
blos colonizados, a los que se conside-
raba "salvajes" y en un estado muy cer-
cano a la naturaleza.
Esta concepción de progreso, vi-
gente en el presente, ha sido nefasta pa-
ra los intereses de los pueblos empo-
brecidos y para los sistemas naturales.
La idea de que más es siempre mejor,
ante una crisis civilizatoria, que exige
un cambio en la forma de estar en el
mundo. Los modos de producción de
bienes y necesidades de la sociedad in-
dustrial, han colaborado en la configu-
ración de las relaciones entre las per-
sonas. Si la dinámica consumista y la
obtención del beneficio en el menor
plazo dirigen la organización econó-
mica, esta misma lógica se instala en
los procesos de socialización y educa-
ción, determinando finalmente que las
metas a alcanzar por cada individuo se
orienten hacia la acumulación, olvi-
dándose de poner en el centro el pro-
pio mantenimiento de la vida.
Hoy, el progreso es afrontar la in-
compatibilidad esencial que existe en-
tre un planeta Tierra con recursos li-
mitados y finitos, y un sistema socioe-
conómico, el capitalismo, que impul-
sado por la dinámica de la acumula-
ción del capital, se basa en la expan-
sión continua y conlleva de forma in-
disoluble la generación de enormes
desigualdades. Se trata de establecer
un "nuevo contrato social" que involu-
cre a hombres y mujeres como parte de
la naturaleza y seres interdependientes.
Progresar será, por tanto, transitar
de una lógica de guerra contra las per-
sonas, los pueblos y los territorios a
una cultura de paz que celebre la di-
versidad de todo lo vivo, que permita
a todas las personas el acceso a los
bienes materiales en condiciones de
equidad y que se ajuste a los límites y
ritmos de los sistemas naturales.
Vivir con menos es una exigencia
física que impondrá la limitación de los
recursos materiales. Vivir bien con me-
nos y en condiciones de justicia y equi-
dad, es un camino que hay que señalar,
sumando mayorías que puedan resis-
tir, exigir e impulsar un cambio. Esta
nueva visión permitirá establecer al-
ternativas, recuperar lo valioso que
perdimos y explorar caminos inéditos
que permitan vivir en armonía social y
en paz con el planeta. Muchas perso-
nas, en todos los continentes, lo están
haciendo ya.❑
Se trata de establecer un ‘nuevo contrato
social’ que involucre a hombres y mujeres
como parte de la naturaleza y seres
interdependientes


la desvalorización de los saberes tradi-
cionales, la concepción de la naturale-
za como una fuente infinita de recur-
sos, la reducción de la riqueza a lo es-
trictamente monetario y la fe en que la
tecnociencia será capaz de salvarnos
en el último momento de cualquier
problema, incluso de los que ella mis-
ma ha creado, suponen una rémora en
un momento en el que resulta urgente
un cambio de paradigma civilizatorio.
Cambiar no es una opción
En un planeta con los recursos finitos,
es absolutamente imposible extender
el estilo de vida occidental, con su
enorme consumo de energía, minera-
les, agua y alimentos. El deterioro so-
cial y ambiental no son subproductos
del modelo de desarrollo, sino que son
una parte insoslayable de ese tipo de
desarrollo. Nos encontramos, entonces,
40 ● 2009● Marzo ● PUEBLOS ● Información y debate
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Especial Dossier
Decrecimiento y biomímesis
La humanidad vive cambios sin
precedentes cada vez más acelerados.
En los últimos 50 años, los seres
humanos han transformado los
ecosistemas más que en ningún otro
período de tiempo comparable de la
historia humana. Sin embargo todas
las personas dependemos de la
naturaleza y de los servicios de los
ecosistemas para poder llevar una
vida digna, saludable y segura.
Además, sólo ahora se están poniendo
de manifiesto los verdaderos costes
asociados con los supuestos beneficios
de esta transformación a favor de una
minoría de la población mundial. El
cambio climático avanza; se ha puesto
en peligro la producción de alimentos;
la biodiversidad disminuye a un ritmo
escalofriante; los recursos se agotan,
con especial mención a los
combustibles fósiles; el acceso al agua
cada vez se complica más; y además,
la crisis ambiental se da en unas
circunstancias de desigualdad social
cada vez más agudizada. La crisis es,
por tanto, ecológica, pero también
política, económica, cultural y social.
L
os tímidos y escasos avances en la
concienciación ambiental y en las
políticas puestas en práctica no
guardan relación con lagravedad del pro-
blemaquetenemos delante. Seguimos sin
afrontar el elemento central de la crítica
ecologista desde hace varias décadas: el
conflicto básico entre, por un lado, un pla-
neta Tierra con recursos limitados y fini-
tos y, por otro, un capitalismo globaliza-
do, basado en lanecesidad decrecimiento
y acumulación constantes.
Decrecer en el gasto global de
energía y materiales, así como en la ge-
neración de residuos no es simple-
mente una opción, es una necesidad
que impone un planeta con recursos li-
mitados. Obviamente, quien puede de-
crecer es quien gasta de forma mayo-
residuos de unos seres son el susten-
to deotros y los ciclos están cerrados.
Los modos de producción humanos,
en contraposición a lo anterior, son
lineales y, partiendo del petróleo, lle-
gamos a un montón de plásticos tira-
dos en un vertedero.
Esto se traduce en adecuar nuestras
actividades a la capacidad del pla-
neta para asimilar los contaminan-
tes y residuos, es decir, evitar los
materiales que la naturaleza no
puede degradar/asimilar y frenar la
producción de residuos hasta al-
canzar un ritmo menor al ritmo na-
tural de asimilación/degradación.
Consumir y producir residuos en función
de las capacidades naturales
Este criterio está íntimamente re-
lacionado con los conceptos de
límite y justicia, con entender
que vivimos en un planeta de re-
cursos limitados. Es decir, debe-
mos autolimitarnos con un mo-
delo de vida más austero. Sólo
una disminución drástica del
consumo en los países sobrede-
sarrollados permitirá el modera-
do, pero necesario, aumento en
los empobrecidos.
La disminución del consumo tam-
bién implica obtener en primer lu-
gar las materias primas y la energía
del reciclaje de los bienes en desuso
y, en segundo término, de fuentes
renovables.
Luis González Reyes*
ritaria los recursos y genera los resi-
duos, es decir, los países más enrique-
cidos. Sin embargo, la propuesta del
decrecimiento es un camino, no un fin.
El fin es una sociedad sostenible
1
.
Biomímesis
Una sociedad sostenible es la que tiene
los satisfactores más adecuados para cu-
brir universalmente las necesidades hu-
manas de manera armónica con el en-
torno. Un concepto fundamental es la
biomímesis
2
(imitar a la Naturaleza), ya
que la Naturaleza ha sabido encontrar,
a lo largo de la evolución, las mejores
soluciones a las necesidades de los se-
res vivos y de los ecosistemas. Pero no
sólo eso, sino que también ha sido ca-
paz de evolucionar hacia estadios cada
vez más complejos y ricos. Además, la
biomímesis implica que el entorno no
es parte de la economía, sino al revés: la
economía es un subsistema del am-
biente. Los principios básicos para al-
canzar la biomímesis son:
Cerrar los ciclos de la materia
En la naturaleza la basura no existe,
todo es alimento, de manera que los
1 Este apartado está extractado del "Manifiesto
de Valencia" de Ecologistas en Acción.
2 Riechmann, J orge (2003): "Biomímesis", El
Ecologista nº36 y Riechmann, J orge (2000): Un
mundo vulnerable: ensayos sobre ecología, éti-
ca y tecnociencia, Madrid, Los Libros de la Ca-
tarata.
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Especial Dossier
Centrar la producción y el consumo en
lo local
Es necesaria una minimización del
transporte, puesto que en la natura-
leza su mayor parte es vertical
3
(in-
tercambio de materia entre el reino
vegetal y la atmósfera y el suelo). El
transporte horizontal sólo lo reali-
zan los animales, que suponen muy
poca biomasa respecto a los vegeta-
les (el 99 por ciento de la biomasa)
y que además sólo se desplazan a
cortas distancias. El transporte ho-
rizontal a largas distancias, como es
el caso de las migraciones, es una
rareza
4
.
Esta idea supone una tendencia pau-
latina hacia la autosuficiencia desde
lo local. Este principio minimiza el
transporte de recursos y bienes, faci-
lita la gestión delos recursos y los re-
siduos, y favorece las actividades
económicas adaptadas a las caracte-
rísticas del entorno.
Esto significaría un funcionamiento
confederal de los distintos territorios
con un alto grado de autonomía, pe-
ro con una importante interconexión
entre ellos.
Basar la obtención de energía en el sol
El sistema energético debe estar
centrado en el uso de la energía so-
lar en sus distintas manifestaciones
(sol, viento, olas, minihidráulica,
biomasa...). En general, se trata de
obtener la energía de fuentes reno-
vables, es decir, de aquellas que ex-
plotemos a un ritmo que permita su
regeneración.
Potenciar una alta diversidad e
interconexión biológica y humana
La vida ha evolucionado, desde el
principio, hacia grados de mayor di-
versidad y complejidad, lo queno só-
lo ha permitido alcanzar mayores ni-
veles de conciencia, sino también
adaptarse a los retos y desafíos que
se ha venido encontrando. La mayor
estrategiaparaaumentar laseguridad
y la supervivencia de la vida ha sido
hacerla más diversa, cambiante y
moldeable. Justo lo contrario para lo
que trabaja la Unión Europea, con
sus directivas contra la inmigración
o la tendencia del mercado a homo-
geneizar los gustos.
La alta diversidad y la interconexión
naturales tienen un correlato en el
plano social, que es la vida conjunta
de muchas personas diversas y con
muchas redes de comunicación en-
treellas. Además hay queseñalar que
la evolución de la vida es hacia la
máxima complejidad, no hacia el
máximo crecimiento. Los bosques o
las personas pasamos una primera
etapa de nuestra vida en la que pone-
mos energíaen crecer. Pero luego esa
energía la desviamos hacia el au-
mento de la complejidad. Lo que lla-
mamos "progreso" es anclarnos con-
tinuamente en esa etapa primitiva de
crecimiento.
Por último, una característica funda-
mental de la complejidad es que per-
mite que se produzca autoorganiza-
ción de forma "espontánea".
Acoplar nuestra "velocidad" a la de los
ecosistemas
Muchos de los problemas ambienta-
les que se están produciendo tienen
más quever con lavelocidad alaque
se están efectuando los cambios que
con los cambios en sí mismos. Por
ejemplo, a lo largo de la historia de
la Tierra se han producido cambios
de temperatura más drásticos de los
que se pronostican como consecuen-
cia del cambio climático; sin embar-
go, el problema principal es que el
cambio se está llevando a cabo a una
velocidad que los ecosistemas no
pueden soportar sin traumas.
En estesentido, es imprescindiblera-
lentizar nuestra vida, nuestra forma
de producir y consumir, de mover-
nos. Hay que volver a acompasar
nuestros ritmos con los del planeta.
Actuar desde lo colectivo
En la naturaleza, para su evolución,
ha sido mucho más importante la co-
operación que la competencia, como
bien lo ejemplifica la simbiosis, algo
básico en el desarrollo de ecosiste-
mas y seres vivos. Esto se transpone
en la vida social como una gestión
democrática de las comunidades y
sociedades, de manera que nos res-
ponsabilicemos de nuestros actos a
través de la participación social. Y
cuando hablamos dedemocracia nos
referimos a una democracia partici-
pativa, en la que los valores básicos
sean la cooperación, la horizontali-
dad, la justicia, el geocentrismo (hu-
yendo del antropocentrismo y el an-
drocentrismo) y la libertad.
En aras del crecimiento, el trabajo pro-
ductivo ha sido llevado al máximo
culto, mientras el trabajo reproducti-
vo ha sido invisibilizado y general-
mentellevado acabo por mujeres. El
primero haconllevado el aumento de
laproducción y el hiperconsumismo.
El segundo, en cambio, hatenido co-
mo valor principal el cuidado delavi-
da. Esto tienequerevertirse.
Principio de precaución
El principio de precaución postula
que no se deben llevar a cabo accio-
nes de las que no se tienen claras las
consecuencias. Es entender que vi-
vimos en un entorno de incertidum-
bre insalvable.❑
*Luis González Reyes es miembro de
Ecologistas en Acción:
www.ecologistasenaccion.org
Sólo una disminución drástica del
consumo en los países
sobredesarrollados permitirá el moderado,
pero necesario, aumento en los
empobrecidos


La biomímesis implica que el entorno no
es parte de la economía, sino al revés: la
economía es un subsistema del ambiente


3 Margalef, Ramón (1980): La Biosfera entre la
termodinámica y el juego, Omega.
4 Margalef, Ramón (Ramón): Planeta azul, pla-
neta verde, Prensa Científica. / Estevan, Anto-
nio: "La enfermedad del transporte", en
www.ciudad-derechos.org/espanol/pdf/eed.pdf
42 ● 2009● Marzo ● PUEBLOS ● Información y debate
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Especial Dossier
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miento
-Economía Crítica: www.ucm.es/info/ec
-Economía Crítica y Crítica de la Economía: www.economia
critica.net
-Forum Mundial de Alternativas: www.forumdesalternatives.org
-Red Latinoamericana de Mujeres Transformando la Econo-
mía: www.movimientos.org/remte
-Red Iberoamericana de Economía Ecológica: www.redibec.org
-Seminari TAIFA: http://seminaritaifa.org
-Sociedad Latinoamericana de Economía Política y Pensa-
miento Crítico: http://sepla.icidac.org
-¿Crecimiento desigual? Distribución de ingresos y pobreza en
los países de la OCDE: www.oecd.org/dataoecd/60/44/
41547484.pdf
-Informe 03/2008 sobre el Borrador del VPlan Nacional de Ac-
ción para la Inclusión Social, 2008-2010, Consejo Econó-
mico y Social: www.ces.es/servlet/noxml?id=CesColConteni
do%20M01229350367789~S211945~NInf0308.pdf&mime
=application/pdf
Información y debate● PUEBLOS ● Marzo ● 2009● 43
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Derechos de las mujeres
en femenino singular
Begoña Zabala González*
Mujer y derechos
mente con el feminismo oficial o ins-
titucional, con el feminismo igualita-
rista. No es que ahora no se vaya a rei-
vindicar la igualdad. Lo que ocurre es
que ni es el único paradigma de la fi-
losofía jurídica feminista, ni recoge el
Con frecuencia los derechos de las
mujeres, como tantas otras cosas, se
conjugan en masculino y en plural.
Son los derechos de los hombres,
que se trasladan a las mujeres. Son
los derechos regulados para un
sujeto varón, que se tratan de
aplicar a un sujeto mujer, único,
uniforme y arquetípico; como si
todas las mujeres fuesen iguales, o,
lo que es más grave, tuviesen que
tener las mismas aspiraciones por el
hecho de ser mujeres y esa
aspiración fuese la de conseguir los
mismos derechos que ahora tienen
los hombres. Todavía se puede
añadir que, para profundizar en la
contradicción, ni todos los hombres
son iguales entre sí en cuanto a los
derechos que disfrutan (véase por
ejemplo la condición de inmigrante)
ni los derechos de los hombres son
universalizables; debido a que
muchos de ellos se han construido
sobre los no derechos de las
mujeres, por lo que son más bien
privilegios cuyo ejercicio conlleva,
precisamente, la subordinación
de éstas.
P
or ello se plantea, desde el mo-
vimiento feminista autónomo,
una codificación diferente: los
derechos para las mujeres son especí-
ficos y propios y tienen en cuenta,
también, que no todas las mujeres son
iguales, no porque no nazcan iguales,
no porque unas sean superiores a otras,
como ocurre frente a los hombres, si-
no porque viven muy diversas reali-
dades a las que el derecho no puede
ser ajeno.
Esta postura, que trae causa de las
reivindicaciones más históricas del fe-
minismo y se funde con los nuevos
planteamientos de los grupos minori-
tarios de mujeres excluidos de las con-
quistas de la igualdad, choca frontal-
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44 ● 2009● Marzo ● PUEBLOS ● Información y debate
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Mujer y derechos
amplio elenco de reivindicaciones y
planteamientos del feminismo. Tam-
bién es obligatorio señalar que la des-
igualdad en sí misma no es negativa, si
es meramente desigualdad. Contra lo
que lucha este feminismo es contra la
subordinación e interiorización de las
mujeres, opresión que ejercen y de la
que se benefician los hombres, ade-
más, por supuesto, de otros estamentos
sociales. Por ello, si tuviésemos que re-
currir a un paradigma único y sistémi-
co, antes señalaríamos la insubordina-
ción, frente a la subordinación, o la au-
tonomía y la independencia, que el in-
suficiente e hiperutilizado principio de
la igualdad.
Aunque es más amplio el debate,
de entrada baste decir que se reivindi-
ca la igualdad de derechos, cuando se
niega un derecho al colectivo de muje-
res por ser mujeres –por ejemplo el de-
recho al voto– y ésta es la obligación
primera de un grupo en resistencia dis-
criminado. Pero ahí no se agota la rei-
vindicación frente a los derechos, ya
que hay derechos o situaciones de los
varones que no se reivindican para las
mujeres, por ejemplo, el servicio mili-
tar. También hay derechos propios de
las mujeres que nunca tendrán los
hombres, por ejemplo la procreación.
Una crítica elemental al
derecho paradigmático a la
igualdad
Todo el entramado jurídico que cubre
en el Estado español la construcción y
el ejercicio de los derechos de las mu-
jeres, se basa, en el ámbito de derechos
fundamentales, en una pequeña dispo-
sición que de forma indirecta afecta a
las mujeres: el artículo 14 de la Cons-
titución, que dice que "los españoles
son iguales ante la ley, sin que pueda
prevalecer discriminación alguna por
razón de nacimiento, raza, sexo, reli-
gión, opinión o cualquier otra condi-
ción o circunstancia personal o social."
Esto quiere decir que las reivindi-
caciones del movimiento feminista se
plasman, a nivel de derechos funda-
mentales, en el derecho a la igualdad.
De ahí que el discurso feminista ofi-
cial, de forma cada vez más agobian-
zan trabajos no pagados con dinero; o
están en trabajos no reconocidos, co-
mo la prostitución; o en trabajos de
economía sumergida, como los traba-
jos a domicilio o de cuidados sobre to-
do de mujeres extranjeras sin papeles;
o realizan trabajos "especiales", como
las empleadas de hogar. Se está legis-
lando, por tanto, para conciliar la vida
laboral y familiar bajo el prisma de la
igualdad, donde los iguales son los
hombres y mujeres que prestan sus ser-
vicios con contrato de trabajo "regla-
mentado". Se ignora así a millones de
mujeres, y también de hombres, que
son iguales, pero que como decía aqué-
lla, "unas son más iguales que otras."
Codificación de los derechos
de las mujeres
La denuncia de un derecho que no ha-
bla de las mujeres se inició hace tiem-
po con la lectura, desde una perspecti-
va feminista, de la Declaración Uni-
versal de los Derechos Humanos
1
. Al
cumplirse los 50 años de la Declara-
ción, auspiciada por Naciones Unidas,
en el año 1998, fueron muchos los gru-
pos que salieron con cierta fuerza de-
nunciando una Declaración, que ni era
tan universal como declaraba, ni des-
de luego tan "humana", ya que el ses-
go masculino resultaba omnipresente
en la misma.
No sólo una redacción en género
masculino de la Declaración declaraba
las intenciones de la misma –todavía
en francés se habla de los "derechos del
hombre"–, sino que la construcción ju-
rídica del sujeto estaba implícitamen-
te pensando en un hombre, normal-
mente trabajador, normalmente padre
de familia. Y además, blanco, señala-
rían los sectores antirracistas. Así se es-
tructuran los derechos del "padre de fa-
milia", pues el derecho al trabajo del
hombre concedería automáticamente
derechos sociales y sanitarios a su es-
posa y a su descendencia, como el de-
recho a la asistencia sanitaria, el dere-
te, sólo hable de igualdad: con más
igualdad menos violencia, con igual-
dad hay libertad. Sencillamente no es
esto por lo que el movimiento femi-
nista ha estado en la lucha. No es des-
de luego para lo que actualmente está.
Defrauda y desanima ver la plasma-
ción, en términos legales, que tienen
las demandas de las mujeres y del mo-
vimiento feminista.
Una de las batallas importantes que
está llevando ahora mismo el movi-
miento feminista es la del derecho al
aborto libre y gratuito. Después de ha-
ber transcurrido más de 20 de años
desde la despenalización parcial del
aborto se puede observar, con bastan-
te horror, que el aborto sigue siendo
considerado delito, como norma gene-
ral, y en los supuestos legales no es re-
alizado en los centros de la red públi-
ca, ni se lleva a cabo con las garantías
personales y jurídicas suficientes para
la seguridad de las mujeres y del per-
sonal sanitario que interviene. ¿Tiene
algo que ver este derecho con la igual-
dad? Más bien tiene que ver con los
derechos sexuales y reproductivos de
las mujeres. Pero de éstos no se habla
en nuestra legislación. No existen tales
derechos.
La plasmación más patente de la
política igualitarista está, obviamente,
en la Ley Orgánica 3/2007, de Igual-
dad efectiva de mujeres y hombres. Se
ve que la regulación está dirigida, fun-
damentalmente, a conceder algunos
derechos a las mujeres y a los hombres
que están realizando un trabajo remu-
nerado y reglamentado, y dados de al-
ta en la Seguridad Social. Fuera que-
dan por tanto los millones de mujeres
que "no trabajan", es decir , que reali-
Si tuviésemos que recurrir a un paradigma
único y sistémico, antes señalaríamos
la insubordinación, frente
a la subordinación, o la autonomía
y la independencia, que el insuficiente
e hiperutilizado principio de la igualdad


1 Véase la ponencia de Emakume Internaziona-
listak "Todos los derechos para todas", en las J or-
nadas "Feminismo.es… y será", Córdoba 2000.
Se puede ver en la página www.zabaldi.org.
Información y debate● PUEBLOS ● Marzo ● 2009● 45
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*Begoña Zabala González es abogada y forma
parte del grupo Emakume Internazionalistak
(Mujeres Internacionalistas) de Pamplona.
cho a la pensión de viudedad o a la
pensión de orfandad.
Las regulaciones de los derechos
de la familia en nuestro ámbito, nor-
malmente contenidas en el Código Ci-
vil, de inspiración napoleónica, tam-
bién pensaban en un hombre que asu-
mía la jefatura familiar –la "patria po-
testad"– y la representación en todos
los ámbitos de todos los miembros, in-
cluida también la esposa. Así el "esta-
tus" de la mujer casada ha sido en el
derecho civil español un estatus de "in-
capaz", equiparable al de los tontos, lo-
cos y menores de edad.
La construcción jurídica de los de-
rechos, civiles, políticos y sociales (de-
nominados individuales), que se han
ido configurando en la modernidad,
siempre se ha realizado sobre la base
de un varón, que ejercía normalmente
de "pater-familia". Exactamente se
produjo la plasmación jurídica de lo
que desde el feminismo se ha denomi-
nado el "patriarcado".
Cuando en los años 70 irrumpe el
movimiento feminista con sus ansias
de autonomía y liberación para las mu-
jeres, las reivindicaciones no se for-
mulan, en general, en categorías de de-
rechos, ni en lemas de igualdad. Al
movimiento en esos años se le llamó
de "liberación de las mujeres", traduc-
ción y adaptación del "women´s lib"
norteamericano. El cuestionamiento de
un mundo patriarcal abarcaba muchos
campos: especialmente la apropiación
del cuerpo y de la imagen de las muje-
res ocupaba un lugar central en el mar-
co de representación feminista. Duele
ver cómo esos cuestionamientos inte-
grales del modelo se traducen en estos
momentos en una reivindicación de es-
te modelo "democrático", sólo que con
igualdad y paridad. No era esa la lucha.
Ni lo es ahora.
Se plantea, pues, un reconocimien-
to de las mujeres como sujeto especí-
fico de derechos. Habiéndose verifica-
do que la construcción del sujeto mas-
culino es una incorrecta construcción,
no sólo por ser masculina, sino por es-
tar construida en detrimento de los de-
rechos de las mujeres; constatado el
mundo actual como binario y dicotó-
sexualidad, de la reproducción y de la
estética corporal), sino porque es re-
almente lo que tenemos y lo que so-
mos, debemos asumir la responsabi-
lidad y la audacia de recuperarlo para
nuestro poder. No se quieren los cuer-
pos de las demás personas, ni de los
varones, ni de las niñas y los niños. Se
reclama y se exige la recuperación del
cuerpo propio.
El mundo de la autonomía y la in-
dependencia de las mujeres, expro-
piadas in eternumdel control del cuer-
po, se ha visto anulado, además, por
la dependencia frente al varón que, al
amparo de cubrir el papel de "protec-
tor-marido-ganapán" ha expropiado a
las mujeres la capacidad jurídica para
ser sujeto de derecho en el ámbito de
los derechos económicos y sociales.
¿En virtud de qué principio una mu-
jer disfruta de la Seguridad Social de
su marido o de una pensión de viude-
dad por haber estado casada? ¿Por
qué mecanismo arbitrario una mujer
que ha trabajado toda su vida, nada
menos que en la sostenibilidad de la
vida o propiciando los cuidados, no
tiene derechos sociales, de paro, de ju-
bilación, de incapacidad, subsidios de
enfermedad, etc? La autonomía social
y económica de las mujeres debe ser
declarada dentro de su reconocimien-
to como sujeto de derecho y debe pro-
hibirse la subsunción en ningún ám-
bito familiar o marital.
El nombre, el apellido, el linaje, la
procedencia, la imagen de las mujeres,
no existen en el imaginario de la so-
ciedad. La propia imagen, con todas las
connotaciones para su identificación,
es el primer derecho de las mujeres,
individual y colectivamente construi-
do, que debe ser declarado.
El cuerpo, la autonomía, la inde-
pendencia, el nombre, la imagen… pa-
san a ser construcciones que articula-
rían los derechos de las mujeres. Una
nueva formulación se impone, fuera de
los paradigmas clásicos masculinos. Es
una tarea política que desde muchos
ámbitos ya se está acometiendo.❑
mico, donde el sujeto varón, en gene-
ral y como imaginario, es el sujeto por
excelencia, con trabajo, poder, presti-
gio social y económico, protagonismo
religioso, hacedor cultural, referencia
política, incluso agresor y depredador
sexual, y un largo etcétera que lo sitúa
en una pirámide de dominación y por
tanto de subordinación de las mujeres;
sólo queda concluir, con el feminismo
radical, que para nada se quiere una
igualación con ese sujeto, sino una
construcción de uno nuevo, que por lo
que afecta a las mujeres está por defi-
nirse y se ha de hacer en torno a ellas
mismas y a la situación de interioriza-
ción frente a los hombres.
Así las cosas, se plantea una de-
claración fundamental de unos dere-
chos de las mujeres que situaría en el
centro de las mismas las reivindica-
ciones más sentidas y que pueden ser
generalizables (lo que no quiere decir
obligatorias ni universalizables, valga
decir que son para aquí, en este mo-
mento y para la mayoría de las muje-
res). Algunos puntos de inicio se se-
ñalan a continuación.
El elemento fundamental de lo
que se ha denominado liberación de
las mujeres pasa por el control del
propio cuerpo, con todas las derivas
pertinentes; y se puede formular, en
términos de derecho feminista inter-
nacional, en la consagración de los
derechos sexuales y de los derechos
reproductivos de las mujeres. No só-
lo porque la dominación de las muje-
res se ha realizado históricamente a
través de la apropiación y del control
de sus cuerpos por parte de los hom-
bres, de las Iglesias y de los Estados
(lo que equivale a decir control de la
El elemento fundamental de lo que se ha
denominado liberación de las mujeres
pasa por el control del propio cuerpo; y se
puede formular, en términos de derecho
feminista internacional, en la consagración
de los derechos sexuales y reproductivos


Mujer y derechos
46 ● 2009● Marzo ● PUEBLOS ● Información y debate
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Begoña Dorronsoro*
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as mujeres indígenas deben hacer
frente a la triple discriminación
que vino de la mano del colonia-
lismo y del sistema patriarcal, impuestos
por la cruz y la espada. Una discrimina-
ción de etnia por su condición de indíge-
nas, una discriminación de clase por la
posición de subordinación frente a la po-
blación no indígena(subordinadas no só-
lo a los hombres sino también a las mu-
jeres delas clases acomodadas) y unadis-
criminación por su condición demujeres.
Feministas afronorteamericanas como
Bell Hooks, que comparten discrimina-
ciones históricas con las mujeres indíge-
nas, hablan no tanto de una triple discri-
minación en la que la segunda se super-
ponea la primera, y la tercera a estas dos;
sino de una discriminación diferenciada
donde etnia, clase y género se interrela-
cionan e inciden unas en otras.
Hay una fase más reciente de movi-
lización indígena (desde los años 70 del
siglo XX a la fecha), en queademás dela
resistencia activa, se ha sumado la parti-
cipación en instancias y organismos in-
ternacionales, con el mismo afán de de-
nuncia de las violaciones sistemáticas a
sus derechos individuales y colectivos,
del genocidio y etnocidio que siguen
enfrentando, y de la promoción y de-
fensa del derecho al ejercicio de un
desarrollo propio en su autodeter-
minación como pueblos.
En esta fase reciente, las
mujeres indígenas también han
promovido y generado espa-
cios propios de reflexión, en-
cuentro, debate y denuncia,
además de los compartidos
con los hombres indígenas.
Espacios que van desde su
participación en las comuni-
dades locales, pasando por lo
nacional y regional, hasta lo in-
ternacional. Son ya varios los
Foros, Encuentros, Reuniones…
en los cuales las mujeres indíge-
nas están ejercitando su palabra y com-
promiso, en defensa de sus derechos co-
lectivos e individuales, y están inter-
cambiando experiencias, vivencias, sa-
beres, y formas de organización y resis-
tencia, con otras mujeres indígenas, e
incluso, con otros movimientos socia-
les y de mujeres organizadas.
La lucha de las mujeres indígenas no
se concibe como separada de la lucha de
los pueblos indígenas a los que pertene-
cen. La demanda de los derechos de las
mujeres indígenas va de la mano de las
demandas de los derechos colectivos de
autodeterminación y detierray territorios.
Y en ese proceso han encontrado una se-
riedeobstáculos y prejuicios hacia su ac-
cionar. Han recibido críticas desde algu-
nos movimientos feministas, por consi-
derar que no son lo suficientemente rei-
Los pueblos indígenas llevan más de 516 años de luchas, resistiendo a las
imposiciones de una globalización depredadora de vidas, expoliadora de
recursos, y homogeneizadora de pensamientos, cosmovisiones, culturas,
credos… y hasta de sueños. Las mujeres indígenas están en esa lucha desde el
inicio, y cuando ha tocado estar en la confrontación directa han participado
en los procesos de alzamiento y resistencia contra las fuerzas coloniales. Alo
largo de la historia, lideresas indígenas como la Cacica Gaitana, Gregoria
Apaza, Bartolina Sisa, Micaela Bastidas, Dolores Cacuango… han luchado
(y siguen luchando) en primera fila, en defensa de los territorios y en
demanda de los derechos de los pueblos indígenas.
En pie de lucha:
experiencias de participación internacional
de las mujeres indígenas
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Información y debate● PUEBLOS ● Marzo ● 2009● 47
vindicativas desus derechos como muje-
res, en beneficio de la defensa de los de-
rechos como pueblos. Han superado obs-
táculos departedehombres y mujeres in-
dígenas, que ponían en cuestionamiento
su identidad indígena, cuando defendían
sus derechos como mujeres, aunquenun-
ca olvidaron sus demandas como pue-
blos. Y a pesar de todo ello diferentes ge-
neraciones de mujeres indígenas siguen
trabajando en la defensa y promoción de
sus derechos individuales y colectivos.
Iniciativas internacionales
Estas son algunas de las coordinaciones
e iniciativas impulsadas por mujeres in-
dígenas a nivel internacional:
•La Iniciativa Indígena por la Paz
(IIP) surgeen 1993 como unared delí-
deres y personalidades indígenas a ni-
vel mundial. Desde su nacimiento, su
labor seha coordinado desdela Funda-
ción Rigoberta Menchú Tum. Con el
impulso dela IIP(junto al ECMI-Enla-
ce Continental de Mujeres Indígenas,
el FIMI-Foro Internacional deMujeres
Indígenas y la URACCAN-Universi-
dad de las Regiones Autónomas de la
Costa Caribe de Nicaragua), se organi-
zó la I Cumbre de las Mujeres Indíge-
nas de las Américas
1
(México, 2002).
De sus conclusiones cabe rescatar ele-
mentos como la necesidad de "incluir
procesos de toma de conciencia de los
hombres, quienes muchas veces repre-
sentan laprimerabarreraquedeben su-
perar las mujeres indígenas para acce-
der a espacios de participación"; y ter-
minan afirmando, que "una perspecti-
va de género refiere a las relaciones de
poder entre hombres y mujeres, una
perspectiva que permite un equilibrio
deigualdad entremujeres y hombres la
cual asegura una mirada inclusiva des-
de la pluralidad y diversidad, desde el
ejercicio delos derechos individuales y
colectivos de sus pueblos".
•El Enlace Continental de Mujeres
Indígenas (ECMI) lleva en funciona-
miento también desde 1993, generan-
do un espacio propio de intercambio
productiva; salud y educación con en-
foque intercultural y bilingüe; partici-
pación políticay económica; acceso a/y
uso de los recursos naturales y tierra;
beneficios de microcrédito y capacita-
ción en procesos productivos. Asimis-
mo, han ido desarrollando formas de
participación específica en procesos de
autogobierno desdesus territorios y go-
biernos locales, hasta experiencias de
participación en instancias nacionales
e internacionales.
•La Red de Mujeres Indígenas sobre
Biodiversidad (RMIB), se creó en el
año 1998 durantelaIVreunión del FIIB
(Foro Internacional IndígenaSobreBio-
diversidad, mantienereuniones previas
acadaunadelas COPs-Conferenciade
las Partes) del CBD (Convenio de Di-
versidad Biológica). Su trabajo secen-
tra en el ámbito medioambiental, en el
marco del CDB y otros instrumentos in-
ternacionales, buscando enfatizar el pa-
pel vital eimportantequelas mujeres in-
dígenas desempeñan en la protección
del medio ambiente; y promover y ga-
rantizar su participación activaen todos
aquellos foros medioambientales rele-
vantes anivel internacional, dondetan-
to los pueblos indígenas como ellas, si-
guen estando infrarrepresentadas. Co-
mo mujeres indígenas, ellas son las cui-
dadoras deconocimientos tradicionales,
prácticas einnovaciones específicas; y
los derechos de acceso y control sobre
las tierras, territorios y recursos son por
tanto esenciales parasu gestión sosteni-
bledel medio ambiente.
Eventos más recientes
•El VEncuentro del Enlace Continen-
tal de Mujeres Indígenas
3
, (Canadá,
2007) convocó a cerca de250 mujeres
indígenas procedentes detodos los rin-
cones deAbyaYala, quienes sereunie-
ron en lareservaindígenadeKahnawa-
ke. Laparticularidad y paradojadecele-
brar este encuentro en Canadá, país de
los más enriquecidos, podríahacer pen-
sar quelos problemas y demandas delos
paralas mujeres indígenas deAbyaYa-
la
2
dondecompartir experiencias y bus-
car soluciones conjuntas a sus proble-
mas a través de procesos y eventos re-
gionales deformación, capacitación, ta-
lleres… para dar más visibilidad y voz
a las mujeres indígenas dentro de las
instancias internacionales. El Enlace
pretende ser simultáneamente un lugar
de intercambio y discusión, un meca-
nismo queles permitarealizar acciones
conjuntas para mejorar su situación y
finalmente, un espacio paradar asus lu-
chas el impacto que merecen. Estuvo
presente también en debates a nivel in-
ternacional y participando en iniciati-
vas como la Marcha Mundial de las
Mujeres y en las discusiones en favor
del reconocimiento de los derechos de
los pueblos indígenas, tanto en la OEA
como en la ONU. Los 5 encuentros del
enlace, habidos hasta el momento, se
realizaron en Ecuador (1995), México
(1997), Panamá (2000), Perú (2004) y
Canadá (2007).
•El Foro Internacional de Mujeres in-
dígenas (FIMI) seconstituyó en 1995,
durante la IVConferencia Mundial so-
bre la Mujer de Naciones Unidas (Bei-
jing). El FIMI es unared demujeres in-
dígenas que trabajan para articular las
agendas; fortalecer la unidad; desarro-
llar capacidades de liderazgo y defen-
sa; incrementar su participación en los
procesos detomadedecisión anivel in-
ternacional y avanzar en los Derechos
Humanos delas mujeres indígenas. Ac-
tualmente han retomado como reivin-
dicaciones específicas diversos temas
como: el derecho a la salud sexual y re-
Las mujeres indígenas han promovido
y generado espacios propios de reflexión,
encuentro, debate y denuncia, además
de los compartidos con los hombres
indígenas


1 I Cumbre de las Mujeres Indígenas de las Amé-
ricas, 30 de noviembre al 4 diciembre de 2002,
Oaxaca, México.
2 Abya Yala: Las Américas en su conjunto, com-
prendiendo Norte, Centro, Sudamérica y la re-
gión Caribe.
3 V Encuentro del Enlace Continental de Muje-
res Indígenas: "Restableciendo nuestro equili-
brio", del 9 al 12 de julio de 2007, Kahnawake,
Canadá.
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Mujer y derechos
pueblos indígenas queconviven dentro
dedicho Estado deberían ser menores y
diferentes de los de sus hermanas de
Centro y Sudamérica, pero larealidad es
otra. Dicha paradoja entre lo política-
mentecorrecto quedicen los gobiernos
con la realidad de sus políticas, se vio
perfectamentereflejadaen laaprobación
delaDeclaración Universal delos De-
rechos delos Pueblos Indígenas, antela
AsambleaGeneral deNaciones Unidas
en septiembrede2007, alaqueseopu-
sieron en las votaciones finales Canadá,
EE UU, Australia
4
y Nueva Zelanda,
absteniéndoseademás Colombia(único
de los países de Centro, Sudamérica y
Caribe, quetomó dichaposición).
•El Primer encuentro de las mujeres
zapatistas con las mujeres del mun-
do
5
(México), se propició a finales de
2007. Las mujeres zapatistas se llevan
organizando desdelos inicios del movi-
miento zapatista, quesalió a la luz el 1
deenero de1994, haciendo frentealos
más de500 años deimperialismo colo-
nial y alaimposición del TLCAN (Tra-
tado deLibreComercio deAméricadel
Norte), justo en lafechaen queésteini-
ciaba su puesta en marcha. Precisa-
mente, su incorporación a la organiza-
ción zapatista y la promulgación de la
Ley Revolucionaria de Mujeres del
EZLNhan propiciado espacios y opcio-
nes paralas mujeres indígenas delaSel-
vaLacandona, queaumentaron su par-
ticipación desde los mandos militares
del movimiento hasta las Juntas de
Buen Gobierno, que han permitido la
resistencia de las comunidades pese a
estar sitiadas y con laconstanteamena-
zadel ejército mexicano. Muchos delos
comandantes son mujeres, y este en-
*Begoña Dorronsoro es voluntaria del Grupo
de Género de la Coordinadora de ONGDs
de Euskadi.
cuentro teníaunadedicatoriaespecial a
layafallecidaComandantaRamona.
•El TallerLatinoamericano de la Red
de Mujeres Indígenas sobre Biodi-
versidad (RMIB) se realizó del 7 al 9
de abril de 2008 en la ciudad de Pana-
má, como preparatoria para la partici-
pación de las mujeres indígenas en la
COP9 del CDB
6
. Las mujeres indíge-
nas tuvieron un impacto significativo
en las negociaciones entrelas partes, en
una serie de temáticas clave para los
pueblos indígenas, como son el trabajo
sobreáreas protegidas y el acceso y par-
ticipación en los beneficios (con la im-
portante premisa del Libre Consenti-
miento Informado Previo).
•Organizado conjuntamentepor el FIMI,
y los enlaces centro y sur del ECMI, tu-
vo lugar el PrimerForo Internacional
de Mujeres Indígenas
7
(Perú, 2008), en
el quesequiso compartir y evaluar los
logros y desafíos delas mujeres indíge-
nas a partir detemas globales relativos
asus intereses, tomando como referen-
cia la I Cumbre de Mujeres Indígenas
(Oaxaca, 2002); los últimos Encuentros
del Enlace Continental de Mujeres In-
dígenas; las Recomendaciones del Fo-
ro PermanentesobreAsuntos Indígenas
delaONU y las del anterior Relator Es-
pecial para los Pueblos Indígenas (Ro-
dolfo Stavenhagen)
8
.
•Se puede avanzar, además, la pro-
puesta de realizar el VI Encuentro
del Enlace Continental de Mujeres
Indígenas, en México en 2009
9
, re-
cuperando el carácter de periodicidad
bianual que se quiere mantener en es-
tos espacios, pero que no siempre se
consigue, ante la falta de disponibi-
lidad financiera para poder organizar
estos encuentros, recursos que si ya
son escasos para las reuniones de
mujeres organizadas, lo son aún más
cuando esas mujeres organizadas son
indígenas.
•Otro evento importante de cara a
2009 será la celebración de la I
Cumbre Continental de Mujeres
Indígenas, que se celebrará en el
mes de mayo previamente a la IV
Cumbre Continental de los Pue-
blos Indígenas, ambas en Pando,
Perú.
Es importante reseñar que en estos
últimos años, además, se están fortale-
ciendo coordinaciones entre mujeres
indígenas organizadas y otros movi-
mientos sociales, entre ellos, algunas
coordinaciones feministas, como la
Marcha Mundial de Mujeres
10
o la Red
AWID (Association for Women´s
rigths In Development, Asociación pa-
ra los Derechos de la Mujer y el Des-
arrollo), en cuya J unta Directiva re-
conformada en enero de 2008, fue ele-
gida Tarcila Rivera Zea
11
como nueva
integrante.❑
6 La COP 9 del CDB, se celebró en Bonn (Ale-
mania) del 19 al 30 de mayo de 2008.
7 Primer Foro Internacional de Mujeres Indígenas,
"Compartiendo avances para nuevos retos", del
14 al 16 de abril de 2008 en Lima, Perú.
8 Desde el 1 de mayo de 2008, el nuevo Relator
Especial sobre la situación de los Derechos Hu-
manos y libertades fundamentales de los indí-
genas, es el profesor S. J ames Anaya.
9 Tal y como se aprobó en el V Encuentro cele-
brado en Canadá.
10La MMM Marcha Mundial de Mujeres, está au-
mentando su coordinación con otros movi-
mientos sociales, como la Vía Campesina
(que aglutina organizaciones campesinas, in-
dígenas…) y con otros movimientos como los
de las mujeres indígenas, incluso de aquellas
que participan en organizaciones mixtas, al
considerarlas también como parte integrante
del movimiento feminista y de mujeres orga-
nizadas a nivel mundial.
11Lideresa quechua de amplia trayectoria, fun-
dadora de Chirapaq, Centro de Culturas Indí-
genas del Perú, y quien coordina el Enlace re-
gional sur, del Enlace Continental de Mujeres
Indígenas ECMI.
4 Posteriormente a dicha aprobación, Australia
cambió de gobierno, y han hecho un avance,
siquiera testimonial, con una declaración pú-
blica en la que pedían perdón a sus pueblos
aborígenes, por los abusos cometidos desde
la época colonial. Ese es un primer paso, de
muchos otros que dar; otros gobiernos ni si-
quiera han dado ese primer paso.
5 Primer encuentro de las mujeres zapatistas con
las mujeres del mundo, 29 de diciembre de
2007 al 1 de enero de 2008, en El Caracol de
Resistencia Hacia un Nuevo Amanecer, La Ga-
rrucha, Chiapas, México.
Han recibido críticas desde algunos
movimientos feministas, por considerar
que no son lo suficientemente
reivindicativas de sus derechos como
mujeres, en beneficio de la defensa de los
derechos como pueblos


Información y debate● PUEBLOS ● Marzo ● 2009● 49
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la situación de pobreza antes
descrita debemos sumar, o más
bien multiplicar, otras dimen-
siones de la discriminación acumulada
por las mujeres en Nicaragua. La vio-
lencia, el no reconocimiento de sus de-
rechos sexuales y reproductivos, los evi-
dentes retrocesos en materia de partici-
pación en instancias de toma de decisio-
nes; son datos expresivos de la gravedad
de un problema estructural que tiene su
origen, evolución y actualidad, en la
existencia de un orden social sexista,
machista y racista.
Según datos de una reciente investi-
gación realizada por UNICEF en Cen-
troamérica, el 26 por ciento de las mu-
jeres nicaragüenses ha sufrido abusos
durante la niñez. Tan sólo durante el año
2007 la Policía Nacional recibió 91.500
denuncias por violencia perpetrada con-
tra mujeres, niñas, niños y adolescentes.
El número de denuncias bajó drástica-
mente durante el 2008, en parte como
consecuencia de los altos niveles de im-
punidad con los que el sistema judicial
"revictimiza" a quienes se atreven a de-
nunciar y estimula a los agresores.
Se plantean en este panorama al-
gunos interrogantes que saltan a la vis-
ta de cualquier ciudadano o ciudadana
medianamente consciente de lo injus-
to de la situación antes descrita. ¿Có-
mo hacen las mujeres para sobrevivir
ellas y sus descendientes? ¿De dónde
sacan energías para seguir viviendo
esas vidas? ¿Qué tipo de estrategias
desarrollan para no sucumbir? ¿Aquié-
nes recurren? ¿Qué tipo de apoyo reci-
ben y por cuánto tiempo? ¿Cuáles son
los actores locales, nacionales e inter-
nacionales que muestran disposición a
invertir en mujeres pobres para que sal-
gan de la pobreza?
No hay respuestas fáciles, ni uní-
vocas. Tampoco podemos limitar nues-
tro análisis al accionar público de de-
terminados actores, aunque cada cual
tiene un peso específico. La situación
Las mujeres nicaragüenses entre la situación
de pobreza y los reclamos de ciudadanía
María Teresa Blandón Gadea*
Muchos de los problemas que
afectan a la mayoría de la población
nicaragüense son consecuencia
directa de políticas
macroeconómicas impuestas por
gobiernos del Norte y aplicadas
entusiastamente por una clase
política doméstica con un anémico
interés por reducir la pobreza y las
brechas de iniquidad. Baste
recordar que, de acuerdo con
fuentes oficiales de información, de
cada diez personas, cuatro viven con
menos de un dólar al día y más del
75 por ciento de la población
sobrevive con menos de dos dólares
al día. En consecuencia, de cada
diez familias nicaragüenses, cuatro
son receptoras de remesas, las
cuales financian el consumo de
dichas familias hasta en un 93 por
ciento. En el caso nada particular de
las mujeres, éstas representan la
mayoría de trabajadores del sector
informal (80 por ciento) en donde
laboran 87 de cada cien
trabajadores empleados. El cuarenta
por ciento de estas mujeres son
"jefas de hogar".
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Mujer y derechos
de discriminación que
padecen la mayoría de
mujeres nicaragüenses se
ve constantemente agra-
vada por la cómoda com-
plicidad, las actitudes "to-
lerantes" y hasta la nega-
ción con que diversos ac-
tores abordan esta reali-
dad tan evidente.
Desde la década revo-
lucionaria pasando por
tres períodos de gobiernos
autodenominados libera-
les, las mujeres pobres
han ensayado una multi-
plicidad de estrategias que
en la mayoría de los casos
les han asegurado la supervivencia y
que, en otros, les han permitido avanzar
de manera sostenida hacia la mejora de
su calidad de vida.
La profundidad de los cambios en la
vida de las mujeres ha dependido de di-
versos factores, entre los que se destacan
la capacidad de resistencia de las propias
mujeres y su vocación de cambio, los
apoyos deliberados de las activistas fe-
ministas, y el aporte de algunas agencias
de cooperación al desarrollo. Por su par-
te, los principales poderes del Estado en
general van a la zaga de los conoci-
mientos, críticas y demandas construi-
das desde las propias mujeres, desde el
movimiento feminista, las agencias del
Sistema de Naciones Unidas y otros ac-
tores comprometidos con los objetivos
de igualdad y desarrollo.
En el mejor de los casos, desde al-
gunas instituciones públicas se han
promovido programas focalizados di-
rigidos a mujeres pobres, más por cui-
dadoras de otros/otras, que por ser mu-
jeres con derechos. Tal fue la esencia
del programa de asistencia social des-
arrollado por el anterior Gobierno y los
programas "Hambre cero" y "Usura ce-
ro" desarrollados por el actual Gobier-
no de Nicaragua.
Acontinuación dedicaré algunos pá-
rrafos al análisis de tres ámbitos priori-
tarios en la ciudadanía de las mujeres, a
saber: la violencia, los derechos sexua-
les y reproductivos y la participación en
la toma de decisiones.
Violencia y derechos sexuales
y reproductivos
En el ámbito de la violencia, antes como
ahora, las políticas, planes y programas
para prevenir la violencia contra las mu-
jeres han sido obra de las organizacio-
nes de mujeres con apoyo financiero de
la cooperación internacional. La ten-
dencia delos últimos años es hacia el de-
bilitamiento de los mecanismos institu-
cionales creados para la prevención, la
atención a las víctimas y la sanción a los
agresores. Tal es el caso de las comisa-
rías de las mujeres, actualmente despro-
vistas de recursos humanos, técnicos y
financieros para poder ejercer su labor
con eficacia. La percepción generaliza-
da es que las mujeres están cada vez más
en una situación de indefensión produc-
to de la falta de voluntad política del po-
der judicial. Así lo revelan estudios re-
cientes realizados por la Red de Muje-
res Contra la Violencia y diversas orga-
nizaciones de mujeres que acompañan a
las víctimas de este flagelo.
En materia de derechos sexuales y
reproductivos la situación no ha sido fa-
vorable para las mujeres,
dado el sesgo conservador
y oportunista de la clase
política y de los gober-
nantes. El dato más em-
blemático es la penaliza-
ción del aborto terapéuti-
co, que niega a las muje-
res la interrupción de un
embarazo por indicación
médica, como única alter-
nativa para preservar la
salud y hasta la vida de las
mujeres. Alo anterior de-
bemos agregar la negati-
va de los gobiernos ante-
riores y el actual a des-
arrollar programas de
educación sexual en los centros públicos
de enseñanza, que afirmen la sexualidad
y la reproducción como Derechos Hu-
manos universales. Por el contrario, la
tendencia invariable de los gobernantes
ha sido la de otorgar poder de veto en es-
te ámbito a los grupos más conservado-
res de la sociedad, destacándose entre
estos la jerarquía de la iglesia católica.
En el mismo sentido, poco han he-
cho los gobiernos para desarrollar pro-
gramas que contribuyan a prevenir em-
barazos no deseados, embarazos en
adolescentes, propagación del VIH y de
otras infecciones de transmisión sexual.
Prueba de ello es que Nicaragua conti-
núa siendo el segundo país en América
Latina y el Caribe con la más alta tasa
de embarazo en adolescentes (uno de
cada tres nacimientos se da en adoles-
centes) y que el patrón de propagación
del VIH está afectando de manera se-
vera a las mujeres heterosexuales en
edad reproductiva.
Participación en la toma
de decisiones
En cuanto a la participación de las mu-
jeres en la toma de decisiones, la ten-
dencia es más bien de claro retroceso
en el actual contexto nacional. Al res-
pecto diremos que frente a la misoginia
y autoritarismo de las elites partidarias,
las mujeres con aspiraciones de optar a
cargos electivos se han visto en la ne-
cesidad de renunciar a la defensa de
ciertos derechos, sobre todo, de aque-
La percepción generalizada es que las
mujeres están cada vez más en una
situación de indefensión producto de la
falta de voluntad política del poder judicial


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*María Teresa Blandón Gadea es activista
del Movimiento Feminista de Nicaragua.
Presidenta del Programa Feminista
Centroamericano "La Corriente", y miembra
honoraria de la Fundación Entre Mujeres (FEM).
llos que afirman la ciudadanía plena de
las mujeres.
Lo anterior explica por qué las fe-
ministas no contamos con "aliadas" en
los partidos ni en las instituciones públi-
cas para promover derechos como los
sexuales y reproductivos. Peor aun, la
mayoría de diputadas de la Asamblea
Nacional votaron a favor de la penaliza-
ción del aborto terapéutico.
El actual gobierno del FSLN, a pe-
sar de haber prometido la conformación
de un gabinete paritario, de forma reite-
rada ha nombrado y despedido de forma
arbitraria a mujeres en puestos de direc-
ción. Son ejemplos expresivos los des-
pidos de directoras, subdirectoras y mi-
nistras del Instituto Nicaragüense de la
Mujer, el Instituto Nacional de Cultura,
el Instituto de Transferencia Tecnológi-
ca, el Ministerio de Salud y el de Agri-
cultura y Ganadería.
Anivel local la tendencia predomi-
nante fue la de "seleccionar" (ya que no
hubo un proceso democrático de elec-
ción a lo interno de los partidos) a hom-
bres como candidatos a alcaldes y mu-
jeres como vicealcaldesas o concejalas,
en el mejor de los casos.
Amenazas al movimiento
de mujeres
Probablemente uno de los ámbitos más
problemáticos en torno a la participación
de las mujeres en la toma de decisiones
en el ámbito público, es la relación con-
flictiva entre el actual Gobierno y diver-
sas organizaciones feministas con parti-
cipación protagónica dentro del movi-
miento de mujeres. Hechos promovidos
desde el partido gobernante permiten
afirmar que el actual Gobierno tiene en-
tre sus objetivos la desarticulación de un
movimiento de mujeres que durante las
últimas dos décadas se afirmó en su ca-
rácter autónomo.
La aceptación por parte de la Fis-
calía de la República de una acusación
sin fundamento legal presentada por
una organización fundamentalista en
contra de nueve feministas; la campa-
ña de desprestigio en contra de desta-
cadas activistas del movimiento femi-
nista a través de los medios de comu-
nicación del FSLN; el allanamiento
ilegal a las oficinas de una organiza-
ción de mujeres (MAM); las interven-
ciones selectivas en contra de algunas
organizaciones de mujeres realizadas
por el Ministerio de Gobernación, son
parte de los hechos ocurridos durante
los dos primeros años del Gobierno
encabezado por Daniel Ortega.
Asimismo, el partido gobernante ha-
ce esfuerzos por despojar al movimien-
to feminista de las movilizaciones em-
blemáticas que se vienen realizando en
las últimas décadas. El 25 de noviembre,
día internacional de lucha contra la vio-
lencia, el diputado y coordinador del
oficialista Frente Nacional de los Traba-
jadores (FNT) llamó a las mujeres sim-
patizantes del FSLN a marchar por la
misma ruta por la que lo harían las di-
versas expresiones del movimiento de
mujeres, por lo que la Policía Nacional
presionó a las organizadoras de la mar-
cha para modificar el rumbo original-
mente acordado.
La hostilidad del Gobierno hacia el
movimiento se expresa de forma con-
tundente en el no reconocimiento de
las redes y otras formas de articulación
constituidas desde el movimiento de
mujeres en los espacios establecidos
por ley. Éste es el caso del Consejo Na-
cional de Planificación Económica y
Social, el Concejo Consultivo del Ins-
tituto de la Mujer y los Comités de
Desarrollo Local.
A manera de conclusión diremos
que en un escenario de pobreza crecien-
te que afecta de manera rotunda a las
mujeres, y de tensión entre las organiza-
ciones de mujeres y los poderes del Es-
tado, de hostilidad y acoso hacia aque-
llas expresiones del movimiento de mu-
jeres que reclaman ciudadanía plena pa-
ra todas las mujeres, es posible prever el
recrudecimiento de enfoques discursi-
vos y políticas públicas que asumen a las
mujeres únicamente en su condición de
pobres necesitadas de ayuda y las des-
pojan desu condición deciudadanas con
derechos.
Bajo esta lógica, el Gobierno y los
partidos políticos seguirán disputándo-
se a las mujeres, ya sea para ganar adep-
tas o para utilizarlas como punta de lan-
za en las contiendas patriarcales que les
permitan hacer nuevos arreglos de po-
der, al margen de los intereses estratégi-
cos de las mujeres.
El desafío que hemos asumido las
organizaciones autónomas de mujeres
es el de profundizar procesos iniciados
hace más de treinta años, gracias a los
cuales ha sido posible construir un en-
tramado político y organizativo vital,
desde el cual desarrollamos múltiples
formas de resistencia y de cambio a fa-
vor de la igualdad. Frente a tanta adver-
sidad contamos con un acumulado de
fortalezas en miles de mujeres dispues-
tas a no renunciar a una Nicaragua sin
discriminación ni pobreza.
Es hora de volvernos a preguntar
quiénes mantendrán la disposición de
acompañarnos en este particular trayec-
to de un camino que estuvo y está pla-
gado de obstáculos; de conflictos entre
necesidades perentorias y demandas
emancipatorias; entre aspiraciones de li-
bertad y reclamos de justicia social; en-
tre la situación de pobres y la condición
de ciudadanas.❑
Es posible prever el recrudecimiento de
enfoques discursivos y políticas públicas
que asumen a las mujeres únicamente en
su condición de pobres necesitadas de
ayuda y las despojan de su condición de
ciudadanas con derechos


El actual Gobierno tiene entre sus
objetivos la desarticulación de un
movimiento de mujeres que durante las
últimas dos décadas se afirmó en su
carácter autónomo


Mujer y derechos
52 ● 2009● Marzo ● PUEBLOS ● Información y debate
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ctriz, realizadora, periodista y
activista contra la mutilación
genital femenina (MGF). Ima-
gino que ejercereste último "papel" en
Malí, tu país, te habrá convertido en el
blanco de numerosas críticas. ¿Cuáles
son las dificultades que enfrentas dada
tu proyección pública?
-No hay trabajo que no suponga alguna
dificultad, sobre todo cuando se trata de
combatir un comportamiento que ha
echado raíces en la sociedad. Hay quete-
ner paciencia, sensibilizar mucho, demo-
do quehayaun despertar del espíritu, por-
que no es bueno obligar a la gente. La
gente debe entender por sí misma que lo
que hace es peligroso para la salud de las
mujeres. Las dificultades son numerosas,
ya que si algunos entienden que lo hace-
mos por el bien de la niña (mujer), otros
piensan que les inculcamos ideas traídas
de Occidente.
-Desde hace años, estás muy implicada
en ese trabajo de sensibilización con la
organización AMSOPT, luchando pa-
ra que África "tire el cuchillo". ¿Cuá-
les son las razones de esta implicación?
-Es verdad, desde hace tiempo lucho con
la AMSOPTcontra esa lacra; y también
con otras asociaciones como APDF; y mi
propia asociación llamada "BAZEKO"
("bienestar"), de la que soy presidenta.
¿Las razones? Desdequesoy pequeñahe
visto a niñas morir a consecuencia de las
hemorragias causadas por la mutilación
genital. Estas muertes se atribuían a los
brujos, devoradores de seres humanos.
Muchas mujeres quehan sufrido laMGF
tienen problemas cuando hacen el amor
con sus maridos, porque les duele. Algu-
nas también tienen problemas en el par-
to. En algunos casos, un quiste crece en
lugar del clítoris seccionado. La mutila-
ción genital es una traba a la vida de la
mujer. Alos problemas de salud que su-
fren muchas mujeres mutiladas genital-
mente se le suma la imposibilidad de al-
canzar la plenitud en sus hogares. Mi im-
plicación sedebeantetodo aquesoy mu-
jer, madre de familia, comunicadora. Mi
papel consiste en sensibilizar e informar,
de modo que las mujeres puedan saber
que la mutilación genital es un mal. Lue-
go, los hombres también deberán enten-
der que esto no es bueno...
-¿Porqué razones es tan difícil erradi-
caresta práctica en Malí? ¿Yen el res-
to de África?
-Algunas personas piensan que no tie-
nen derecho a abandonar una práctica
ancestral de sus abuelas. Algunos pien-
san que si sus hijas no son mutiladas, la
gente dirá que son "bilakoro" (no muti-
ladas), lo cual es una vergüenza para la
familia. Otros, musulmanes, dicen que
los buenos musulmanes no tienen dere-
cho a abandonar la mutilación genital.
Hay incluso intelectuales que se pro-
nuncian a favor de la continuidad de la
MGF. Los que quieren que esta prácti-
ca continúe usan los argumentos que les
convienen; aparte de eso, no tienen so-
lidez ninguna. Se practica la mutilación
genital en otros países de África, pero
hoy en día la gran mayoría ha votado le-
yes en su contra. Apesar de ello, algu-
nos conservadores siguen haciéndolo a
escondidas. En mi país no hay leyes de
momento, pero seguimos llevando a ca-
bo un gran trabajo de sensibilización en
todas las lenguas del país, en todas las
radios locales, en las canciones, obras
de teatro, películas...
Entrevista a Fatoumata Coulibaly,
activista maliense contra la mutilación genital femenina
"Hay que atreverse,
y las africanas se atreven"
Aloia Álvarez Feáns*
Para quienes hemos tenido la suerte de ver Mooladé, del director senegalés
Ousmane Sembene, ella será siempre la valiente, digna y orgullosa Collé Ardo,
Madre entre las madres, Mujer entre las mujeres. En la película, Collé combate
con absoluta convicción contra una práctica común en algunos lugares de África,
la mutilación genital femenina, en una sociedad tradicional que no ve con buenos
ojos que las mujeres cuestionen costumbres ancestrales como ésta. Ese papel
protagonista le dio proyección internacional más allá de las fronteras del
continente negro, donde hace ya años que es un referente en el mundo del cine, la
comunicación y la lucha, precisamente, contra esa misma práctica. Por eso Collé
Ardo no sería quién es sin ésta mujer de carne y hueso que le dio la existencia.
Fatoumata Coulibaly es mucho más que una actriz. Esta luchadora incansable,
optimista y tenaz, nos muestra en esta entrevista que no hay sombra sin luz.
Información y debate● PUEBLOS ● Marzo ● 2009● 53
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*Redacción Pueblos
-En España, y otros países europeos,
esta cuestión despierta mucho interés,
pero el feminismo occidental tiene una
visión maternal de la mujerafricana y
sus luchas, ¿no es así? ¿Que les dirías
a las feministas europeas?
-Les pido a mis hermanas españolas, eu-
ropeas, que estén con nosotras las muje-
res africanas detodo corazón. Nos hemos
vuelto esclavas de nuestra propia civili-
zación, ya quedesdehacesiglos nuestros
antepasados que practicaban la mutila-
ción genital pensaban que ésta valoriza-
ba a la mujer, mientras que era justamen-
te lo contrario. Muchas mujeres morían
por ello, muchas sufrían también sin que
nadie supiera qué era lo que pasaba. Só-
lo con el tiempo, poco a poco, gracias al
desarrollo de las ciencias, llegamos a en-
tender y ver la realidad. Ayudadnos en
nuestra labor de sensibilización, buscad
saber más sobrelo quees laMGF, sus in-
convenientes; porque nuestro mundo se
ha convertido en una avenida en la que
todas las naciones se desplazan, se codi-
cian, se completan, se acoplan. Ayudad-
nos con medios técnicos y logísticos pa-
raquepodamos llegar hastanuestras her-
manas que todavía dudan y mostrarles la
realidad. Vosotras sois feministas euro-
peas, debéis saber que nosotras las muje-
res africanas estamos con vosotras de to-
do corazón, porquetodas las mujeres son
iguales. Compartimos las mismas sensi-
bilidades, los mismos órganos, y lucha-
mos por nuestro pleno desarrollo, y el de
nuestros niños; en fin, de toda nuestra fa-
milia. En este sentido, si somos incapa-
ces de sentir compasión hacia nosotras
mismas, ¿que van a hacer los hombres?
Así quetodas juntas, mano amano, cons-
truyamos un mundo mejor.
-Todas las actividades que realizas tie-
nen en común tu compromiso con sen-
sibilizara la opinión pública. Tu papel
en la película de Ousmane Sembene,
Mooladé, conjuga algunas de tus pre-
ocupaciones. ¿Qué significa para ti el
haber protagonizado esta película?
¿Cuál ha sido su impacto en Malí y en
otros países de África?
-Me he mostrado en la película Mooladé
tal como soy en la vida diaria cuando ha-
blo de la mutilación genital, ya que nun-
ca paro de luchar contra esa lacra. Lo di-
go a menudo, el difunto director dela pe-
lícula, Ousmane Sembene, no sabía que
yo luchaba contra la MGF, tuve que pa-
sar por dos sesiones de casting para que
me diera el papel. Fue después de la pre-
sentación de la película en el Festival de
Cannes cuando me oyó decir en una en-
trevista que yo luchaba contra esa cala-
midad desde hacía unos años. Estaba
asombrado. Medijo, "ahoralo entiendo".
Mooladé se proyectó en algunos barrios
de Bamako, la capital de Malí, el 6 de fe-
brero de 2008, que es el día de la lucha
contra la MGF, también llamado "día de
la tolerancia cero". Algunas personas no
reaccionaron bien durantelos debates con
el público quetenían lugar después delas
proyecciones. Otros comprendieron. En
otros países africanos la película fue bien
recibida; aún así siemprehubo "rebeldes".
En fin, muchos africanos empiezan a en-
tender que la mutilación genital femeni-
na debe ser desterrada.
-En la película, una de las mujeres cri-
tica el que los hombres "cierren el pen-
samiento de las mujeres". ¿Cuál es, se-
gún tu opinión, el estado de las luchas
femeninas en África? ¿Qué papel de-
ben jugar las mujeres en el futuro del
continente?
-La que dice en la película que los hom-
bres quieren cerrar nuestros pensamientos
es una gran actriz marfileña, Madame
Nacky Sy Savané, directoradeun festival
decineafricano celebrado en Marsellades-
dehaceyatiempo. Comparto su opinión:
en lapelículalos hombres les prohíben a
las mujeres queescuchen laradio yaque,
según ellos, en laradio salen cosas quelas
mujeres no deben saber. Esto sirveparade-
cir quelos hombres no quieren quelas mu-
jeres tengan el mismo nivel de informa-
ción queellos, y también quelas mujeres
no sedesarrollen; esto también sedebea
que se habla mucho de la MGF en la ra-
dio. Por el mundo entero se sabe que las
mujeres africanas llevan más detres déca-
das luchando en todos los frentes por su
desarrollo y el desus familias. Vemos por
todas partes, en África y en otros lugares
del mundo, asociaciones quesecrean en
todos los ámbitos; mujeres queejercen de
alcaldesas, diputadas, ministras, goberna-
doras, incluso aquí, en Malí. Y ahoratam-
bién unamujer presidentadeLiberia.
Sirvaesto paradecir queen Áfricalas
mujeres avanzan, ya que la primera mu-
jer candidataalapresidenciaen Benín es
abogada. También en Malí unamujer fue
candidata a la presidencia; en la actuali-
dad es ministradeEducación Básicay de
las Lenguas Nacionales deMalí. Hay que
atreverse, y las africanas se atreven; se
educan, seforman, tratan con las otras mu-
jeres del mundo para abrirse camino. Ya
hemos asumido el papel quenosotras las
mujeres africanas debemos asumir en el
futuro. Debemos duplicar los esfuerzos,
sin complejos con respecto alos hombres,
pero con respeto y diplomacia, y comple-
mentariedad, yaquenosotros (mujeres y
hombres) somos uno eindivisible.❑
Traducida del francés por Patrick Ulmer
Nos hemos vuelto esclavas de nuestra propia
civilización, ya que desde hace siglos nuestros
antepasados que practicaban la MGF
pensaban que ésta valorizaba a la mujer,
mientras que era justamente lo contrario


Hay que tener paciencia, sensibilizar mucho,
de modo que haya un despertar del espíritu,
porque no es bueno obligar a la gente


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ras que terminaba afirmando que "algu-
nos creen quecolaborar sólo sirveparala-
var conciencias, otros creemos quelo im-
portante es colaborar". Avivado asimis-
mo con la polémica generada entonces
por los anuncios publicitarios de Anes-
vad, aquel debate trajo mucha cola, y sir-
vió para que en la CONGDE se llegara a
un acuerdo –difícil de ser llevado a la
práctica– para definir los criterios de co-
laboración con las empresas privadas
5
.
En la actualidad, el marketing con
causa sigue funcionando –"si envías un
SMS hoy, muchos recibirán un mañana",
Cooperación
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n
Pedro Ramiro y Luis Nieto *
E
n laúltimadécada, las corporacio-
nes transnacionales, las facultades
de administración de empresas y
las escuelas de negocios han venido im-
pulsando el que se ha convertido en el
nuevo paradigmadecomportamiento de
las empresas transnacionales en laerade
la globalización: la Responsabilidad So-
cial Corporativa (RSC)
1
. Sobre esta idea
sehateorizado mucho en decenas deen-
cuentros empresariales y foros académi-
cos, mientras que en el sector de la coo-
peración al desarrollo no sehaproducido
un debatecon tantaprofundidad. Apesar
dequealgunas organizaciones sociales es-
tán empezando aconstruir un discurso al-
ternativo al delaRSC, quesirvaparaca-
racterizarla y desenmascararla
2
, no pare-
ce que se estén cuestionando demasiado
¿Cómo ha de ser la relación de las ONG con las empresas multinacionales?
¿Tienen que apoyar a las empresas que afirman actuar éticamente y de forma
responsable? Para luchar contra la pobreza, ¿es necesario tejer una alianza entre
el sector privado y el mundo de la cooperación al desarrollo? En estos momentos,
las Organizaciones No Gubernamentales se enfrentan a preguntas como éstas en
el marco de un debate crucial: ¿cuál es el papel de las ONG en el desarrollo de la
Responsabilidad Social Corporativa?
Sobre las relaciones de las
ONG con las multinacionales
en el marco de la RSC
los pasos queseestán dando últimamen-
teparaavanzar en unaalianzaestratégica
entre las grandes corporaciones y las
ONG. En este sentido, creemos conve-
niente poner sobre la mesa algunos ele-
mentos paraanalizar las repercusiones que
todo esto puedetener paralas ONG.
Del marketing solidario
al capitalismo inclusivo
Tampoco es algo novedoso el que las
ONG y las empresas transnacionales lle-
ven a cabo actividades de forma conjun-
ta
3
. Y es que no se pueden olvidar las dis-
cusiones que, a finales de los años no-
venta, tuvieron lugar en el seno de las or-
ganizaciones españolas de cooperación
al desarrollo a raíz del uso del marketing
solidario en campañas como, por ejem-
plo, Juntos por África, promovida por
Coca-Cola con la participación de Cruz
Roja, Intermón Oxfam y Médicos sin
Fronteras
4
; Fortuna 0,7, en la que cola-
boraron el MPDL, Acción Contra el
Hambre y Codespa; así como el spot na-
videño de Pepsi con Médicos sin Fronte-
1 Para un revisión de las características fundamen-
tales de este concepto, véase: J uan Hernández
Zubizarreta y Pedro Ramiro, "La Responsabilidad
Social Corporativa: de la ética a la rentabilidad",
Pueblos, nº 34, septiembre de 2008.
2 Existen diversos estudios que contraponen la
RSC de las multinacionales con la realidad de
sus operaciones sobre el terreno. Por ejemplo,
véanse: Pedro Ramiro, Erika González y Alejan-
dro Pulido, La energía que apaga Colombia, Ica-
ria-Paz con Dignidad, 2007; J esús Carrión y
Marc Gavaldà, Repsol YPF: un discurso social-
mente irresponsable, Àgora Nord Sud y ODG,
2007; ACSUR-Las Segovias y CEDIB, Respon-
sabilidad social corporativa o derechos sociales.
Un análisis de la 'nacionalización' de los hidro-
carburos en Bolivia, 2008.
3 Gómez Gil, Carlos (2005): Las ONG en España.
De la apariencia a la realidad, Madrid, Libros de la
Catarata.
4 Castillo Navarro, J osé y Rueda López, Ramón: "El
marketing con causa, el marketing social y la cam-
paña J untos por África", en Nieto, Luis (coord.), La
ética de las ONGD y la lógica mercantil, Icaria –
Paz con Dignidad, 2002.
5 Romero, Miguel, "La ‘solidaridad’de mercado", en
Nieto, Luis (coord.), op. cit., 2002.
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Información y debate● PUEBLOS ● Marzo ● 2009● 55
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sólo se trata de emplear la filantropía y el
asistencialismo: ahora además entran en
juego todo lo queel presidentedel BBVA
denomina"oportunidades sociales dene-
gocio, es decir, productos, servicios y ac-
tividades con beneficio social o me-
dioambiental relevantey dealto valor pa-
ra el cliente"
8
.
En palabras del director de Reputa-
ción Corporativa deTelefónica, "hay que
pasar deacciones depatrocinio con ONG
y asociaciones del tercer sector a buscar
nuevos modelos denegocio junto cones-
tas asociaciones", o sea, que se trata de
"buscar nuevas fórmulas de negocio in-
clusivas que ayuden a convertir en ver-
daderos clientes a colectivos en riesgo de
exclusión (mayores, discapacitados, per-
sonas de bajos recursos, menores, etc)"
9
.
Es el capitalismo inclusivo, "un modelo
de negocio rentable, que sirve a las co-
munidades más pobres"
10
, con el que se
pretende llegar a un enorme mercado
compuesto por los más de4.000 millones
de personas que viven con menos de dos
dólares al día.
Las multinacionales
y la lucha contra la pobreza
Un reciente seminario organizado por la
Fundación Codespa se iniciaba con la
pregunta "¿Cómo convertir los riesgos
ocasionados por la pobreza y la desigual-
dad en oportunidades?"
11
. No en vano, co-
mo diceNaomi Klein, aprovechar las cri-
sis y los desastres ha venido siendo, des-
de mediados del siglo pasado, la tónica
para ir implantando las políticas neolibe-
rales por todo el globo
12
. En este sentido,
se trata de empezar a tomar en cuenta a
los sectores empobrecidos como poten-
ciales consumidores. Francisco Luzón,
vicepresidente para América Latina del
Banco Santander, piensaqueseacerca"la
‘revolución de las clases medias emer-
gentes’. Y estamos convencidos de que
esa revolución va a ser muy buena para
los ciudadanos, algunos de los cuales ya
son o van a convertirse en nuestros clien-
tes"
13
. Y es que, para las empresas trans-
nacionales, el reclamo de la ética y la
responsabilidad es también una palan-
ca para acceder a amplias capas de la so-
ciedad que hasta ahora estaban al mar-
gen de su negocio. Por poner un ejem-
plo: en América Latina, donde se esti-
ma que un 60 por ciento de la población
no tiene trato alguno con los bancos, las
entidades financieras están desarrollan-
do una ambiciosa estrategia para captar
clientes en ese inmenso nicho de mer-
cado. Para ello, qué mejor que poner en
marcha microcréditos, fundaciones y
convenios con universidades, todo con
dice la campaña que hace Ma-
nos Unidas con Vodafone,
mientras Caja Madrid e Inter-
món Oxfamnos llaman a utili-
zar "la tarjeta queconviertetus
compras en ayuda"– pero no
es, ni mucho menos, laúnicalí-
nea de actuación de las ONG
con las empresas trasnaciona-
les: el patrocinio de activida-
des, las campañas conjuntas de
captación de fondos, el apoyo
a través de fundaciones, y los
avales de ONG a los códigos
de conducta de multinaciona-
les, entre muchas otras inicia-
tivas, conforman el amplio
abanico de posibilidades que
entran dentro de la RSC.
En este modelo de empre-
sa responsable, a los grupos de
interés
6
que ya formaban parte
del núcleo degestión empresa-
rial –empleados, accionistas y propieta-
rios– se les suman otros actores que tam-
bién han de ser tenidos en cuenta: consu-
midores, clientes, proveedores, comuni-
dades locales, administraciones públicas
y, naturalmente, ONG. Como dice Igna-
si Carreras, "las ONG son un actor fun-
damental para que la responsabilidad so-
cial empresarial avance"
7
, y es que ya no
el argumento de contribuir a la lucha
contra la pobreza: "la forma más deter-
minante de contribuir al progreso y a la
mejora del futuro de la población de
América Latina por parte del BBVA
–sostiene el consejero delegado del ban-
co–, y en general del sector financiero,
es precisamente contribuyendo a su
bancarización"
14
.
Para las empresas
transnacionales, el reclamo de la
ética y la responsabilidad es
también una palanca para
acceder a amplias capas de la
sociedad que hasta ahora
estaban al margen de su negocio


En este contexto, se antoja urgente que las
ONG definan de una forma más clara su
posicionamiento en torno a la relación con
las empresas transnacionales


13Luzón, Francisco: "Santander y su proyecto Amé-
rica 2010: Un compromiso con el desarrollo de
América Latina y la bancarización de sus clases
medias emergentes", en Casilda Béjar, Ramón
(ed.) (2008): La gran apuesta. Globalización y mul-
tinacionales españolas en América Latina: Análi-
sis de los protagonistas, Barcelona, Granica.
14J osé Ignacio Goirigolzarri: "BBVA: Huellas y pers-
pectivas en América Latina", en Casilda Béjar, Ra-
món (ed.) (2008), op. cit.
6 Los grupos de interés (o stakeholders) se definen
como “cualquier grupo o individuo que puede afec-
tar o ser afectado por la consecución de los obje-
tivos de la empresa”.
7 Entrevista a Ignasi Carreras, director del Instituto
de Innovación Social de Esade, Responsables.biz,
nº 187, 22 de enero de 2008.
8 Entrevista a Francisco González, presidente del
BBVA, publicada en la revista Corresponsables,
nº 9, abril de 2008.
9 Entrevista a Alberto Andreu, director de Reputa-
ción Corporativa de Telefónica, "Hay que pasar de
comunicar la RSE a gestionar la RSE", Diario Res-
ponsable, 14 de julio de 2008.
10C.K. Prahalad (2005): La oportunidad de negocios
en la base de la pirámide, Norma.
11 Conferencia "Empresa y desarrollo: La contribu-
ción empresarial a la lucha contra la pobreza", or-
ganizada por la Fundación Codespa, Madrid, 27
de noviembre de 2008.
12Klein, Naomi (2007): La doctrina del shock. El au-
ge del capitalismo del desastre, Barcelona, Paidós.
les hacen desdelasociedad civil y un po-
tente instrumento para el lavado de cara
empresarial. Además, sirveparapotenciar
la búsqueda denuevos nichos demerca-
do, el valor demarca, lafidelización delos
clientes y la despolitización de los dife-
rentes actores sociales, continúacon laló-
gicaneoliberal dereducir al mínimo lain-
tervención del Estado en laeconomía, su-
ponerenunciar a la exigencia deun con-
trol público efectivo queobliguealas em-
presas multinacionales aresponder por los
efectos desus actividades –porquetodo se
basaen laautorregulación– y, por lo tan-
to, seencaminadenuevo en unaúnicadi-
rección: incrementar los beneficios y el
poder delas compañías multinacionales.
Por todo ello, pensamos que el papel
de las ONG no debe reducirse a pedir el
cumplimiento de los acuerdos volunta-
rios y de los códigos de conducta defini-
dos por las propias empresas transnacio-
nales. Al fin y al cabo, dar por buena la
RSC implica aceptar un modelo asimé-
trico, en el que, mientras serefuerzan una
y otra vez sus derechos para hacer nego-
cios por todo el mundo, las obligaciones
de las empresas transnacionales se dejan
en manos de la ética. Más bien, sería me-
jor que respetaran las actuales legislacio-
nes nacionales e internacionales en ma-
teriadeDerechos Humanos y quelos Es-
tados velaran por esecumplimiento. Ade-
más, habría de crearse un código norma-
tivo internacional que delimitase las res-
ponsabilidades legales delas grandes cor-
poraciones por las consecuencias de sus
actividades por todo el mundo. Y, en lu-
gar de partir de la RSC, para ejercer un
control efectivo sobre las operaciones de
estas compañías sería mucho más ade-
cuado establecer un Centro deEstudios y
Análisis sobre empresas transnacionales
en el seno de Naciones Unidas y un Tri-
bunal Penal Internacional para las multi-
nacionales. Sólo así podríamos entrar a
valorar de forma real, con todos los ele-
mentos en la mano, si el discurso de las
buenas prácticas se está traduciendo o no
en mejoras significativas para las pobla-
ciones más desfavorecidas del planeta.❑
Cooperación
56 ● 2009● Marzo ● PUEBLOS ● Información y debate
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*Pedro Ramiro es investigador del Observatorio
de Multinacionales en América Latina (OMAL),
y Luis Nieto es coordinador de la Asociación Paz
con Dignidad.
Las multinacionales necesitan, para
completar esta estrategia, ganar peso en
legitimación social, y por eso han ido re-
cabando el apoyo tanto de las institucio-
nes multilaterales como de las propias
ONG. Justo acaban de cumplirse diez
años de la puesta en marcha del Global
Compact (o Pacto Mundial), una iniciati-
va deNaciones Unidas quefuepresenta-
da por Kofi Annan en el Foro Económi-
co Mundial de Davos para crear una
"alianza creativa entre Naciones Unidas
y el sector privado" y supuso el aldabo-
nazo definitivo para impulsar a nivel
mundial, con el visto bueno de la ONU,
el paradigma de la Responsabilidad So-
cial Corporativa
15
. Además, las corpora-
ciones transnacionales han comprendido
que no se puede emprender la privatiza-
ción delos servicios públicos quetodavía
quedan en manos del Estado –sobretodo,
en los países dondehan hecho estragos las
reformas neoliberales delos años ochen-
ta y noventa– sin construir un entendi-
miento previo con las administraciones y
las ONG. Por eso, han promovido un
consenso internacional queconsiderealas
empresas multinacionales como un actor
más dentro delas estrategias decoopera-
ción al desarrollo, fundamentalmenteme-
diante las alianzas público-privadas, "un
instrumento de cooperación voluntaria
entreel sector público, el privado empre-
sarial y el privado no lucrativo"
16
.
Retos y perspectivas de futuro
El Plan Director delaAECID parael pe-
riodo 2009-2012, pendientedel último trá-
miteparasu aprobación definitiva, inclu-
yemenciones expresas alas alianzas pú-
blico-privadas y a la colaboración con el
sector empresarial "alrededor deobjetivos
compartidos deluchacontralapobrezay
desarrollo humano y sostenible". En este
contexto, seantoja urgentequelas ONG
definan de una forma más clara su posi-
cionamiento en torno alarelación con las
empresas transnacionales. Paraempezar,
es posiblequeun buen número deONG
compartan un diagnóstico de partida si-
milar aéste: en los países dondehan rea-
lizado sus inversiones, las empresas trans-
nacionales apenas han contribuido asolu-
cionar las desigualdades, han tenido con-
siderables impactos sociales, ambientales
y culturales, y se han aprovechado de la
depredación de los recursos naturales, la
privatización de los servicios públicos y
ladesregulación del mercado laboral. Pe-
ro, acontinuación, van asurgir otras cues-
tiones quepueden evidenciar unafaltade
acuerdo frenteal reto deaceptar el marco
de la RSC o no, porque, dirán algunas
ONG, ¿no es un avancequelas multina-
cionales lleven acabo sus operaciones en
el marco de las buenas prácticas? ¿Qué
problemahay en quelas empresas ganen
mucho dinero con laRSC si con eso tam-
bién salebeneficiadalapoblación? Justa-
menteporquetienedemasiado demarke-
ting y poco de realidad, ¿no deberíamos
exigir el cumplimiento delo estipulado en
los códigos deconductay en laRSC?
En nuestra opinión, para analizar la
RSC hay quetener en cuentaqueestepa-
radigma se ha concebido en el marco de
un modelo socio-económico y es insepa-
rabledel mismo. Dicho deotro modo: no
es suficiente con llevar a cabo buenas
prácticas empresariales si no seproducen
cambios en las relaciones sociales y en el
modelo dedesarrollo. Porqueno es cier-
to quecon laRSC salgaganando todo el
mundo: sobre todo, siguen ganando los
mismos desiempre. Si bien es verdad que,
en algunos casos, determinados progra-
mas deRSC han podido servir paraintro-
ducir mejoras puntuales en las condicio-
nes de vida de ciertas poblaciones, una
perspectivaglobal delasituación nos de-
bellevar acuestionar radicalmentelas im-
plicaciones delaResponsabilidad Social
Corporativa: es una adaptación de las
grandes corporaciones alas críticas quese
No es suficiente con llevar a cabo buenas
prácticas empresariales si no se producen
cambios en las relaciones sociales y en el
modelo de desarrollo


15Hernández Zubizarreta, J uan y Ramiro, Pedro:
"Diez años del ‘Pacto Mundial’", Público, 8 de fe-
brero de 2009.
16Fernando Casado Cañeque (2007): Las alian-
zas público-privadas para el desarrollo, Fun-
dación Carolina.
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n análisis más mundano sobrelos
efectos o vinculaciones inmedia-
tos del petróleo en lasociedad del
país tampoco reflejaun panoramamucho
más halagüeño; flujos migratorios desde
zonas de interior y países vecinos hacia
los centros urbanos han llevado a situa-
ciones de hacinamiento, precariedad y
prostitución en las urbes, amén del ya
nombrado absoluto abandono de las di-
ciales que, tal como sugieren los cáno-
nes de gobernabilidad, debiera ser re-
forzado mediante la paulatina descen-
tralización de un poder político excesi-
vamente concentrado, una distribución
más equitativa de la renta y una gestión
eficaz de la industria extractiva capaz de
redundar en un mejor aprovechamien-
to de las finanzas públicas y capaz de
escapar, por fin, de un modelo econó-
mico y social en el que la existencia de
unas dinámicas rentistas y extravertidas
1
siempre sujetas a las fluctuaciones de
los mercados internacionales, marcan la
pauta del desarrollo nacional.
Mario Tallos González*
Uno de los potenciales energéticos
más prometedores de todo el
continente africano ha transformado
rápidamente una frágil y paupérrima
economía basada en la exportación
de maderas tropicales y en la
producción residual de cultivos
coloniales como el cacao o el café, en
uno de los enclaves de mayor
atractivo para la inversión e intereses
energéticos del mundo. Sin embargo,
a la par que el país centroafricano ha
venido experimentando un
crecimiento medio anual del PIB de
un 18 por ciento en los últimos años,
en Guinea Ecuatorial aparece toda
una sintomatología encadenada
característica de la enfermedad
holandesa, a saber: concentración
del volumen de exportaciones en la
actividad petrolera (un 90 por ciento
petróleo + un 2 por ciento GNL),
revalorización de la divisa con la
consecuente inflación y pérdida de
competitividad del producto local,
descenso o abandono del resto de
producciones y exportaciones,
crecimiento vertiginoso del consumo
de bienes importados y del gasto
público, aumento de la deuda del país
y de los índices de paro, etc.
EITI-Guinea Ecuatorial:
¿pasos hacia un desarrollo sostenible?
námicas rurales. Además, dado que la in-
dustria petrolera no sólo es un sector
que requiere de una mayor inversión en
bienes de capital que en recursos hu-
manos, sino que exporta lo producido e
importa casi todo lo consumido y em-
pleado, el abanico laboral unido a su lle-
gada está dominado por una aplastante
mayoría de trabajadores expatriados,
empleando en el mejor de los casos una
cuarta parte de trabajadores locales, ge-
neralmente en puestos no cualificados.
Como agravante, la falta de un sector in-
dustrial capaz de producir mínimamente
aquellos bienes de consumo más inme-
diatos o incluso demandados por las in-
dustrias ligadas directamente al petróleo,
lo cual pudierareflejar algún efecto deés-
te en otros sectores de la economía.
Así pues, profundos desajustes eco-
nómicos marcan hoy un escenario civil
con enormes dificultades políticas y so-
1 El concepto de extraversión (BAYART, 2000) se
constituye como uno de los pilares básicos pa-
ra el estudio de la realidad sociopolítica del con-
tinente africano a partir del periodo de descolo-
nización. Simplificando: las relaciones exterio-
res marcan la pauta de la acumulación y rique-
za nacional.
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obstante, continúan faltando regulacio-
nes claras, precisamente en lo que al di-
seño de políticas públicas y fortaleci-
miento de la sociedad civil del país se
refiere. Respecto al ámbito fiscal y pre-
supuestario, algunas de las medidas
propuestas por instituciones financieras
y organismos internacionales están to-
davía por llegar; consolidación de la es-
trategia y rendimiento de los ahorros re-
lacionados con el petróleo; mejora de
los flujos de información entre Gobier-
no, agencias autónomas y sociedad ci-
vil a fin de normalizar los presupuestos
del Estado; previsiones mensuales de
ingreso y gasto de rentas; inclusión de
un máximo presupuestario por Minis-
terio; auditorías externas del sector fi-
nanciero; fortalecimiento del marco
BEAC; largo etc.
Desde otro sector más legalista, a
pesar de las medidas adoptadas con la
nueva normativa extractiva
5
, su in-
exactitud conceptual y procedimental
mantiene vigente cierto grado de in-
certidumbre y opacidad en torno a los
procesos de negociaciones y a las nue-
vas competencias adquiridas (no en va-
no, las mismas operadoras reclaman
ahora mayor transparencia en dicho
proceso). En este sentido, la instaura-
ción de mecanismos institucionales
claros y accesibles en materia contrac-
tual, resulta esencial no sólo para una
adecuada y transparente gestión de los
recursos públicos sino también para la
obvia búsqueda de garantía en térmi-
nos de seguridad jurídica que todo in-
versor foráneo persigue para su inver-
La Iniciativa por la
Transparencia de las Industrias
Extractivas
Esta situación se configura como el
punto de partida donde surge la de-
manda de participación en el proceso
de la EITI (Extractive Industries Trans-
parency Initiative)
2
, a fin de que se pro-
duzca la obligada e inexcusable co-
rrespondencia entre necesidades po-
blacionales y la riqueza albergada por
el país centroafricano. Con el objetivo
inmediato de mejorar el flujo de infor-
mación respecto a los ingresos prove-
nientes de la industria extractiva, la in-
clusión en la EITI se configura en rea-
lidad como un proceso orientado a de-
finir con claridad las responsabilidades
gubernamentales en materia de políti-
cas públicas conducentes a reencauzar
las rentas del petróleo hacia la moder-
nización y fortalecimiento del Estado
de derecho en los países productores,
si es que existe.
Desde que en el año 2004, el Go-
bierno de Guinea Ecuatorial manifes-
tara por primera vez su interés en for-
mar parte del proceso de la EITI, su-
cesivas medidas se han venido adop-
tando hasta reconocerse finalmente co-
mo país candidato en febrero de 2008.
Tras configurarse transitoriamente en
el año 2005 el Comité Nacional de in-
teresados demandado, no sería hasta
julio de 2007 cuando se definiera defi-
nitivamente a los representantes ofi-
ciales de la Oficina Nacional de Coor-
dinación llamada a liderar la gestión
Cooperación
58 ● 2009● Marzo ● PUEBLOS ● Información y debate
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del proceso, así como la representación
integrante de la sociedad civil. El Plan
de Acción aprobado finalmente fija los
términos para el desarrollo de un mar-
co conjunto de trabajo entre Gobierno,
compañías extractivas y sociedad ci-
vil
3
. En todo caso, más allá de repercu-
tir inicialmente sobre el uso responsa-
ble de las rentas energéticas, el éxito de
la EITI pasa necesariamente por asen-
tar sosteniblemente una estrategia na-
cional de desarrollo integral.
El año 2006 ha visto nacer una re-
novada Ley de Hidrocarburos que me-
jora ostensiblemente los porcentajes
explotativos, estableciéndose un ca-
non anual por arrendamiento de su-
perficie. Durante el mismo año se da-
ba el visto bueno a la firma de un
MOU bajo supervisión de la USAID,
cuyo objetivo es la implementación de
un Fondo de Desarrollo Social. Por
otra parte, el Gobierno ecuatoguinea-
no parece haber concentrado esfuer-
zos en diferentes proyectos de moder-
nización y construcción de infraes-
tructura civil a lo largo del país, en lo
que parece un claro intento por vincu-
lar la diversificación económica del
país con la diversificación de la inver-
sión extranjera. No obstante, en el
marco de asesoría conjunta entre BM
y FMI
4
, se ha dado comienzo al re-
ciente Plan Nacional de Desarrollo di-
rigido hacia la puesta en marcha de
nuevas políticas y estrategias fiscales
orientadas a paliar el enorme déficit al-
canzado en los últimos años entre los
sectores no extractivos, así como al
impulso en el corto plazo de un plan
de asignación de crédito para incenti-
var la iniciativa de la pequeña y me-
diana empresa del país.
Así pues, ciertos avances parecen
haberse alcanzado en el camino des-
arrollista del país centroafricano, no
Profundos desajustes económicos marcan
hoy un escenario civil con enormes
dificultades políticas y sociales que, tal
como sugieren los cánones de
gobernabilidad, debiera ser reforzado


La existencia de unas dinámicas rentistas
y extravertidas siempre sujetas a las
fluctuaciones de los mercados
internacionales, marcan la pauta del
desarrollo nacional


2 Consultar WENDORFF, Carlos, Guinea Ecua-
torial: Necesidades de capacitación para una
efetiva participación de la sociedad civil en la
implementación de la EITI, BM, junio de 2008
en http://www.asodegue.org/septiembre
25081.htm
3 En Íbidem, anexo II.
4 Para profundizar en los últimos requerimientos
del Gobierno de Guinea Ecuatorial a las Insti-
tuciones de Breton Woods en torno a la imple-
mentación de la EITI, consultar: IMF, Staff Re-
port for the 2007 Article IV Consultation en
http://www.imf.org/external/pubs/ft/scr/2008/
cr08156.pdf
5 En http://www.equatorialoil.com/2006-round/
PDF%20FILES/EG%20Hydrocarbons%20Law
%20(Spanish).pdf
Anteriormente existía otra Ley de Hidrocarbu-
ros de 1981, modificada en 1998.
Información y debate● PUEBLOS ● Marzo ● 2009● 59
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*Mario Tallos González es alumno del Master de
Relaciones Internacionales y Estudios Africanos
de la Universidad Autónoma de Madrid.
sión. Igualmente, en lo que atañe a los
aspectos sociales, la creación de una
base sólida para la diversificación eco-
nómica del país no sólo requiere de
avances en la construcción de las in-
fraestructuras físicas, sino también de
sentar las bases para la profesionaliza-
ción y capacitación de la población lo-
cal, a fin de favorecer tanto la obliga-
da participación del conjunto de la so-
ciedad en el proceso desarrollista y em-
presarial de Guinea Ecuatorial, como
de mejorar el contexto de la inversión
extranjera que, sin duda, encontraría en
un potenciado tejido productivo y em-
presarial un marco mucho más óptimo
para su desenvolvimiento futuro de lo
que la importación constante de todo
consumible le supone en la actualidad.
Desde este último punto de vista más
pragmático, la carencia endémica de
ambos factores continuará generando
desconfianza entre los potenciales in-
versores y encareciendo el conjunto de
la inversión foránea.
Debilidades en el marco social
No hay que olvidar, por supuesto, toda
una serie de debilidades sintomáticas
de la sociedad civil. Como importante
hándicap con clara incidencia sobre las
aptitudes y capacidades operativas de
la sociedad civil y más aún, sobre la
posibilidad de conciencia crítica im-
prescindible para la óptima implemen-
tación de la EITI, señalar en primer lu-
gar, las carencias actuales del sector
formativo del país
6
. Aun sistema edu-
cativo básico, todavía hoy esencial-
mente cubierto por la cooperación es-
pañola, hay que sumar el lento avance
de la UNGE (Universidad Nacional de
Guinea Ecuatorial) y una evidente es-
casez de centros de desarrollo forma-
tivo, lo cual redunda obviamente, no
sólo sobre la falta endémica de cono-
cimientos técnicos primordiales sino
sobre la capacidad de acceso al fun-
cionamiento de los mecanismos de la
industria extractiva y de la propia Ad-
ministración.
Otro factor fundamental en el deve-
nir de la sociedad civil, reside en un irre-
gular proceso de legalización de aso-
ciaciones. Mientras los sindicatos u or-
ganismos gremiales se presentan in-
operantes en el país, parecen existir
agrupaciones alegales funcionando nor-
malmente así como otras legalizadas sin
desempeñar sus actividades o sujetas a
un ritmo más ralentizado en sus queha-
ceres. Este factor contribuye al acomo-
do por parte de algunos sectores de la
sociedad civil, sabedores de lo condi-
cionado y limitado de su puesta en es-
cena, en un contexto en el que el enor-
me vacío profesional en la vida del ciu-
dadano ecuatoguineano medio, restrin-
ge sus opciones hacia una serie de pues-
tos de trabajo en cuyo acceso juegan un
rol protagonista las militancias e in-
fluencias de unas redes de patronazgo
que favorezcan la inserción. Todo ello,
inmerso en un entorno sociocultural en
el que amplísimas responsabilidades pa-
rentelares más allá incluso de la con-
sanguinidad, mantienen vigente la figu-
ra de un patrón redistribuidor de los re-
cursos en caso de haberlos. No es de ex-
trañar por tanto, que la lucha por dietas
y manutenciones organizacionales pue-
da llegar a convertirse en una herra-
mienta de facto mediante la cual acce-
der a una mejora del statu quo.
En definitiva, indicar la existencia
de una serie de limitaciones endógenas
al mismo proceso constitutivo de las or-
ganizaciones integrantes de la sociedad
civil que, salvo excepciones, corre el
riesgo de supeditar la acción de estos ac-
tores a las prerrogativas de sus respec-
tivos patronazgos. Aeste respecto, en el
marco de implementación de la EITI,
hacer aquí una clara distinción entre una
representación cuantitativa y otra re-
presentación de carácter cualitativo, de-
biendo adoptarse la firme disposición
por parte de todos los actores implica-
dos, a fin de coordinar y consolidar una
agenda sostenible de formación capaz
de incrementar tanto el nivel de conoci-
miento de las directrices y metodologí-
as necesarias, como de incidir sobre el
fortalecimiento de un espacio de cola-
boración interno y autónomo de con-
ciencia crítica
7
.
Así pues, dado que el desarrollo de
los recursos humanos del país parece
constituirse como una de las asignatu-
ras pendientes, parece pertinente plan-
tear estrategias conjuntas dirigidas ha-
cia la generación de hábitos o espacios
capaces por una parte, de configurarse
como verdaderos e internalizados pa-
trones de interacción y práctica colecti-
va real –esto es: palpables por la pobla-
ción en el medio plazo, y capaces por
otra, de rebajar la primacía de unas re-
des de patronazgo y manutención verti-
cales que, en detrimento de la consoli-
dación de lazos corporativos y horizon-
tales, termina por reafirmar subrepticia-
mente la inconsistencia institucional del
estado y el desapego ciudadano no só-
lo hacia las instituciones sino incluso
hacia su propio entorno asociativo.
Por último, recordar que convertir-
se en país cumplidor EITI, no sólo sig-
nifica la obtención de un simple sello de
conformidad sino la constatación de un
posicionamiento claro hacia un des-
arrollo integral y sostenible del país en
cuestión.❑
Más allá de repercutir inicialmente sobre
el uso responsable de las rentas
energéticas, el éxito de la EITI pasa
necesariamente por asentar
sosteniblemente una estrategia nacional
de desarrollo integral


6 De hecho, el nivel de formación superior encon-
trado entre adultos crecidos durante la última eta-
pa colonial, es sensiblemente superior al que se
pueda localizar actualmente entre la población
en edad de formarse y profesionalizarse.
7 Como manuales más completos en torno al pa-
pel de la sociedad civil en el proceso de la EI-
TI, veánse:
Revenue Wacth Institute & PWYP, Eye On EI-
TI. Civil Society Perspectives and Recommen-
dations on EITI, Octubre 2006 en http://www.re
venuewatch.org/news/publications/EyeonEITI
Report.pdf o
Revenue Wacth Institute & Open Society Insti-
tute, Siguiendo la Pista delDinero. Una guía pa-
ra supervisar los presupuestos e ingresos deri-
vados del petróleo, 2005 en http://archive.re
venuewatch.org/reports/120204sp.pdf
Cooperación
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Belén Cuadrado Ortiz*
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a Agencia Andaluza de Cooperación
Internacional para el Desarrollo
(AACID) ha comenzado su andadu-
ra como empresa pública recientemente.
Supongo que este paso implica grandes re-
tos. ¿Cómo enfrentáis esta nueva etapa?
-Desdejunio del año pasado estamos funcio-
nando como agenciapúblicaempresarial de-
pendiendo delaConsejeríadelaPresidencia
delaJuntadeAndalucía. Nuestratareaprin-
cipal es adaptar lapolíticadecooperación an-
daluzaalo contemplado en el Plan Andaluz
de Cooperación para el Desarrollo (PACO-
DE), con duración cuatrienal (2008-2011).
Consideramos quetenemos quedarlesalida,
yaquenos sirvedeherramientaparaimprimir
coherencia y coordinar las políticas de des-
arrollo denuestracomunidad teniendo como
baselas políticas delaagendainternacional,
laDeclaración delos Objetivos deDesarrollo
del Milenio, laDeclaración deParís o laReu-
nión deAccra. Nuestracometido como agen-
cia es apoyar a los distintos agentes de des-
arrollo aapropiarsedelacooperación, enca-
minarnos hacia una estrategia de desarrollo
consensuada, alinearnos con los compromi-
sos políticos y trabajar para que haya cohe-
renciaentrelas acciones delos distintos agen-
tes andaluces y exteriores.
Tenemos el reto dehacer más participati-
valacooperación andaluza, sin eludir las res-
ponsabilidades políticas y siendo eficaces ala
horadeimplantar las políticas decooperación
paratener un mayor impacto en los países en
los quetrabajamos y en laciudadaníadelos
mismos. Es nuestracontribución al desarrollo
internacional.
- ¿Cuáles son vuestras prioridades geográ-
ficas y sectoriales? ¿Por qué esta elección?
- Laley andaluzaprevétrabajar en tres áreas:
Iberoamérica, NortedeÁfricay OrienteMe-
dio y ÁfricaSubsahariana. Hay un total de33
países prioritarios incluyendo laPoblación Sa-
haraui y los Territorios Palestinos. Ladecisión
decooperar con estos países hasido consen-
suadaentrediferentes agentes; no hay queol-
vidar que el PACODE ha sido un plan con-
sensuado en el quehan participado las ONG
dedesarrollo andaluzas, las distintas adminis-
traciones, organizaciones sindicales, munici-
pios, universidad, etc. El Plan vieneaconcre-
tar y aconcertar las políticas dedesarrollo pa-
rahacer quelacooperación andaluzaseamás
eficaz y para ello creemos que es necesario
quehayaconsenso entrelos distintos actores
dedesarrollo andaluces.
Además de la cooperación bilateral con
cada uno de los países prioritarios, la coope-
ración andaluza también apoyará los proce-
sos de integración regional que se están pro-
duciendo en algunas de las áreas reseñadas.
Apoyará asimismo las actuaciones sectoria-
les regionales vinculadas a programas de la
cooperación española o de organismos mul-
tilaterales con un enfoque continental, tra-
tando decoordinar un desarrollo conjunto de
los países implicados y apoyando interven-
ciones que tengan incidencia en el conjunto
del continente.
- La AACID, siguiendo las directrices del
PACODE, apuesta por la Educación para
el Desarrollo y la Sensibilización como lí-
nea estratégica. ¿Qué importancia revisten,
a tu entender, estas acciones para el con-
junto de la sociedad civil andaluza?
- Lacooperación andaluzaes unapolíticapú-
blicay uno delos cometidos delaAgenciaes
coordinarlaparaproducir un mayor impacto
en laciudadanía. Paraello el PACODE no hu-
bierasido posiblesin laparticipación, lacon-
certación y la complementariedad entre los
distintos agentes dedesarrollo queson los que
impulsan adesarrollar unaciudadaníaanda-
luzasolidaria. Lacontribución y representa-
ción delas distintas organizaciones -queson
las queestán cercadelaciudadanía- hacen del
PACODE un verdadero instrumento depolí-
tica pública quecontribuyea la implicación
delasociedad civil. Lasolidaridad no sepue-
deimponer desdeel gobierno, es algo quesur-
gedesdelapropiasensibilidad delos ciuda-
danos y el cometido del gobierno es darlesa-
lida y plasmarla en un plan oficial. Por ello,
desdeel propio Plan seplantea la necesidad
decontinuar fortaleciendo laeducación para
el desarrollo, lasensibilización y laculturade
paz. Son acciones quesurgen del propio plan-
teamiento delos agentes decooperación an-
daluces queven necesario continuar incidien-
do en la población para dar respuestas a las
demandas delamisma.
- Parece que desde la Agencia se tiene una
valoración muy positiva de los agentes de
cooperación andaluces…
- Es lo que demuestra su trayectoria. El tra-
bajo realizado por las ONG andaluzas y des-
delapropiaCoordinadoraAndaluzadeONG
deDesarrollo, setraduceen un respaldo so-
cial importante; son un referenteen lasocie-
dad, con capacidad de movilizar a la pobla-
ción en un esfuerzo común por mejorar las
condiciones devidadelapoblación mundial.
Labor muy positiva que creemos que debe
seguir reforzándosedesdelas políticas públi-
cas. Es por ello queel proceso dedesarrollo
del Plan Andaluz cuentacon laparticipación
activadelos distintos agentes decooperación
quecomparten agendacon laAACID. Todos
estamos implicados en laaplicación y conse-
cución delos mismos objetivos.❑
Joaquín Rivas Rubiales, Director de la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional
para el Desarrollo (AACID), Consejería de la Presidencia, Junta de Andalucía
"Tenemos el reto de hacer más participativa
la cooperación andaluza"
*Redacción Pueblos.
V
andana Shiva es una escrito-
ra incansable. Esta afirma-
ción, para quienes conoce-
mos su labor en múltiples asociacio-
nes (líder internacional del movi-
miento antiglobalización, promoto-
ra del movimiento Chipko de India y
Nepal, programa Navdanya, etc.) po-
dría parecer frívola o inexacta. Qui-
zás el último calificativo sea más
preciso, sin embargo, Vandana Shi-
va tiene publicados 13 libros y más
de 300 ensayos.
En la mayoría de sus libros hay
una protagonista principal: la Tierra,
su preocupación por ella, la denuncia
de un maltrato que no sólo afecta a la
ecología tradicional. En estos libros,
hay una lucha contra el modelo neo-
liberal de globalización, contra el co-
mercio del agua, contra los alimentos
genéticamente modificados, contra
las grandes multinacionales de pesti-
cidas y fertilizantes que han empo-
brecido la Tierra y la han contamina-
do... Pero también hay una reivindi-
cación a favor de los derechos de los
pueblos, a favor de un sistema de vi-
da que esté ligado a la tierra y al aire,
nuestra natural forma de vida.
Vandana Shiva en sus libros desta-
ca unos protagonistas a los que pocos
autores dan voz o presencia. Son, por
ejemplo, más de 200.000 campesinos
suicidados en la India; son mujeres que
se abrazan a los árboles para salvarlos
y reivindicar su papel en la agricultura
tradicional y en la Madre Tierra; es
protagonista una democracia del agua
y de la tierra, una democracia viva.
En una entrevista la filósofa y cien-
tífica nos aclara: "una democracia vi-
va es aquélla en la que la gente puede
tomar decisiones sobre sus vidas e in-
fluir sobre las condiciones en las que
vive, cómo cultivar sus alimentos, en
qué condiciones se producen sus ropas;
la libertad de elegir cómo se educan
sus hijos; la libertad de establecer las
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Clara Alonso*
ternacionales, se convierten en una
delicia por su prosa directa y emoti-
va, su sencillez y claridad, su carga
de humanidad y apelación directa a
lo más sagrado del ser humano.
En otras obras, Abrazar la vida:
mujer, ecología y desarrollo (Horas
y horas, 1995), Monocultivos de la
mente (Fineo, 2008), Manifiesto pa-
ra una democracia de la Tierra
(2006), despliega todo su conoci-
miento y experiencia de más de
treinta años de denuncia. Para Van-
dana "el sistema está podrido, y una
vez está podrido, se desmoronará.
Otro sistema debería ser rescatar la
vida de este planeta. (...) Crear eco-
nomías sostenibles que aseguren el
sustento de las personas". "Con la
crisis actual hemos visto cómo cae
la hasta ahora casa de los dioses...
esto es una oportunidad para reor-
ganizar el sistema alimentario" (de-
claraciones en el último Encuentro
TerraMadre de Turín).
En 2005, cuando todavía no ha-
blábamos de crisis financiera y ca-
tástrofe económica, ya la autora
afirmaba en India dividida. Asedio
a la diversidad y a la democracia
(Ed. Popular), "si supervivencia y li-
bertad es lo que queremos, debemos
reinventar nuestras economías, cultu-
ras y democracias. Debemos trans-
formar las economías moribundas en
economías vivas, las culturas agoni-
zantes en culturas vivientes, las de-
mocracias moribundas en democra-
cias vivas –tanto en nuestras mentes
como en nuestras vidas–. Necesita-
mos sustituir la desesperación por la
esperanza, una cultura de muerte por
una que celebre la vida".
En los libros de Vandana Shiva,
aunque se hable de muertes, destruc-
ción, pobres, explotación... sin duda al-
guna, se celebra la vida.❑
Leer a . . . Vandana Shiva
*Clara Alonso es colaboradora de Pueblos.
Correo electrónico: [email protected]
condiciones de acceso a la sanidad.
Eso es una democracia viva. Para la
gente, una democracia viva es la que
reina en donde ellos están. Una demo-
cracia viva es aquélla que afecta todos
los aspectos de la vida..."
Algunos de sus libros, Las nuevas
guerras de la globalización (Ed. Popu-
lar, 2008), Cosecha robada: el secues-
tro del suministro mundial de alimen-
tos (Ediciones Paidós, 2003), Las gue-
rras del agua: contaminación, privati-
zación y negocio (Icaria, 2004), escri-
tos por otros autores pudieran parecer
pesimistas o muy negativos, pero bajo
la tutela de Vandana Shiva, la redacción
rigurosa y científica, los datos contras-
tados y los testimonios y referencias a
documentos oficiales de organismos in-
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Nacionalización de los hidrocarburos en Bolivia. La lucha de un pueblo por sus recursos naturales
M. Gandarillas, M. Tahbub y G. Rodríguez ● Icaria/Paz con Dignidad ● Barcelona ● 2008
El teatro de la libre elección. Estudio y reflexiones sobre el discurso publicitario y la identidad consumista
Rodrigo Fernández Miranda ●Editorial Popular, Colección Sociologías ●Madrid ● 2008
De un Estado feudal, a llevar a cabo la refundación del Estado a tra-
vés de una nueva Constitución. De las derrotas sindicales ante la
arremetida neoliberal de los noventa, a la "guerra del gas" que cam-
bió un gobierno. De la opresión por una elite criolla racista, a tener
como presidente un indígena aymara llamado Evo Morales. Del ex-
polio de la riqueza boliviana por las corporaciones extranjeras, al
proceso de soberanía nacional sobre sus recursos... Éstos
son sólo trazos de un complejísimo proceso de re-
forma del Estado boliviano.
El origen de esta reforma hay que buscarlo en
las mayorías excluidas del disfrute de sus propias ri-
quezas naturales. El final de la reforma todavía no se
vislumbra, de momento, la derecha no ha dejado de
utilizar todos los medios a su alcance para frenarla, in-
cluido un violento intento de golpe de Estado.
El principal motor que ha movilizado a la población
ha sido la necesidad de recuperar sus recursos naturales
y, dentro de ellos, el control sobre su abundante gas y pe-
tróleo. Así, el decreto de nacionalización de los hidrocar-
buros, emitido en 2005 por el Gobierno de Evo Morales, fue
el momento de salida, el inicio, de un proceso que podría tener co-
mo fin la soberanía del pueblo boliviano sobre sus riquezas.
Tres años después de la ley ¿cómo ha sido su puesta en mar-
cha?¿En qué ha beneficiado a la población?¿Cuáles han sido las
principales barreras para llevarla a cabo? Estas preguntas son trata-
das en el libro Nacionalización de los hidrocarburos en Bolivia. La
lucha de un pueblo por sus recursos naturales. Los investigadores
del Centro de Documentación e Información – Bolivia (CEDIB) no
sólo reflexionan sobre la situación actual de la actividad petrolera
en Bolivia, sino que la relacionan con el papel que ésta ha tenido
durante todo el siglo XX. En el libro se pone en evidencia la enor-
me influencia de la explotación de este recurso sobre la economía
y la política del país. Como también se analiza la corrupción y
el fraude que han ejercido las multinacionales del petróleo,
de forma sistemática, desde el inicio de su actividad en
Bolivia.
Tal y como los autores exponen en una parte del li-
bro titulado "El cuarto oscuro de la privatización", los
perjuicios ocasionados por las multinacionales duran-
te el Gobierno de Sánchez de Lozada llegaron a ser in-
aguantables para la población. Éste fue el preludio de
las movilizaciones, el cambio de gobierno y el de-
creto de nacionalización.
Por último, desencriptan el lenguaje jurídico del
decreto denacionalización y exponen cuáles son las
claves, bajo su criterio, de la soberanía popular sobre
los recursos naturales y las actividades económicas. El primer paso
hacia este objetivo ya está dado. Queda ahora un largo trecho para
profundizar en lanacionalización del gas y el petróleo. El CEDIB pro-
ponequedeberíacaminar haciaunaempresapetroleraestatal queges-
tione en monopolio la cadena de producción de hidrocarburos y que
esté bajo el control y el mandato de la propia población.
Erika González
En estos momentos en que con más ahínco se nos anima a consu-
mir, pues "hay que ayudar al Gobierno a salir de la crisis" (y yo no
sé de qué manera) y también a "renovar nuestra confianza en
el país…" se publica El teatro de la libre elección,
una serie de reflexiones sobre el discurso publici-
tario y la identidad consumista.
Cuando vemos un anuncio en televisión, un
enorme cartel en el metro, oímos un anuncio en la ra-
dio y otra infinidad de manifestaciones publicitarias
que nos podemos encontrar en nuestra vida, no nos
imaginamos la complejidad que se esconde tras ellos.
De ahí que el autor del libro, especialista en psicología
social, aborde el tema desde diferentes ángulos: la eco-
nomía, la sociología, la psicología, la antropología, la fi-
losofía… para explicar el "milagro del consumo".
Con este ensayo Fernández Miranda intenta, por un la-
do, aportar una explicación del comportamiento consumista como
un hecho psicosocial: el consumismo hace que el consumo sea un
fin en sí mismo, y no una forma de cubrir las necesidades de cada
cual. Y por otro lado, estudiar cómo el lenguaje verbal de la publi-
cidad incide directamente en el comportamiento de "nosotros" los
consumidores.
Alo largo de todo el libro se van vislumbrando las ca-
racterísticas centrales de un modelo inducido de consu-
mo del que no somos conscientes. Así, el libro termina
haciendo una llamada al Consumo Responsable como
compromiso ético, lo que implicaría un consumo sus-
tentado en ciertos valores, como la justicia, la solida-
ridad, el respeto al medio ambiente, etc.
Desde este punto de vista, es un libro ambicioso,
que intenta esclarecer sobre un mundo enmarañado
por la política, la economía y los intereses del mer-
cado, a la vez que dar una nueva perspectiva al su-
jeto que consume y que ha perdido su identidad de "su-
jeto con decisión" para convertirse en un mero "consumidor". Mere-
ce la pena abrir los ojos, aunque sea tan sólo un instante.
Clara Alonso
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Cuba: ¿hacia dónde?
Transformación política,
económica y social en los noventa.
Escenarios de futuro.
Cristina Xalma – 2008 – Barcelona –
Icaria
Intentar responder a cuestiones cómo hacia
dónde va Cuba, es algo más que reflexio-
nar sobre el pasado, el presente y el futuro
de la mayor de las Antillas. De hecho, de-
batir sobre Cuba es sólo fijar el marco de
referencia de un debate mucho más amplio:
el que afecta al modo en que debe cons-
truirse una sociedad y, más específicamen-
te, a la forma que debe adoptar el marco de
instituciones políticas y económicas en el
que se moverán sus ciudadanos. En este
contexto, el presente libro aborda estas
cuestiones y lo hace marcándose un claro
objetivo: acercar al lector a la compleja y
contradictoria realidad cubana de hoy, y ha-
cerlo dando las claves que van a determi-
nar lo que posible o, al menos, probable-
mente, vaya a suceder en ese país.
La autodeterminación
de los pueblos
Joan Casañas (ed.) – 2008 – Barcelona
- Icaria
¿Porqué hoy en día hay tantos pueblos que
luchan por su autodeterminación? ¿De
quién es exactamente el derecho a autode-
terminarse? ¿Hasta qué punto la autodeter-
minación puede ser algo real en un mundo
de tan fuertes dependencias, por ejemplo,
económicas y ecológicas como el nuestro?
¿El pensamiento feminista, tiene cosas nue-
vas a aportar al tema de la autodetermina-
ción de los pueblos? Éstas y otras cuestio-
nes son planteadas en este libro que quiere
aportar nuevos planteamientos al amplio y
a la vez concreto tema de las identidades
colectivas y de su derecho a autodetermi-
narse. En el libro se pasa de la teoría y del
marco conceptual sobre el derecho a la au-
todeterminación, a la práctica concreta de
distintos casos como son el Sahara, Che-
chenia y los pueblos indígenas. También se
habla de los Tribunales Russell, de los Tri-
bunales Permanentes de los Pueblos, de la
Liga Internacional de los Derechos y la Li-
beración de los Pueblos…
Nuevas publicaciones
Agrocombustibles. ¿Otro negocio
es posible?
Mónica Vargas (coord.) – 2008 –
Barcelona – Icaria
Hoy en día, los agrocombustibles (princi-
palmente biodiesel y bioetanol) son objeto
de políticas públicas e incentivos, y se ha
acelerado su producción a gran escala, con
la intención de reducir las emisiones de ga-
ses de efecto invernadero, y por tanto con-
tribuir a la mitigación del cambio climáti-
co. Las y los autores de este libro integran
el Grup de Bionegocis, un espacio multi-
disciplinario impulsado desde la Campaña
"No te Comas el Mundo", que investiga en
Cataluña desde el año 2007 sobre la temá-
tica de los agrocombustibles. El principal
objetivo deestapublicación seubicaen pro-
fundizar algunos aspectos con el objetivo
de brindar herramientas de reflexión y de
acción. Pretende responder a preguntas ta-
les como: ¿Qué son los agrocombustibles?
¿Es positivo su rendimiento energético?
¿Cuál es la huella hídrica de estos carbu-
rantes? ¿Son realmente una respuesta ante
el calentamiento global? ¿De dónde pro-
viene la materia prima? ¿Mejoran las con-
diciones de vida en los países del Sur?
¿Cuáles son los intereses corporativos en
este rubro? ¿Generarán los agrocombusti-
bles una mayor Deuda ecológica? ¿Es la se-
gunda generación una respuesta adecuada?
¿Qué perspectivas tenemos ante la Sobera-
nía alimentaria y la Soberanía energética?
Terrorismo internacional en África.
La construcción de una amenaza
en el Sahel
Jesús A. Núñez Villaverde, Balder
Hageraats y Malgorzata Kotomska –
2009 - Madrid – Los Libros de la
Catarata
En el complejo contexto de seguridad afri-
cano el Sahel se identifica como un aguje-
ro negro —del que escasamente conoce-
mos su realidad social, política y econó-
mica— y como un foco de preocupación,
tanto por sus recurrentes tensiones y con-
flictos como por la supuesta amenaza te-
rrorista de alcance global que allí florece.
En un contexto internacional dominado
obsesivamente por la mal llamada "guerra
contra el terror" confluyen los intereses de
actores gubernamentales locales, regiona-
les e internacionales por enfatizar la gra-
vedad de dicha amenaza. El objetivo de es-
ta obra es dar a conocer la región y sus pro-
blemas, detallar los perfiles precisos de esa
hipotética amenaza y apuntar otras vías de
respuesta distintas a las ensayadas, por
ejemplo, en Irak.
La acción humanitaria en 2007
¿frenazo a la vista? Informe del
Observatorio de la Acción
Humanitaria.
IECAH-MSF – 2008 - Madrid
Apesar de los crecientes desafíos humani-
tarios, la ayuda de emergencia sufrió un
preocupante frenazo justo cuando más ne-
cesaria debe ser para responder al impacto
de la crisis económica. El presente infor-
me, desarrollado por el Instituto de Estu-
dios sobre Conflictos y Acción Humanita-
ria (IECAH) en colaboración con Médicos
Sin Fronteras (MSF), hace hincapié en es-
te parón con el propósito de analizar la
evolución del sistema internacional y es-
pañol de ayuda humanitaria, en un año en
que los efectos de la crisis económica ya
han empezado a sentirse.
Esbozos, revista de filosofía
política y ayuda al desarrollo
Asociación RIOS (Red de Investigación
y Observatorio de la Solidaridad) –
enero de 2009
Este es el primer número de una apuesta
colectiva de un equipo de personas que des-
de distintos enfoques, idiomas y lugares
aboga por un pensamiento crítico e inde-
pendiente. Esta publicación semestral con-
templa cuestiones relacionadas con la ayu-
da internacional y su crítica, siempre des-
de una perspectiva política, donde tendrán
cabida artículos especializados sobre eco-
nomía, movimientos sociales, la cuestión
religiosa, las migraciones, el medioam-
biente, la crisis del desarrollo o la demo-
cracia local, así como visiones y vivencias
más inmediatas en la sección titulada aná-
lisis micro. Mientras que lectores y cola-
boradores tendrán cabida en la sección des-
tinada a comunicaciones.
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Un repaso al 2008
Fernando Blanco*
Al comienzo de un nuevo año, la prensa musical tiene la costumbre de hacer balance del año saliente. Un propósito
semejante me anima a trasladarles una selección de discos editados en 2008 en nuestro país. La mayoría de estas
referencias no aparecen nunca en las listas de ‘discos más vendidos’, pero atesoran tanta calidad que me duele hasta la
médula el hecho de que pasen desapercibidos, olvidados entre tanta mediocridad que llena las estanterías de las tiendas de
discos. Les propongo un viaje musical por Malí, Macedonia, Canadá, Estados Unidos, España, Irlanda, Escocia y México.
Luz Casal
Vida Tóxica (Emi)
Luz Casal superó su enfermedad y alumbró un disco prodigioso, Vida Tóxica (Emi). Un canto a la
vida, una inyección de optimismo, una terapia recomendable contra la depresión, una serena
reflexión sobre lo que merece la pena vivir. Letras escritas desde la frontera entre la oscuridad y la
luz, siempre mirando al futuro con la resolución de que el tiempo no es un factor en nuestra contra.
Luz firma sin su apellido, con una voz más bella aún que antes, dando a cada frase su matiz. Las
melodías enganchan no con la fugacidad del estribillo, sino con la suave cadencia de su desarrollo.
La grabación cuenta con músicos de solvencia y no hay efectos técnicos extraños. Es un disco de
canciones en su pleno sentido.
The Eagles
Long Road Out of Eden (Universal)
Han vuelto, y a lo grande, con Long Road Out of Eden (Universal). Dos CDs, 20 canciones y 28
años después de su última entrega discográfica, The Long Run (1979), aunque tuvieron un par de
giras en 1995 y 2004. Ya lo declaró en su día uno de sus componentes, Joe Walsh: "Podríamos
seguir tocando ese repertorio [sus canciones clásicas e inolvidables] una y otra vez, pero no
queremos dormirnos en los laureles, porque no somos un grupo para la nostalgia". Y vaya que lo
han conseguido. Canciones al más puro estilo Eagles, con esa inconfundible mezcla de rock, folk
y country. Está Walsh, y también Don Henley, Timothy B. Schmith y Glenn Frey. Rondan los 60
años, pero su maestría en la composición, interpretación y voces no conoce ni edades ni décadas.
Jerry Douglas, Aly Bain y otros
Transatlantic Sessions 3, Volume One (Whirlan Records/ Resistencia)
Éstees un proyecto dirigido por Jerry Douglas, guitarrista, y Aly Bain, violinista, uniendo ambas orillas
del océano. Un colectivo impresionantedemúsicos y cantantes deEstados Unidos, Irlanday Escocia,
casi laflor y natadelamúsicaceltahermanadacon el folk y el country. El disco es excelso en todo:
duración, número depiezas, voces invitadas, músicos… Combinalos temas instrumentales con las
tonadas cantadas por gentedemáximafiabilidad: Joan Osborne, EddieReader, Paul Brady, Julie
Fowlis, Daren Matheson, etc. En laparteinstrumental, lanóminano sequedaatrás: Phil Cunnigham,
Dónal Lunny, Sharon Shannon, etc. Disco ensamblado con pulcritud, con sinceridad, cocido en la
complicidad demúsicos queaman latradición y producido paralaBBC deEscocia, BBC Tour y RTE.
Synthesis
Identity (Resistencia)
Escuchar a esta banda de Macedonia proporciona un placer ilimitado. La conocí con la edición
de su disco grabado en directo en la capital, Skopje. Desde entonces me tiene secuestrado a su
sonido, a sus melodías, a sus armonías, a sus voces. Es una banda balcánica en la idiosincrasia
de su música, pero se aleja cuando oyes cómo suena la gaita, cómo se suman las percusiones,
cómo irrumpe el coro de tres voces femeninas y cómo el piano extiende un manto sonoro para
que no haya ni una sola fisura. Profesionalidad, calidad, exquisitez. Piezas instrumentales,
piezas cantadas, baladas, danzas, cantos tradicionales macedonios más tres temas nuevos en
este su sexto álbum.
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Fe de erratas:
En el número 35 se coló un
equívoco en la entradilla del
artículo. Decía "El otro –referi-
do a George W. Bush- refleja
los valores de la América del
Norte tradicionalista", cuando
debería haber dicho "la Améri-
ca del Sur tradicionalista".
*Fernando Blanco es
colaborador de Pueblos.
Mayte Martín, Katia & Marielle Labèque
De fuego y agua (KML Recordings)
Cómo explicar la inconmensurable belleza de esta obra, la magia en la voz de Mayte escoltada
por dos pianos majestuosos, tocados por las hermanas Labèque, y el impagable trabajo realizado
por el maestro Joan Albert Amargós en la dirección artística. Un recorrido por la música y la
poesía españolas, por los versos de Federico, la inspiración de Paco de Lucía, Joaquín Rodrigo,
Enrique Granados, Manuel de Falla, y el pellizco de José Luis Montón, Juan Valderrama y Carlos
Gardel. Un disco pensado para degustar cada minuto, cada compás, cada verso.
Lila Downs
Ojo de culebra (EMI)
Por las venas de Lila Downs corre sangre mexicana y sangre sureña estadounidense. Los dos
lados del río Grande con toda su riqueza cultural. Canta en español mexicano e inglés. Y, si bien,
sus trabajos anteriores no me acabaron de gustar, éste sí puedo decir que tiene un ensamblaje
inteligente. Colaboraciones: La Mari de Chambao, Ixaya Mazatzin de Café Tacuba, Mercedes
Sosa, Enrique Bunbury, Raul Midón, Gilberto Gutiérrez de Mono Blanco, con el potente sonido
de la NYC Band. El folklore de su tierra madre, el bolero, el blues, el ska, el rock sureño… para
textos de fuerte contenido reivindicativo.
Bassekou Kouyate & Ngoni ba
Segu blue (Resistencia)
Este disco me llegó en 2008. Desconozco cuándo se grabó o editó en España. La bofetada ha sido
mayúscula: una obra así debe estar en estas páginas por la preciosidad del toque de Bassekou
Kouyate con su cuarteto tocando un instrumento de cuerda tradicional llamado Ngoni. Más las
voces tribales y los acompañamientos de percusión. En el interior del disco viene todo muy bien
explicado. Pero para los que no se atrevan, les diré que las raíces del blues, del soul y del gospel
quedan perfectamente retratadas en sus canciones, con la enjundia del canto negro africano. Y los
solos instrumentales no tienen que envidiar nada al mejor jazz.
Loreena McKennitt
A midwinter night’s dream(Quinlan Road)
Esta mujer, de voz frágil, virtuosa del arpa y el piano, nunca defrauda. Traza los discos con pasión
contenida. Indaga, investiga, acerca sonoridades celtas, clásicas y árabes, y crea un paisaje sonoro
único, hermoso, sensible y robusto por igual. Su anterior trabajo, An ancient muse, fue
sencillamente una obra maestra. El editado a finales de 2008 no llega a tal categoría, pero es
también bello. Con letras y melodías de siglos pasados, o tonadas escritas por ella para textos
antiguos, nos embarcamos en un viaje con las alforjas cargadas de espiritualidad, religiosidad y
sensualidad.
‘Our side of the town’
Recopilatorio del sello Red House (Resistencia)
25 años en la carretera para una marca discográfica enraizada con la
música norteamericana del blues, del folk, del aire irlandés, del country,
del cantautor, del sonido pantanoso del Misisipi, del boggie… Apuesta
por los nuevos valores, por quienes no caben en las clásicas
radiofórmulas. Este recopilatorio incluye 17 cortes, muy documentado
en cada uno de los 17 artistas o grupos de su nueva hornada. La música
estadounidense, por suerte, sigue produciendo talentos y magníficas
canciones.
Cultura
66 ● 2009● Marzo ● PUEBLOS ● Información y debate
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*Alejandro Pedregal es director del Festival de
Cine y Arte Media Lens Política y colaborador de
Pueblos. Más información en
www.lenspolitica.net
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ontinuando con algunos plante-
amientos críticos que ya esceni-
ficó en American Beauty, Men-
des nos trae ahora la película más radi-
cal que nos haya dado el cine estadou-
nidense en los últimos años. Estoy ha-
blando de Revolutionary Road, una re-
flexión sobre los valores de la clase me-
dia norteamericana y su "estilo de vida"
(en la que muy bien nos podríamos re-
flejar muchos otros en diferentes latitu-
des) y la contradicción en que convive
con las pulsiones vitales más elementa-
les del ser humano. La obra no esquiva
el debate más crudo exponiendo estos
principios a un examen que sólo puede
dejar indiferente a los entes más aliena-
dos de entre los espectadores; es decir, a
aquellos que asumen como propias las
institucionalizaciones dogmáticas de los
valores de los grupos dominantes.
Mendes se ha caracterizado en su
corta pero importante obra por un do-
minio del lenguaje visual cinemato-
gráfico excelente, con una cuidada fo-
tografía y un magnífico diseño en to-
das sus producciones. Aesto añade su
larga experiencia en el mundo del tea-
tro, mostrando una gran capacidad pa-
ra desarrollar el trabajo interpretativo
de sus actores, además de darle un tra-
to especial a los valores emocionales y
psicológicos con los que usa el sonido
y la música, en armonía narrativa con
el trabajo de cámara y como acento
dramático de tremenda precisión.
Pero a esta lista de valores artesa-
nales necesarios para ser un autor de
impacto, hay que añadir un "algo
más" extraño al panorama rancio que
domina al cine actual, tan dependien-
te del "start system" como de la edul-
coración alienante y los tristes com-
promisos de la corrección política.
Sam Mendes ha sido capaz de, en es-
te contexto, hacer obras con un dis-
curso abiertamente crítico que además
han tenido una repercusión cultural
singular, a la altura de los grandes tí-
tulos del cine, y con Revolutionary
Road quizás allá alcanzado el mayor
logro de su carrera hasta el momento,
entendiéndolo éste como combina-
ción de todos estos factores.
La película tiene un planteamiento
definidamenteteatral, pero haciendo que
estos elementos favorezcan la narración
y el drama en lugar de entorpecerlos (co-
mo acostumbramos a ver en ciertos "ci-
neastas" de orgullo patrio), y para ello se
apoya en la imagen cinematográfica,
consiguiendo así que la apuesta fluya en
su función perturbadora, golpeando los
cimientos más básicos de los valores
modernos occidentales. En este sentido,
Mendes recoge la tradición de obras tan
dispares como Alguien voló sobre el ni-
do del cuco de Milos Forman o La tor-
menta de hielo de Ang Lee, para dar un
giro si cabe más radical a las cuestiones
que han dominado al cine de interés so-
cial desde los años sesenta y que, sobre
todo, han reflexionado sobre los valores
que han gobernado las vidas occidenta-
les desde el final de la Segunda Guerra
Mundial, tan bien expuestas por Herbert
Marcuse en El hombre unidimensional.
Así que mientras Alcobendas cele-
bra el empujón turístico que Penélope
Cruz le ha dado al noreste de Madrid,
cabe preguntarse a qué se dedican los
académicos estadounidenses cuando
dejan fuera de casi toda nominación a la
que probablemente sea la película de
mayor impacto cultural en años, inclu-
yendo el trabajo interpretativo más so-
bresaliente que se haya visto de una pa-
reja de estrellas en mucho tiempo.
Cuando en lugar de la crítica elaborada,
ácida y afilada, se prefiere premiar los
esfuerzos de un inglés por dejar en evi-
dencia las penurias de la India recu-
rriendo a finales felices y canciones y
bailes sacados de contexto, resulta in-
genuo pensar en impulsos desinteresa-
dos, especialmente sabiendo del ham-
bre que el mercado indio despierta en
Hollywood.❑
Si Mendes fuese el Tío Sam…
Alejandro Pedregal*
Sam Mendes apareció en la escena
internacional con American
Beauty después de una exitosa
carrera como director de teatro,
primero en Inglaterra y después en
Estados Unidos. Su carrera dentro
del cine aún es breve, pero el
impacto de sus producciones y su
maestría del registro tanto
dramático como visual hace pensar
que estamos ante uno de esos
pocos autores que pueden entrar
en el ambiguo y abstracto grupo de
"los grandes".
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